...and I bet, then you exploded in my heart.
(*Traducción: "Juliet, los dados estaban cargados desde el principio.
Y yo aposté, y tú me explotaste en el corazón".
Letra de Romeo & Juliet de los Dire Straits)
Ese viernes por la tarde lo pasamos todos en la sala común, apelotonados alrededor del fuego, mientras Cedric narra los acontecimientos que tuvieron lugar bajo el agua por la mañana.
Nos cuenta cómo se perdió y le entró un ataque de pánico, pero al final llegó a donde estaba Potter con su rehén, Weasley (y no faltan comentarios al respecto), y se llevó a Chang limpiamente cortando la cuerda con su cuchillo. Regresar luego fue pan comido.
Cedric no parece satisfecho del todo con el resultado, para variar. Autoexigente hasta la muerte. Para los demás, lo importante es que Cedric sigue siendo el mejor.
Yo paso la velada escuchando en silencio y, para cualquiera que me conozca bien, como Ernie, esto es algo bastante significativo. Por eso, aunque me mira con el ceño fruncido, no indaga; simplemente se sienta a mi lado y fríe a su ídolo Cedric con preguntas concretas sobre el fondo del lago y sus habitantes.
Por la noche, cuando ya no queda absolutamente nadie ni en la sala común ni en los pasillos, como celebración personal de su victoria, Cedric me lleva de la mano al sector de la escuela que descubrimos el otro día.
Intento animarme por el camino, pero es abrir la puerta, ver la cama, la iluminación débil y todo dispuesto para algo tan premeditado como inoportuno, que el alma se me cae a los pies, y toda la tristeza de este último día me invade de golpe. Las ganas que le tenía se han ido por el retrete al sentirme yo mismo de usar y tirar.
De modo que, cuando Cedric cierra la puerta y empieza a cubrirme de besos, me quedo transido e inmóvil. Exasperado, Cedric se aparta de mí y se sienta al borde de la cama, ocultando su cara entre las manos unos instantes antes de volver a mirarme muy serio.
"¿Y bien?"
Me encojo de hombros.
"Justin, llevas raro desde que Sprout te llamó ayer. Hoy ni siquiera pareces tú mismo. ¿Qué es lo que te ocurre?"
Con gran esfuerzo me acerco a él y me siento a su lado. El peso dentro de mí va creciendo como un agujero negro, como un dementor interno.
"Estoy cansado, Cedric."
"¿Es por la prueba?" Vacila un instante antes de pronunciar el nombre que sabe que no quiero oír: "¿Es por Cho?"
Asiento, compungido.
"Nuestro pacto es más duro para ti que para mí, lo sé," suspira cabizbajo. "Pero desde el principio sabías lo que conllevaba y, aun así, aceptaste. Hasta ahora lo llevabas bien. ¿Qué ha cambiado?"
"Lo intento, de verdad que lo intento. Es sólo que esta prueba me ha hundido la moral, pero se me pasará, ya lo verás."
Cedric me mira, nada convencido, y resopla con resignación.
"Justin, por favor, cuéntame lo que de verdad te angustia."
Me cuesta hablar de estas cosas cuando no estamos abrazados, porque siento que me comunico mejor con él a través de mi cariño que con mis palabras. Pero al mirarme con esos ojos grises, esa cara de sincera preocupación, con su mano apretando la mía, el pesimismo se rinde y decido apostar por la esperanza: con voz temblorosa le cuento todo lo que me ha estado reconcomiendo estos dos días. La bola de plomo se eleva como un globo y se queda flotando, a la espera de su respuesta.
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¡Hufflepuff Existe!
FanfictionJustin, asúmelo: Estás atrapado en Hufflepuff con toda su fauna y flora. Lo peor que te puede pasar es que te mueras de aburrimiento. Y lo mejor... siempre termina cuando uno menos se lo espera. Pero siempre habrá un amigo cerca para recoger tus ped...