CAPÍTULO 2: VAAALE, ACEPTAMOS HUFFLEPUFF

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La verdad es que el primer año pasa en un suspiro y, si ocurre algo interesante, en Hufflepuff nos lo perdemos.

También perdemos en quidditch, como parece ser costumbre, y ni el arbitraje vengativo de Snape nos ayuda contra Gryffindor. Nuestro equipo está lleno de buenas intenciones, pero vacío de talento.

Son cosas a las que tengo que acostumbrarme, me dice un día Cedric mientras compartimos todos en la sala común nuestro rebote colectivo porque Gryffindor ha perdido de golpe 150 puntos, y con ello ha permitido a Slytherin colocarse en cabeza. ¡Slytherin, hijos de mala madre! Desde aquel día, ninguno podemos contener nuestra rabia frente a Potter y los suyos y, por lo que veo, a los de Ravenclaw les pasa lo mismo.

Los Slytherin son unos tramposos y unos engreídos que no caen bien a ninguna otra casa. La única excepción es el buscador Terence Higgs, un chico de sexto que, además de ser buen jugador y buen deportista, es el chico más deseado del colegio por unanimidad. Claro que, para la gran mayoría de los chicos, esto suma puntos extra de rencor hacia Slytherin. Además, ¡llevan siete años consecutivos llevándose la copa! ¡Ya les toca a otros, aunque no seamos nosotros!

Por suerte, en el banquete de fin de curso Dumbledore hace volver las aguas a su cauce, y Gryffindor gana la Copa de la Casa, arrebatándosela a Slytherin en el último momento. ¡Sí! ¡Qué contentos nos ponemos todos! Yo me tiro diez minutos haciendo cortes de manga a la mesa de las serpientes junto con el Fraile cuando nadie nos mira. Hufflepuff ha quedado en último lugar, pero como parece ser lo habitual, no veo a nadie deprimido.

Para ser sincero, no nos explicamos bien de dónde sale ese ajuste de puntos que tanto ha castigado a las víboras, pero por lo que escucho al día siguiente en el Expreso de Hogwarts de regreso a casa, circulan muchos rumores, a cada cual más loco: no sé qué de una Piedra Filosofal; que si el profesor Quirrel estaba poseído y ahora ha desaparecido (para mí que la ha palmado); y que el "trío fantástico" (como ya se conoce a Potter, Weasley y Granger, inseparables desde que lucharon juntos contra el trol de los lavabos) ha logrado hacer otro servicio extraordinario a Hogwarts de dimensiones tan épicas que nadie conoce los detalles.

Tampoco entendemos muy bien qué pinta Longbottom en este tongo de los puntos extra, pero, vamos, todos sabemos que Dumbledore tiene una debilidad especial por los Gryffindors, aunque digan de Longbottom que es un Hufflepuff renegado. Debe de ser también por lo de sus padres. Susan nos contó que fueron torturados por los mortífagos hasta la locura. Ella se encuentra en una situación familiar parecida: su tío, su tía y sus primos fueron asesinados durante la primera guerra mágica. Pero claro, esto no es algo que todo el mundo sepa. Otra tía de Susan, Amelia Susan Bones, trabaja en el Ministerio y, como miembro del Wizengamot, parece estar muy al tanto de todo. A Susan le cuenta más de lo que debería, y ella nos lo cuenta a los más cercanos en tardes aburridas y en los largos trayectos del Expreso.

Menos mal que nosotros sabemos no decir ni mu.



¡Adoro las vacaciones de verano! Me lo paso genial en casa, desahogándome con todas las cosas que me gustan y de las que he tenido que privarme en Hogwarts. Este año mis padres me llevan a Barcelona a ver las Olimpiadas y después pasamos unos días en la Expo de Sevilla antes de hacer la visita obligada a Mallorca de todos los veranos como buenos turistas ingleses, también conocidos allí como guiris.

Mientras mis padres vaguean, yo me paso el día jugando a las maquinitas y al fútbol con los amigos que he ido haciendo desde pequeño. ¡Cómo echaba de menos jugar al fútbol! En Eton seguro que habría entrado en algún equipo. En Hogwarts, en cambio, ya me cuesta bastante montar en la escoba, como para apuntarme al equipo de quidditch, y la verdad es que nuestro equipo necesita un buen empujón, no un paquetón. A ver si este año mejoramos nuestros resultados (Justin, ¡no sueñes despierto!). Ya tengo dicho que el día que ganemos algún partido importante, véase Gryffindor, me como a besos al buscador. Bien pensado, espero que no ocurra este año, porque el buscador que tenemos ahora no me atrae nada. Menos mal que está en último curso.

¡Hufflepuff Existe!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora