Capítulo 6

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El sol brillaba en lo alto, el día espléndido acompañaba el humor de las personas que se congregaban fuera de la Iglesia. Martina, Nachito, Chelito, Patricio, Edmundo, Refugio y Julián rodeaban a un Apolinar nervioso pero muy emocionado porque aquel día uniría su vida a la de Julieta.

Chelito y Refugio iban vestidas casi de la misma manera, ambas con vestidos en un azul pálido, aunque el de la primera tenía un diseño más juvenil el de Refugio abrazaba su silueta, aquel diseño creado por Chelito no tenía nada que envidiarle a los de alta costura. Tanto ellas como Lucero fueron elegidas como madrinas.

Pero eso no era todo porque casi obligada por Lucero y Chelito y porque se trataba de una ocasión especial,Refugio estaba usando tacones lo que estilizaba más su figura. Su cabello cayendo en suave ondas le enmarcaba el rostro, y el maquillaje sutil realzaba aún más su belleza.

—¿Esta chula la jefa no? -Dijo Nacho dándole un codazo al costado de Patricio-

—Hermosa -la voz de Edmundo se interpuso a la de su hermano-

—Toda una Muñecaaa- contestó Patricio mientras acunaba a Esperanza-

Esa última frase la escucharon todos y por la mirada de los hermanos se percataron que iba dirigida para Refugio, que solo atinó a negar con la cabeza mientras una risa nerviosa se le escapaba.

— La más hermosa entre todas -el susurro de Julián la estremeció-

Apolinar cada vez más nervioso no dejaba de mirar el reloj

— Hombre, tranquilízate -la palma de Julián le dio un leve toque en la espalda- además, todavía la novia tiene margen de tiempo.

— Ya lo quiero ver a usted en el día de su boda licenciado.

— Don Polo ...acuérdese que la novia siempre llega tarde -la voz de Martina con un deje divertido-

Con teléfono en mano Mundo se acercó a ellos —Ya están en camino. Será mejor que entremos-

Un poco por el desnivel del suelo, otro tanto porque no estaba acostumbrada a caminar con tacones, pero Refugio fue a parar a brazos de Julián cuando tropezó, situación que él aprovechó para acercarla a su pecho, en tanto sus manos dibujaban líneas en su cintura mientras sus labios sedientos entreabrían los de ellas.

El silbido de Nachito seguido de un "orale" los separó, Julián sonriéndole al muchacho. Refugio muerta de la vergüenza. Y tras aquella escena se encaminaron para tomar asiento y esperar a la novia.

Minutos después la marcha nupcial acompañaba el paso de Julieta y Lucero por el pasillo de la iglesia, ambas mujeres radiantes.

La ceremonia comenzó y las manos de Refugio y Julián se entrelazaron para no soltarse en todo el tiempo que duraba la celebración, algunas veces se miraban, otras tantas se apretaban suavemente las manos unidas. La misa llegó a su fin con el beso entre Julieta y Apolinar, ya como marido y mujer.

La celebración fue en el patio de la vecindad porque así lo habían querido los novios. Todos los invitados ya estaban disfrutando de la música en lo que esperaban la llegada de los recién casados. Los vítores y aplausos no se hicieron esperar cuando los vieron aparecer.

—Ay, amiga...-Julieta emocionada abrazaba a Refugio-

—Felicidades a los dos, me alegra muchísimo ver que mis dos grandes amigos estén juntos -juntando las manos de Julieta y Polo-

Mucho, mucho tiempo después cuando ya los novios habían bailado su canción. Refugio acompañada de Julieta había llevado a Esperanza a la casa para cambiarla.

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