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No sé qué fue lo que pasó. Lo último que recuerdo fue haber estado hablando con Jughead cuando me sentía horriblemente mal.

De repente todo se había apagado y fue como en fracción de segundos cuando volví a ver luz, pero estaba en un lugar totalmente diferente.

Abrí los ojos y observé que estaba en una habitación de... ¿Hospital? ¿Como? Y mi mamá estaba a mi lado y se veía muy afligida. Yo estaba en una cama con algo en mi brazo. Estaban introduciendo algo en mi interior.

—Elizabeth— Me habló mi madre, tomando mi mano y besándola. —¿Como te sientes cariño?—

Yo la miré y tomé aire, con algo de dificultad. —Mi cabeza está dando vueltas pero... ¿Que pasó? Yo estaba con los chicos en el aula—

—Sufriste un desmayo mi amor. Estabas en el salón de clases con tus compañeros. El niño que te llevó a la enfermería de la universidad se veía preocupado. Todos lo estaban y yo también— Me contó mi mamá.

—¿Que? ¿Quien me llevó a la enfermería?— Pregunté.

—¿Como me dijo que se llamaba? Es un muchacho muy apuesto por cierto. Es alto, pelo negro y abundante y ojos...

—¿Azules?— Terminé de hablar, mirándola. —¿Fue Jughead?—

—¡Si! ¡Lo tengo! Ese mismo— Aseguró.

Yo miré a mi mamá con los ojos abiertos como platos, los cuales volví a cerrar por lo molesta que era para mi la luz de la habitación.

—¿Jughead hizo que?— Pregunté, mirando a mi madre. Mi corazón se calentó.

—El te estaba agarrando la mano cuando te caiste mi amor. Te llevó a la enfermería y después me llamaron. Cuando llegué ese niño y tus compañeros estaban muy preocupados por ti y yo también estaba asustada. Te traje lo más rápido que pude al hospital y ya te practicaron varios estudios. ¿Te sientes mejor mi amor?— Me preguntó mi mamá, tomando mi mano.

Yo le sonreí y mi mente solo podía recrear los últimos segundos que recuerdo antes de desmayarme.

Parece que yo de verdad le importo.

—Ya me siento bien, mamá— Le asegure con una débil sonrisa tranquilizadora. —¿Cuando nos vamos?—

—Oh no linda. No tan rápido. El doctor vendrá con los resultados de tus exámenes a ver qué tienes— Me respondió y de repente mostró una sonrisa pícara. —Y... ¿Tu y ese muchacho son muy amigos?—

—Si...— Le respondí, mirándola con una ceja alzada. Ya se a donde va esto.

—¿Sabes? Harían una muy linda pareja— Supuso mamá, con una sonrisa de picardía.

—Mamá por favor... casi muero y no dejas tus locos chistes— Reproché, aunque estoy totalmente de acuerdo con ella.

—Buenas tardes— Saludó el doctor, entrando a la habitación con varios papeles en mano y mirándome con una sonrisa. —Que gusto que ya despertaras Elizabeth. ¿Como te sientes?—

—Mejor, gracias— Respondí, sonriéndole a ese amable doctor. Pero enserio quiero irme.

—¿Que le pasó a mi niña?— Le preguntó mi mamá al doctor. ¿Como que niña? ¿Cuantos años ella cree que tengo?

—Bueno... Elizabeth... según estos estudios...— Empezó el doctor, mirando atentamente los papeles que traía en mano. —Tiene anemia crónica. El bajo nivel de glóbulos rojos en su sangre le provocó esto y también el desmayo—

—Por Dios Betty... lo sabia. Sabia que el no comer te iba a hacer daño— Me reprochó mi mamá.

—No es para tanto mamá— Me defendí. —Pero... voy a estar bien... ¿Verdad?—

•Crush• 'Bughead' Donde viven las historias. Descúbrelo ahora