Claro que la llamada a Nachito para darle el anuncio no se hizo esperar. Ni bien subieron al auto y antes de ponerlo en marcha, Julian les dio la noticia. El "MUÑECOOO" hizo eco en el auto, ese era el grito característico del muchacho.
La emoción y la euforia que sentían en esos momentos eran inevitables, y como Refugio le había prohibido a Julián comprar cualquier cosa para el bebé antes de saber que sería, su hija no tenía mucho, salvo algunos tejidos que le había hecho su madre. En esos momentos ya nada lo detendría para comprarle un ajuar entero, así que las tiendas de bebé eran su prioridad.
A Julián la tienda le parecía un paraíso porque tenía todo lo necesario para los bebés. Desde cunas, carriolas, ropas y todo lo que la criatura necesitará. La dependienta de la tienda, una mujer muy amable los acompañó en todo el proceso de selección de cosas.
Refugio se emocionaba con cada prenda que veía todo tan chiquito y bonito, pero lo que más dicha le daba era la emoción de su marido. Estaba encantada de que se involucrara en esos detalles, y siempre tenía en cuenta la opinión de ella sobre las cosas de la niña.
—Julián, mi amor -dijo cuando se percató de que por poco se llevaban toda la tienda- No crees que es un poquito exagerado. Llevas cosas que utilizará recién cuando tenga dos años.
—¿Exagerado? para nada. Mi princesa tendrá todo lo que necesite. -Dirigiéndose hacia el otro lado pues algo más le había llamado la atención. Así que no escucho la réplica de su esposa-
—No todas tienen la suerte que sus maridos las acompañen en estos asuntos -le dijo la dependienta a Refugio- Se nota la ilusión que tiene con la llegada de la niña.
Refugio no podía contradecirla, y hasta a ella le sorprendía la actitud de Julián, pero si se dejaba guiar por vivencias pasadas lo que vivió con Baldomero no era amor, ni siquiera cuando estaba embarazada. Julián en cambio le demostraba cada día lo que era ser amada y no en el sentido físico, sino con los detalles que tenía para con ella.
Las compras se la llevarían a la casa así que después de cerciorarse que tuvieran todo lo que necesitaran, Julián pagó y luego se dirigieron a encontrarse con Nacho, Chelito y Esperanza para poder disfrutar de un almuerzo familiar. Nacho estaba súper emocionado así que tanto él como su madre no podían contener sus lágrimas, De sus tres hijos Nacho era al que más ilusión le causaba el embarazo de su madre, y saber que se convertiría en el hermano mayor de una muñeca.
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No podría decirse que la relación de Refugio y Edmundo era la mejor, pero al menos su hijo evitaba sus comentarios hirientes en las ocasiones que se encontraban todos reunidos, como ese día. Lucero había entrado en trabajo de parto, así que todos estaban reunidos en la sala de espera aguardando por noticias. Edmundo claramente estaba dentro de la sala con su mujer, pero antes se había acercado a su madre para pedirle su bendición, y que ella muy amablemente se la dio.
Mucho tiempo después muy sonriente Edmundo salía con un bultito en sus brazos. Se acercó a su mamá y Julieta y les presentó a su hijo, Leonardo Chavero, el segundo nieto de Refugio, el primero para Julieta. Y un sobrino para Patricio y Nacho que también se acercaron a su hermano para conocer al niño.
Y en lo que esperaba para ver a su nuera, Refugio decidió ir a la capilla del hospital para agradecer a Dios por el nacimiento de su nieto, y porque Lucero y Edmundo habían podido superar sus diferencias. Julián la acompañó y mientras él esperaba a que terminara también le dedicó unas plegarias a aquel ser supremo. Edmundo los encontró ahí, le susurro a Julián si podía dejarlo solo con su madre y aunque reacio el juez asintió, no si antes echarle una mirada de advertencia.
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Tiempo de Amor
FanficUna cartera perdida hace más de veinte años asociada con el destino hicieron lo suyo. Una invitación a tomar café sello el camino de dos almas predestinadas a encontrarse.