•Crush• 'Bughead'

•2•

Ellos asintieron y yo corrí rápidamente al salón de clases, dejé mi cuaderno en mi mochila y cuando me giré, lo vi a él.

El chico de pelo y ojos lindos que está en mi clase. Mi corazón se acelera y mi sangre viaja a mis mejillas. Me quedo con un nudo en mi garganta y no se por que me pasa eso con un chico que no conozco.

Es que es súper lindo...

Él se me queda mirando y sonríe amablemente. —Hey, hola. Soy Forsythe Pendelton Jones III. Y tú eres Elizabeth... ¿Verdad?—

Yo sonreí nerviosamente y asentí. —Soy Elizabeth Cooper, pero normalmente me dicen Betty. Es un placer— Le contesté.

—El placer es todo mío, Betty— Me dijo, sonriéndome por última vez antes de salir del aula.

Cuando él se fue, yo sonreí y tomé aire. Salí de ese salón de clases aun con el corazón golpeando con fuerza en mi pecho y no se por que. ¿Así me pongo cuando estoy cerca de un chico extremadamente lindo?

¿Qué cosas estás pensando Cooper? Saldré de aquí antes de que mis nuevos amigos empiecen a preocuparse.

Regresé hacia ellos y los encontré discutiendo sobre no sé qué cosa porque cuando me vieron llegar guardaron silencio y me miraron, extrañados.

—Oye... te habías desaparecido y solo ibas a llevar tu cuaderno— Me dijo Verónica, divertida.

—Vi que Jughead también entró al salón— Avisó Kevin, alzando una ceja.

—Uh... Jughead— Me molestó Toni, mirándome con una ceja alzada.

Yo me sonrojé y los miré mal. —Por favor... no conozco a ese chico, es nuestro primer día de clases y no vine aquí a mirar a ningún chico— Les expliqué.

—Pero Jughead no se ve mal— Admitió Kevin.

—Sus amigos tampoco. Yo diría que son los chicos más guapos que han pisado esta universidad— Agregó Verónica.

—Oigan... tengo hambre. Vamos a la cafetería ya— Pidió Toni.

—Si... vamos— Les pedí también, empezando a caminar rumbo a la cafetería y ellos me siguieron.

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Llegó el viernes. Si, llegó muy rápido, lo sé. Fue una buena semana. No nos han dejado muchas tareas además de unas pequeñas investigaciones y me llevo muy bien con los de mi salón.

Verónica, Toni y Kevin son muy agradables. Ya apenas va una semana y creo que somos los mejores amigos. Me va muy bien en las clases porque soy inteligente, sin presumir.

Y ese chico... ese chico de ojos azules de mi salón de clases es extremadamente lindo. Lo siento, hay que admitirlo.

Creo que es el más lindo de este salón. Por Dios... ¿Que cosas estoy pensando? ¡Es mi compañero igual que los demás!

La maestra sigue hablando y yo voy lejos en mis pensamientos. Betty por favor, concéntrate.

Ah no... la clase ya finalizó. Bueno... menos mal.

Me asegure de guardar mis cosas antes de salir, pero cuando voy atravesando la puerta de mi salón, la maestra me llama. Diablos...

—Elizabeth... ¿Puedes venir un momento por favor?— Me preguntó la maestra, mirándome.

—Claro— Le respondí a la maestra y luego mire a mis amigos. —Los alcanzo en un momento. Adelántense—

Ellos asintieron y me miraron como si yo estuviera en problemas. Este es el momento de mi vida en el que me cuestiono todo lo que he hecho, a ver si he hecho algo malo.