Mil disculpa por la tardanza estaba sin computadora. Les agradezco enormemente que aun sigan por aqui apoyando esta historia que ya va tocando el camino del final. Asi que bueno espero disfruten de la lectura. Muchas gracias por sus comentarios.
Desde que habian recibido aquel revés por parte de la justicia en palabras de Patricio, se dedicaron a buscar soluciones al problema. De momento no estaba siendo fácil.
Luego de dejar a las niñas en el colegio, Refugio en compañía de su hijo mayor se dirigió a la cita que tenía con una abogada especializada en casos de familia. Era una vieja conocida de Julián que a criterio de Refugio aceptó con mucho entusiasmo aquella reunión.
—Julián dijo que nos encontraríamos aquí -manifestó Refugio, percatandose que el auto de su marido estaba estacionado unos metros más allá- y por lo que veo, ya se encuentra aquí.
— Será mejor que entremos no esperemos más. Llegamos con el tiempo justo.
La secretaria les pidió que esperaran en los que ella les anunciaba. Los pensamientos de Refugio iban a mil por horas, y aunque se decía que no debía sentirse celosa no podía evitarlo. Julián estaba encerrado con una vieja conocida.
La oficina era casi idéntica a la de su marido: una tele sobre un mueble, sillones para recibir a clientes, y estantes cargados de libros, la diferencia radicaba en el toque femenino que tenía. Sobre la mesita ratonera se observaba dos tazas de café.
Refugio levantó una ceja en un gesto interrogante mirando a su marido, Julián le regaló una sonrisa y se dedicó a realizar las presentaciones. El juez se posicionó detrás de su mujer una vez que ella se había sentado. Patricio siguió el ejemplo de su madre y espero expectante.
Alondra Montenegro, abogada y conocida de Julián, estudió brevemente a Refugio. Le gustaba aquella mujer y ahora entendía porque su amigo estaba tan eclipsado por ella. Y después de Paola, se alegraba enormemente por el juez. Julián se merecía ser feliz.
La abogada también estaba siendo estudiada por Refugio, a su criterio aquella mujer era hermosisima, y por la forma que miraba a su marido se notaba una cierta complicidad que no le gustaba.
—Julián me ha comentado sobre el proceso de la custodia compartida y que tú quieres apelar el fallo. sobre todo para que tu hija no tenga contacto con su abuelo paterno -dijo, observando a Patricio- y no se lo recomiendo, licenciado. Al igual que yo conoce esta profesión.
—Pero Rómulo Ancira es una mala persona, un asesino -Refugio no podía mantenerse callada, las manos de Julián apretaron levemente su hombro para que se tranquilizara-
—Creame, Refugio. La reputación de Ancira es bien conocida -Prosiguió con voz seria- pero en estas circunstancias hay que tener en cuenta a la niña. Para la justicia Ancira cumplió su condena.
— No es un justificativo para que esté cerca de mi hija -replicó altanero Patricio-
— He visto la prueba que su ex mujer presentó. Su manera violenta de "Charlar" no es que lo ayude y teniendo eso como base, licenciado. Usted tampoco tendría derecho a estar en contacto con su hija. Si no fuera porque consta que la niña está siendo criada por su madre y el juez Corona, creeme que habría perdido la custodia de la niña.
— Sea como sea voy a apelar -insistió-
— Y estás en todo su derecho. Sin embargo, ¿Estás dispuesto a hacer sufrir a tu hija? ya no es una bebé. Y a su edad es consciente de muchas cosas.
—Está interactuando con un asesino...y una loca -lanzó Patrico levantándose-
—Disculpame, pero es la madre que tú elegiste para tu hija. Por lo que tengo entendido, Esperanza no ha dado muestra de rechazo hacia su madre o abuelo. Eso nos da un parámetro que la niña no ha sufrido ninguna clase de abuso -siguió argumentando con tranquilidad, Alondra- y en estos caso es comprensible que tu hija quiera estrechar relaciones con su madre.
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Tiempo de Amor
FanficUna cartera perdida hace más de veinte años asociada con el destino hicieron lo suyo. Una invitación a tomar café sello el camino de dos almas predestinadas a encontrarse.