Capítulo 61

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Hola, gracias por la paciencia y la espera. Dije que este seria el último capítulo, pero bueno considerando que llevabamos dos capítulos sufriendo con Refugio. Esta historia se alerga unos cuantos más, no muchos. 


Todos consideraban que si Julián seguía con vida era claramente debido a un milagro. ¿Cómo alguien podría sobrevivir a dos balazos, caer a un arroyo y no ahogarse? Era como una película o una escena de alguna telenovela. Sea como sea todos estaban agradecidos de tener al juez de nuevo junto a ellos.

Paola lo estudiaba detenidamente, sus ojos brillantes por las lágrimas contenidas, el amor de su vida y padre de sus hijos seguía en el mundo terrenal. Sentía que la vida daba una segunda oportunidad a todos. ¿Debería seguir insistiendo en tratar de reconquistarlo? Tal vez sí, tal vez no. Ella no era asidua a rezar, orar o agradecer, pero en esas noches posteriores a la desaparición de Julián. Sus rodillas habían cedido ante la imagen de un Jesús crucificado...pero ese secreto se lo llevaría con ella.

De algo estaba segura, siempre amaría a Julián.

La tenacidad con la que el juez elaboraba el plan se debía a su necesidad de destruir y acabar con una vez y para siempre con la corrupción dentro de los juzgados donde él trabajaba. Julián no había compartido con nadie la decisión que fue germinando en su mente. Su juicio era al último que asistiría, su trabajo como Juez había culminado.

Patricio los dejó a solas unos momentos, los tres estaban encerrados en el despacho debatiendo la mejor forma de poner a Julián en el estadro. Los videos que Mundo consiguió se encontraban en manos de ellos, ya los habían visualizado y junto con el audio de Baldomero tenían pruebas más que suficientes para refundir a Rómulo Ancira y su secuaces en la cárcel.

—Si no tomo esta oportunidad creo que no tendré otra -Paola sonrió un poco tensa, su mano hizo un ademán de tocar el brazo de Julián, pero lo dejó caer- Te he hecho pasar por un infierno, negándome a aceptar que tú ya no me querías. Siempre voy a amarte, Julián -negó con la cabeza gacha para que no viera sus lágrimas- me duele verte con ella, me duele saber que cada noche la haces tu mujer, la sonrisa que pones cada vez que la ves.

—Paola...

—Déjame terminar, por favor. Se que nunca me amaste con la misma intensidad con la que amas a Refugio. Pero yo, no puedo arrancarme este amor que te tengo de mi corazón.Tal vez sea mi castigo por nunca decirte de los mellizos. No lo sé. ¿Cómo pudimos llegar a esto?

— No lo sé. Cuando nos separamos creí que ya nos habíamos dicho todo. Incluso, cuando me confesaste que iniciarías una nueva vida te deseé lo mejor. Después de tantos años, yo también tenía derecho a rehacer mi vida. -suspiro- Refugio... ese amor que siento por ella me ha golpeado de una forma tan fuerte que aun no logro reponerme. No quiero comparar, pero es cierto lo que yo sentía por ti no se equipara a lo que siento por Refugio.

—Porque a mi nunca me amaste.

— Te tenía cariño, pero no amor -admitió serenamente- y siento que tu tampoco me amaste, para prueba el divorcio. Si realmente sentíamos amor creo que hubiéramos luchado por recuperar lo nuestro.

—Y no lo hicimos.

—No. Ahora, ya no hay una mínima chance, Paola. No existe porque estoy profundamente enamorado de Refugio y quiero seguir lo que me reste de vida junto a ella y la familia que formamos. -secó las lágrimas que se deslizaban por las mejillas de su ex esposa- siempre te voy a estar agradecido por los mellizos, pero no me pidas que olvide que me los negaste por bastante tiempo. Para que quede claro no te odio.

— Aunque dudes, yo no lo hago y sé que lo que siento por ti es amor. Pero despreocúpate, ya no volveré a atormentarte. Quiero que te quede claro, que siempre estaré esperando por ti -prometió- Cuando termine el juicio me tomaré un tiempo para recuperar la relación con nuestros hijos, no se, les preguntare si quieren irse de vacaciones.

Tiempo de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora