Me despierto con una sensación horrible de entumecimiento, humedad y mareo. No sé ni dónde estoy. Y tengo un peso muerto a mi lado con un brazo sobre mi pecho.
"¡CEDRIC!" me incorporo con rapidez y le tomo el pulso. "¡CEDRIC, CEDRIC, VAMOS, HOMBRE! ¡Si un inútil como yo ha salido a flote no te me ahogues tú, capitán!"
Le aprieto el pecho una y otra vez. No escupe agua. Tendré que... Vamos Justin, no es momento de puritanismos. Le sujeto la nariz con una mano, respiro hondo y-
"¡Aaah, Justin, que estaba inconsciente, no muerto!" tose Cedric incorporándose de golpe. Se restriega los ojos, se aparta el pelo empapado de la cara y mira a nuestro alrededor con igual desconcierto que yo. "Al menos hemos llegado adonde queríamos. Y no me puedo creer que hayas mantenido la mochila contigo todo este tiempo."
"Pues siendo de tela imagínate cómo estará todo," suspiro, me la quito, estiro las cuerdas y vuelco el contenido. "Sopa de Twix espachurrado."
"¿Qué ibas a hacer hace un momento? ¿Por qué me has tapado la nariz?" sonríe con curiosidad.
"Eeeeh... un método muggle de reanimación a la desesperada," respondo nervioso, mientras guardo todo de nuevo rápidamente.
"¿En qué consiste?"
"Eeeeh... es la coordinación de un movimiento pectoral, con una succión oral para expulsar el agua. Por eso te he tapado la nariz, para que el agua saliese por la boca."
"¿Succión?" las cejas de Cedric tocan techo facial.
"¿Cómo has localizado Urquhart en la distancia?"
"Con un hechizo, Justin. Lo enseñan en Hogwarts. ¿Succión?"
"¿Y cómo has conseguido que respirásemos bajo el agua?"
"Con un hechizo que leí en un libro," se impacienta. "¿Succión?"
"¿Qué es eso?" señalo alarmado.
"¡Deja de cambiarme de tema!"
"No, Cedric, ¿qué es eso que viene-?"
Dejando detrás de sí una cascada inmensa, el monstruo del Lago Ness hace de nuevo su aparición estelar en la pequeña bahía en la que hemos naufragado junto al castillo. Se detiene a apenas unos centímetros de nosotros, mirándonos con curiosidad y luego se deja caer con la mitad del cuerpo fuera y la otra mitad dentro del agua. Algo en su mirada inspira a Cedric a acariciarle la cabeza y yo decido imitarle. El monstruo cierra los ojos de placer. Esto no me está pasando a mí. Me echo a reír.
"Cedric, ¡te has ligado al Monstruo del Lago Ness! Nessie, éste es Cedric; Cedric, Nessie. Ahora es cuando os dejo a solas."
Y caigo rodando al suelo de la risa.
"No tiene gracia," se sienta Cedric a mi lado, resoplando y tiritando.
Demonios, ¡qué frío hace!
"No podemos quedarnos aquí, Cedric. Nos congelaremos."
"Tienes razón. Busquemos refugio en Urquhart. ¡Hasta la vista, Nessie!" lo acaricia una última vez, y el monstruo se lo queda mirando con expresión de perrito recién abandonado en la carretera.
Con violentos escalofríos y los dientes castañeteando echamos a andar hacia el castillo. Según Cedric, entre las ruinas encontraremos un lugar resguardado de la rasca de la madrugada. Aunque no sé adónde se ha ido la madrugada ni cuánto llevábamos inconscientes, porque la primera luz del día asoma vagamente en la distancia, en la otra orilla.

ESTÁS LEYENDO
¡Hufflepuff Existe!
Hayran KurguJustin, asúmelo: Estás atrapado en Hufflepuff con toda su fauna y flora. Lo peor que te puede pasar es que te mueras de aburrimiento. Y lo mejor... siempre termina cuando uno menos se lo espera. Pero siempre habrá un amigo cerca para recoger tus ped...