Segunda oportunidad (Drakey)

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-Mamá, no se olvide del diario, Rika-sensei dice que no se le puede olvidar otra vez. - Kenjiro hablaba mientras era peinado por Baji.

Mikey correteaba por la estadía cambiándose y buscando las cosas para su trabajo, el rubio aún no se acostumbrada a manejar la tienda por el mismo, la mamá de Baji, Ryoko, había decidido que estaba cansada de la ajetreada vida de la ciudad por lo que decidió mudarse con sus padres a un pueblo cercano y antes de irse le dijo a Mikey que dejaba la tienda a su cargo.

-No te preocupes gatito, Mikey responderá el diario.

-Lo sé, pero mejor se lo recuerdo a mamá.

-Listo, ya estas peinado. - Kenjiro suspiro.

-Al fin, gracias papá. - El pequeño hizo un puchero. - Ya no quiero el cabello largo, me molesta mucho.

-Ya iremos a cortarte, ¿Sí? - Baji se agacho a la altura del menor y tomo un mechón que había dejado suelto. - Me gusta que lo tengas largo, así puedo peinarte como yo. - Kenjiro se sonrojo y abrazo al mayor.

-También me gusta tener el cabello como papá, pero me molesta. - Baji solo pudo reírse. - Además, así no puedo jugar bien y quiero ganar todos los juegos que dijeron las profesoras.

-Sé que los ganaras.

-¿Chifuyu estará en casa?

-Si, cuando aterrizo me llamo y dijo que estaría devuelta un día antes, así que no te preocupes.

-Gracias papá. - Kenjiro estaba emocionado, las profesoras del preescolar del menor hablaban del próximo festival deportivo en el que los padres serian invitados y el pequeño estaba deseoso de lucirse delante de sus papás y del rubio doncel que quería.

-¡Gatito es tarde! - Mikey apareció al lado de los azabaches. - Gracias por peinarlo Ed, ya nos vamos. - El rubio abrió la puerta, pero antes de salir sintió un tirón en su brazo. - Gatito no tenemos tiempo, vamos. - Apresuro.

-Mamá el diario.

-Ya lo escribí. - Mikey intento avanzar, pero el menor seguía sin soltarlo. - Kenjiro llegaremos tarde.

-Mamá no me entrego el diario. - El rubio se congelo, soltó las cosas que tenía en sus brazos y volvió en sus pasos adentro, el menor suspiro, estaba seguro que volverían a llegar tarde.

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-¡Papá! - Mi bebe no dudo en saltar sobre mí.

-¿Qué tal tu día gatito? - Bese su mejilla mientras veía a la maestra de mi pequeño llegar, nuevamente Kenjiro se escapó de ella.

-Bien, hoy nos dejaron ayudar con las decoraciones.

-Baji-san buenas tardes.

-Buenas tardes Rika-sensei. - Recibí la lonchera de mi pequeño.

- Kenjiro-kun siempre tan activo. - Se rio para luego poner un mechón de su cabello rubio tras su oreja. - Y usted puntual como siempre.

-No puedo estar mucho tiempo separado de mi gatito. - Volví a besar su mejilla, la maestra y Kenjiro rieron por el gesto, deseaba irme pero que la maestra no se moviera era clara señal de que aun debía decirme algo. - ¿Algún recado para Mikey? - La joven se veía desilusionada, lo ignore, ya deseaba irme.

-No, nada, Kenjiro-kun se portó bien, como siempre. - Mi bebe inflo su pecho orgulloso al escuchar a la profesora. - En el diario esta toda la información sobre el festival deportivo de este fin de semana, vendrá ¿Verdad? -