Justin, asúmelo: Estás atrapado en Hufflepuff con toda su fauna y flora. Lo peor que te puede pasar es que te mueras de aburrimiento. Y lo mejor... siempre termina cuando uno menos se lo espera. Pero siempre habrá un amigo cerca para recoger tus ped...
El buen humor del domingo se disipa como una cerilla apagada con un jarrazo de agua gélida en forma de nuevo decreto en el corcho de la sala común el mismo lunes por la mañana. Lo sabe, esa arpía cebollona lo sabe. ¿¡Por qué si no ha prohibido de repente todas las asociaciones y clubes de estudiantes!?
"¡Lo sabía, sabía que esa taberna no era un sitio seguro!" se exaspera Ernie en grito-susurros hacia los demás implicados, que estamos a su alrededor. "¿Qué vamos hacer?"
"¿¡Qué va a pasar con el equipo de quidditch!?" se exaspera doblemente Zacharías, rodeado por los otros seis miembros.
"Bueno, habrá que pedirle permiso, digo yo," y dice bien el capitán.
Seguro que eso no llevará más que el desagradable e injusto trámite de ir a hablar con ella. Nosotros no tenemos nada que hacer, la gracia de nuestras reuniones secretas era precisamente su secretismo. Obviamente, ya no es tan secreta, y al preguntarnos quién habrá dado el chivatazo, nuestra mente divaga hacia los sospechosos del bar.
"¡Como nos descubra estamos listos!" sigue exasperándose Ernie, lo cual no ayuda a Hannah a superar el tembleque que le ha entrado.
Al fin y al cabo, como prefectos, se juegan más que ninguno.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A la hora del desayuno, Ernie y Hannah se dirigen sin pensarlo a la mesa de Gryffindor. Los de Ravenclaw parecen tener las mismas intenciones. Hermione, frenética, les hace gestos disuasorios y explica con el movimiento de sus labios que ya hablarán luego. Ginny Weasley sale para hablar con su novio.
"Hermione tiene razón, ¿en qué estaría pensando?" comenta Ernie, más calmado.
Hannah está pálida. Susan es la que mejor lo lleva. Zacharías sigue comentando por lo bajo con los del equipo sobre cuándo y cómo van a afrontar la petición que tienen que hacer. No sé por qué se apuran, para ellos es pan comido. Miro a la mesa de Ravenclaw: los tres percebes están transmitiendo lo que sea que les ha dicho Ginny a la innombrable y su acólita. Supongo que ya nos enteraremos nosotros. Los últimos, claro.
Por la noche, lo único que sabemos es que el plan va a seguir adelante. Eso nos tranquiliza un poco. Ernie nos pide paciencia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.