Capítulo 13

1.1K 44 11
                                    

Cuando Julián llegaba a los juzgados su máscara de seriedad lo acompañaba todo el tiempo, pero era llegar a su oficina y transformar su semblante. Creía que su vida estaba completa cuando se casó con Refugio, sin embargo el destino les tenía preparado otras cosas y para prueba de ello, el ultrasonido de su bebé que llevaba consigo en su cartera desde que se enteró de la noticia. Ahí en la soledad de su despacho contemplaba embelesado la imagen cada que podía, es que todavía no podía creer que sería papá, ese sueño lo había enterrado muchísimo tiempo. Como el de volver a enamorarse, claro... Pero fue ver a Refugio y su mundo tembló. Y esa mujer le estaba regalando lo más preciado.

Mientras mimaba a las plantas del jardín, Refugio no podía dejar de sonreír, se llevó una mano al vientre dándole una suave caricia. Ahí crecía su bebé, su regalito, su milagro. Se permitió recordar el sueño que su marido le había contado y se preguntaba si era un presagio, si eso significaba que tendrían una hija. Los dos concordaban en que fuera lo que fuera sería amado de igual manera.

Esperanza jugaba en medio de la sala mientras sus dos abuelas platicaban. Mercedes y Olgan habían retornado a México, pero solamente para finiquitar los asuntos que tenían allí. Olga cederle la custodia total de la niña a Patricio y Mercedes organizar todo lo referente a la mudanza.

—Refugio no sabes cuanto te agradezco lo que estás haciendo por nuestra nieta -mirando a la niña- cuando Patricio me lo comentó sentí cierto alivio. Sé que él como su padre lo hubiera dado todo por la niña, pero sus tiempos, su trabajo.

—Mercedes no tienes nada que agradecerme. Esperanza no tiene la culpa de las circunstancias de su nacimiento, aunque me duele saber que mis esfuerzos porque Olga acepte a la niña no dieron frutos. Patricio la adora y da todo por ella. Pero iba a crecer con dos padres ausentes porque para darle una buena vida, mi hijo tendrá que trabajar para hacerse un nombre y eso implica sacrificar tiempo con ella.

—Me duele el rechazo de mi hija para con mi nieta, pero es que Rómulo la lastimo tanto que todavía siente el fracaso por no darle el nieto varón que tanto quiso. -suspirando-

—Lo importante aquí es que ese hombre está fuera de nuestras vidas. Y de verdad, espero que lejos de aquí, Olga pueda sentir la ausencia de la niña y pueda reconsiderar su decisión.

— Por cierto, Refugio -le dijo con una sonrisa- Patricio me contó las buenas nuevas. Estoy muy feliz por ti y por Julián.

—Gracias. Todavía no lo creemos, pero somos muy dichosos.

—Y no es para menos.

En el tiempo que estarían en la ciudad, Mercedes se haría cargo de Esperanza por eso Refugio había armado el bolso de la niña. Le dolía muchísimo tener que decirle adiós a su nieta, aunque solo fuera por un corto tiempo, pero Mercedes también tenía el derecho de estar con ella y disfrutarla en lo que terminaban sus asuntos.

^^^^^^^

Edmundo tenía un dolor de cabeza terrible, de esos que hacen que parezca que la cabeza va a explotarte y todo producto de la borrachera que se había dado. Después de la noticia que le había dado su madre había buscado comprensión en Lucero, pero su mujer tampoco lo entendía y para evitar la discusión se había largado a su antigua casa

El portazo que dio Nachito al entrar resonó en su cabeza, cerró los ojos y se preparó para el sermón de su hermano que no tardó en llegar.

— La neta es que te pasas de imbécil, Mundo -poniéndose frente a él con los brazos cruzados- No te basta con hacerle un desplante a la jefa, sino que también preocupas a Lucero, y después de casi perder al bebé no debería pasar un mal rato nuevamente.

—Por eso me fui ¿no? para dejarla tranquila -masajeándose la sien- no entiendo como andas tan tranquilo después de los nos dijo mamá. Embarazada y a su edad, hazme el favor.

Tiempo de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora