Hurones botadores y tejones de biblioteca

31 7 1
                                        


Después de la acostumbrada trifulca entre Malfoy y el dúo Weasley-Potter, en la que el Slytherin había dicho cosas muy feas de la madre del pelirrojo, ha intervenido "Ojo-loco" Moody, como mejor se conoce al nuevo profesor de DADA ¡y ha convertido a Malfoy en un hurón delante de todo el colegio!

Creo que la mortificación suprema que debe de haber sentido no se le olvidará fácilmente mientras viva. En cambio nuestro nuevo profesor ha ganado 1000 puntos de golpe en nuestro ranking de profes más molones. ¡Hacerle eso a un Malfoy e irse de rositas! Me pregunto cuánto tardará su padre en hacer que le despidan. Porque no sólo lo ha convertido en hurón, sino que lo ha hecho rebotar repetidas veces contra el suelo, ante la sádica mirada de placer de Weasley y el asombro desconcertado de Potter.

Pena que McGonagall haya venido a aguar la fiesta. Moody parece que incluso estará encantado de tener unas palabras con Snape y con Lucius Malfoy sobre Draco. ¿Es que los conoce? Este Moody suena como un policía implacable de película. Y la forma en la que se lleva a Malfoy a las mazmorras lo confirma.

En el comedor no se habla de otra cosa que de lo que acaba de suceder. ¡No es para menos! Susan nos entretiene toda la cena contando anécdotas de Moody de sus buenos tiempos como auror y de los incidentes que propiciaron su declive.

"Paranoico es decir poco," concluye. "Su frase favorita es-"

"¡Vigilancia constante!" corean los de quinto, que ya lo han tenido. Todo el mundo parece muy contento con él, no obstante.

"Este año también vamos a aprender de lo lindo," sonríe una del equipo, a la que le encantaba el profesor Lupin.

"Sí, es una pena que sólo vaya a estar un año," comenta otro compañero de su clase.

"¿Cómo es eso?" pregunta Hannah.

"Porque está aquí por hacer un favor a Dumbledore. No había encontrado a nadie para el puesto," explica Cedric.

Inmediatamente, todos miramos en dirección a Snape.

Tan agrio como siempre. Otra vez se ha quedado sin enseñar DADA.

Y sigue sin lavarse el pelo.

No tener deberes un fin de semana es un lujo que habitualmente sólo se puede permitir uno a principios de curso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No tener deberes un fin de semana es un lujo que habitualmente sólo se puede permitir uno a principios de curso.

Pero ni eso, oye.

Por lo menos los de cuarto, no. Los profesores quieren hacernos entender que los TIMOS se acercan a dos años de distancia y hay que estar preparado. Bueno, no he tenido aún a Moody, pero McGonagall también puede ser muy exagerada cuando quiere.

Ah, la biblioteca, ¡cómo la echaba de menos! Sólo que no. Ernie sigue hundiendo la silla en la que se sienta siempre, más por desgaste que por peso, pues el chaval se está formando bien, pese a su gran talla. A su lado, Hannah parece a veces una pulguita saltarina y nerviosa.

¡Hufflepuff Existe!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora