Tiempo de Amor

Capítulo 68

Antes que nada quisiera disculparme por la tardanza. Se me complicó muchisimo plasmar el capítulo no encontraba las palabras para hacerlo. AGRADEZCO que sigan bancando la historia y que le guste. Ya saben que toda critica es bienvenida. GRACIAS; GRACIAS. 

No podría decirse que estaba la familia al completo, pero aun con ese pequeño grupo todo era risa. Nacho, las niñas y los mellizos se encargaban de eso.

Esa hermosa y enorme familia el juez se lo debía a la mujer que estaba al lado suyo. Sonrió observando su mano unida a la de Refugio. En un gesto espontáneo su esposa había entrelazado sus dedos a los de él sobre la mesa. A nadie le pasó desapercibido el gesto. Incluso enojados demostraban lo mucho que se amaban.

El celular de Julián sonó, el juez se levantó para atender la llamada, no sin antes depositar un beso sobre la mano de su esposa. La charla que se daba no fue interrumpida. Refugio sin decir nada siguió a su marido hasta el despacho minutos después.

— ¿Sucede algo? -preguntó con cierta preocupación al oírlo cortar la llamada-

— Nada. Era Andrés, me estaba poniendo al tanto de algunas cosas que le encargué.

— Es sobre tu caso...

— No. Al contrario.¿Recuerdas que te comenté prometí ayudar a las personas que me auxiliaron? -él prosiguió luego de verla asentir- le he pedido a Andrés que contacte a algunas personas que pueden ayudarme con esto.

Ahí estaba, esa era la esencia del Juez Corona. Cumplir lo que prometía, pero además su calidez humana.

Un silencio cayó en el despacho, los dos se observaron mutuamente...algo vibró entre ellos lo que llevó a Refugio a sonrojarse.

— Vuelves a sonrojarte ¿Por qué? -señaló el juez intrigado por esa reacción-

Él tampoco era inmune a esa corriente de necesidad que crepitaba en el aire, y los atraía cual imanes.

— Yo...es que -tartamudeo esquivando su mirada y dando unos pasos por el despacho- me pones nerviosa. Y con lo que ha pasado ayer, no sé cómo reaccionar contigo. Se que debemos hablar y aclarar las cosas.

— ¿Te pones nerviosa por eso realmente o por la reconciliación? -planteó con cierta diversión, aunque si dejar de estar serio-

Ella se detuvo abruptamente y lo contempló. El brillo divertido de su mirada sumada a la del deseo le cortó la respiración brevemente Estaba por replicarlo, pero movió la cabeza en una señal negativa.

— Refugio, Refugio -dijo. Desviando el tema- estuve pensando que podríamos invitar a cenar a Julieta y Polo...como una salida en parejas.

— ¿Lo crees conveniente?

— Lo creo. Hemos dejado ciertas cosas de lado, y eso también nos influye un poco. Mi idea es irnos dentro de un rato al departamento, platicar sobre ese asunto que nos concierne, ir a cenar...para luego retornar al departamento hasta el día siguiente. - expuso tranquilamente- hablaré con los mellizos y Nacho para que se queden con Alex.

Lo cierto es que no era una mala idea necesitaban un tiempo a solas. El miedo seguía presente, pero debía confiar en su marido. No podían vivir encerrados para siempre.

— De acuerdo.

— Entonces, señora mía... -expresó Julián acercándose a ella lentamente-

La espalda de Refugio fue a dar contra la puerta porque en el avance de su marido ella retrocedía, y no porque le temiera. Una mano de Julián se apoyó en la puerta cerca de su rostro, con la otra trazaba suaves caricias por la mejilla de Refugio.