Capítulo 44

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Travesura no lo podía describir de otra manera. Las risitas las delataron, el juez se dio cuenta que no estaba sólo en su auto cuando detuvo su vehículo en el estacionamiento de los juzgados.

Alex y Esperanza habían estado agazapadas en la parte de atrás y él no se había dado cuenta hasta ese momento.

—Sordpresa papi - canturreo Alex-

Antes de que pudiera regañar a las niñas su celular sonó un "mi amor" indicaba que era Refugio. La voz llorosa de su esposa se escuchó del otro lado.

—Refugio, mi amor. Cálmate y escúchame, por favor-pidió- las niñas están conmigo. -silencio del otro lado- No, no yo no me las traje...

Le había colgado, Refugio le había colgado el celular.

—Vaya problema en el que me metieron, jovencitas -las regaño suavemente-

— ¿Mamá Cuquita está enojada?

—Me temo que sí.

****

El alma le volvió al cuerpo, sus manos temblorosas dejaron el teléfono en su lugar. Agradeció en silencio a su virgencita.

—Las niñas están con Julián- dijo con voz temblorosa. Las tres personas que estaba con ella dieron un suspiro aliviado

La niñera, Candela y el Chofer habían salido a buscar a las menores por los alrededores, y volvieron cuando no encontraron señales de ellas.

—Tendré el auto listo, señora.

Refugio y Lucia, la niñera intercambiaron miradas ¿En qué momento las niñas habían subido al coche? Refugio recordó que le reprocho a Julian habérselas llevado sin avisar, pero el deje indignado en su voz negándolo... pues le debía una disculpa al juez.

****

No podía quedarse todo el día en el estacionamiento de los juzgados, y no podía llevar a las niñas porque Refugio seguramente ya estaría viniendo en su búsqueda.

Les hizo una señal a las niñas para que bajaran, su maletín lo dejaba, ya mandaría a Andrés por

él.

—¿De niñero Julián? -Paola sonrió burlona mientras estudiaba a las niñas. Era la primera vez que veía a la hija de Julián y no podía dejar de admitir el parecido de la niña con su ex. Eso le dolía y la enfurecia en partes iguales- debo admitir que la bastarda se parece mucho a ti.

—Paola si no tienes nada amable qué decir, mejor vete -pidió con la voz calmada evitando el conflicto-

—¿Quién es la señora papi? -pregunto intrigada Alex-

—Es la mamá de Rebeca y Roberto -explico-

Claro que Alex sabía que sus hermanos tenían otra madre, pero no lograba comprender del todo.

—Pero mamá Cuquita es su mamá también- replicó contrariada Esperanza-

—Si...

—Por supuesto que No, yo soy la única madre de los mellizos -le contradijo furiosa Paola. Mirando con odio a Julián y las niñas-

Antes de que la situación se saliera de control, Julián decidió que era hora de entrar al despacho.

Esperanza tomó la mano que le extendió su abuelo, pero Alex quería estar en brazos, así que haciendo malabares aupó a su hija y sostuvo fuertemente la mano de Esperanza. Y se encaminó a su oficina ignorando a Paola.

—Señoría -la voz alegre de una de sus alumnas la detuvo- déjeme ayudarlo. Hola bonitas...

Las niñas le devolvieron el saludo aunque Alex la miraba con recelo.

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