Así pasan las semanas hasta que un buen día nos encontramos con medio colegio congregado alrededor de lo que parece un cartel al pie de las escaleras del gran recibidor. Como no podemos avanzar todos entre la multitud, Ernie, que es el más corpulento, se hace un hueco rápidamente a modo de avanzadilla. Sin embargo, pronto encuentro otra vía y le sigo. Potter y sus acólitos ya están allí, en primera fila. A ver... la semana que viene, el viernes, a las 6... Durmstrang y Beauxbatons... ¡Las clases acaban media hora antes! ¡Genial! Banquete de bienvenida y todo. Mmm.
"¡Dentro de una semana!" exclama Ernie con los ojos brillantes por la emoción. No me ha visto, creo que se lo ha dicho a Potter y Weasley. Que va a avisar a Cedric de inmediato.
Weasley no parece acordarse de quién es Cedric y, cuando lo hace, la sarta de estupideces e injurias que profiere contra mi capitán hace que me entren ganas de ir allí a sacudirle un guantazo. Por suerte Granger sale en defensa de nuestro prefecto, (sí, porque es prefecto, claro) y me ahorra problemas. ¿Y qué pasa por que le gustara Lockhart? A mí también me gustaba antes de descubrir que era un fraude. Cedric no es un fraude, ¡Cedric vale su peso en oro! Más que tú, Weasley. Él no necesita estar a la sombra de nadie para hacerse notar. Pero estoy tan enfurecido que prefiero no decir nada. Tampoco parecen haberme visto ellos. No sé ni por qué los he seguido escaleras arriba, si mi sala común está abajo. Retrocedo. No tengo por qué defenderle, ¿no? Él ya no es asunto mío. Bah.
Salgo fuera a tomar el aire y me encuentro de frente con Luna Lovegood.
"Bonito día para sacar a pasear a los escregutos, ¿no crees?"
"¿Mande? ¿Te gustan esos bichos?"
"Me recuerdan a una mascota que tenía de pequeña. Le he dicho lo que yo le daba de comer a ver si crecen rápido y fuertes. ¿Crees que podremos montarlos algún día?"
"La verdad, aprecio demasiado mi trasero."
"Lo que yo quisiera montar de verdad es un Thestral. Tú no has visto ninguno, ¿verdad?"
"Eh... no. ¿Tú sí?" pregunto extrañado. Para ver un Thestral...
"Sí, claro. Todos los años aquí en Hogwarts. Oye, ¿por qué hay ese revuelo?"
"Ya se sabe cuándo vendrán los otros colegios: el viernes que viene."
"Me pregunto qué clase de transporte utilizarán. ¿Te imaginas un dragón balcánico o una red de hadas de los Pirineos?"
"No..." Me siento estúpido respondiendo sólo con balbuceos y monosílabos, pero es que esta chica no me da cancha a una conversación más coherente por mi parte. No sé si me toma el pelo o se golpeó la cabeza cuando era pequeña, o una de esas mascotas le explotó en la cara, la dejó flipada y-
"¿Tú eres...?"
"Justin, Justin Finch-Fletchley. Hufflepuff."
"Bueno, eso ya lo veo en tu túnica, Justin. Yo soy Luna. Ahora voy a ver si puedo leer entre líneas cómo van a venir los otros colegios."
"No dice nada de-"
"Un día de estos, vente a ver los escregutos conmigo. Hagrid se alegrará. Cree que a nadie más le gustan," me dice, se despide con la mano, y entra.
Yo me quedo parado, tratando de asimilar el intento de conversación que he mantenido con la Ravenclaw pirada.
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¡Hufflepuff Existe!
Hayran KurguJustin, asúmelo: Estás atrapado en Hufflepuff con toda su fauna y flora. Lo peor que te puede pasar es que te mueras de aburrimiento. Y lo mejor... siempre termina cuando uno menos se lo espera. Pero siempre habrá un amigo cerca para recoger tus ped...