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Pero creo que con mis dudas estúpidas lo lastimé.

—Mira lo que hiciste— Señalé a Jughead mientras nuestro hijo lloraba. —Te dije que no gritaras con el niño presente— Extendí mis brazos para tomar a mi hijo.

—No. Déjamelo a mi— Contestó Jughead, alejando a Erick de mi mientras él lloraba. —Voy a encargarme de él, y no por obligación— Empezó a calmarlo.

Mientras tanto yo tranquilicé a Milo. Ni siquiera al perro le gusta que discutamos. Es la primera vez que tenemos una discusión así y es por mi culpa.

En solo minutos, Erick dejó de llorar en brazos de Jughead y hasta se quedó dormido. Estaba rojo como un tomate de tanto llorar, y eso me quebró.

—Vámonos a casa— Exigió Jughead, dejando a Erick en su coche. —Tráete a Milo—

Tome a Milo, le puse su correa y seguí a Jughead mientras él llevaba a Erick en su coche. Su silencio mientras nos dirigíamos a casa lo decía todo. Estaba enojado, y mucho.

Y tiene toda la razón para estarlo.

Ese fue el trayecto más incómodo. Llegamos a la casa en total silencio, sin dirigirnos la palabra. Cuando entramos, solté a Milo, él tomó agua y se fue a dormir a la cama que tiene en la sala de estar, en su propio rincón. Estaba cansado de tanto jugar.

Jughead subió las escaleras hasta la habitación con Erick en sus brazos. Yo lo seguí y cuando ambos entramos a la habitación del niño, él despertó y otra vez empezó a llorar.

Suspiré, mirando a mi hijo mientras lloraba. —Pásamelo Jug—

—¿Ahora también piensas que no cumplo bien con mi rol de padre?— Me preguntó, apartando a mi hijo de mí mientras lo arrullaba en sus brazos.

—Jug... para con esto, por favor— Supliqué.

Él me ignoró y calmó a Erick por si solo. Cuando nuestro bebé dejó de llorar, él lo dejó sobre la cuna y lo dejó un pequeño beso sobre su cabecita, susurrándole cuanto lo ama.

Es el mejor padre.

Después de dormir al bebé, el salió de la habitación sin ni siquiera mirarme o dirigirme la palabra. Esto me estaba recordando aquellos tiempos en los que yo moría por él y él me ignoraba.

Y eso dolía.

Lo seguí hasta que ambos llegamos a la sala de estar, en donde lo detuve, tomándolo de la mano. —¡Escúchame!— Supliqué.

Él se giró a mirarme, serio y con la decepción reflejada en su mirada. —¿Que pasa, Betty? Ya me dijiste todo lo que tenías que decirme—

—No quise lastimarte— Aclaré, con las lágrimas bajando por mis mejillas.

—Pero lo hiciste. Y esas lágrimas no van a borrar lo que dijiste. ¿Sabes? Yo pensé que lo estaba haciendo bien— Reclamó el.

—Y lo estás haciendo bien. No quise que lo interpretaras así. Es que... tenía miedo de que lo nuestro fuera pasajero y...

—Creíste que yo solo estaba jugando contigo. No tienes idea de lo mucho que cambie y me superé por ti. No tienes idea de todo lo que estoy dispuesto a hacer por ti y por ese maravilloso niño que me diste. Nunca será suficiente. No se por qué me esforcé tanto— Admitió, dándome la espalda.

—Por favor Jug... ¿Que tengo que hacer para que me perdones?— Le pregunté, acercándome a él, quedando frente a frente.

Él me miró. —Debiste empezar por no hacerme sentir como un mal novio o un mal padre— Me lo echó en cara para luego irse.

—¿A donde vas?— Le pregunté, antes de que él abriera la puerta.

Él me miró, con la puerta ya abierta. —Solo iré a dar una vuelta. Solo llámame si pasa algo con Erick— Avisó, saliendo de la casa, azotando la puerta.

De verdad lo arruiné. Solo me tiré en el piso para llorar como la estúpida que soy. Gracias a mi tuve mi primera discusión con mi novio.

Y él en parte tenía razón. Pero yo tenía dos opciones. Quedarme aquí y llorar el resto de la tarde o hacer algo para recuperar a mi novio. Tomé en consideración la segunda opción.

Jughead ama las hamburguesas y se como le gustan exactamente. Así que yo misma empecé a preparar una hamburguesa, tomando en cuenta todo lo que le gusta. Después de que la preparé, Erick despertó y lo fui a buscar para darle un baño.

Bañé y vestí a mi hijo. Parecía un muñeco con esa pijama de oso polar.

Las horas pasaban y Erick se volvió a dormir, pero Jughead no aparecía. Me daba miedo porque era la primera vez que pasaba esto y no sabía en donde o con quien estaba. Ni siquiera contestaba el teléfono.

Fui a tomar un baño, aprovechando que Erick dormía, y me vestí para la ocasión. Un vestido negro, corto y sin tirantes, solo para pedir disculpas.

Me quedé esperándolo y no llegaba. Lo llamé y él no contestaba el teléfono. Cuando estuve a punto de llamar a alguno de sus amigos, la puerta se abrió.

Jughead entró a la casa y yo sentí un gran alivio al verlo. Estaba igual. Al parecer solo estaba dando una vuelta.

—Jug...— Lo llamé, acercándome a él y abrazándolo. —Ya me estaba preocupando—

Él no me correspondió el abrazo, pero cuando me separé de él, me miró de arriba a abajo, como si estuviera sorprendido. —¿Y tu a donde vas? ¿Donde está Erick?—

—Erick está dormido y no voy a ningún lado— Aclaré. —Sígueme— Tome su mano.

Él tomó mi mano y juntos fuimos hasta la mesa, en donde estaba lo que yo le preparé, con dos velas al centro de la mesa.

Él miró todo, sorprendido, y luego me miró a mi. —¿Hiciste todo esto tú?—

Yo asentí. —No podía quedarme de brazos cruzados. Necesito que me perdones, Jug. Yo te amo y se que tu también a mi. Eres el mejor novio y padre. Pero también eres mi compañero, mejor amigo y confidente— Me acerque a él y besé dulcemente sus labios. —¿Me perdonas?—

Él me miró sin decir nada por un momento, hasta que atrapó mis labios en un beso que me quitó el aliento. —¿Como podría no perdonarte si te amo tanto?—

Sonreí y volví a besarlo. Un beso con mucha pasión y hasta algo de lujuria. Él con sus manos en mi cintura y yo con su rostro entre mis manos.

—Ahora ven a probar lo que te preparé antes de que se enfríe— Le susurré al oído tras separarnos del beso.

—Prefiero probarte a ti primero— Admitió, mordiendo levemente mi cuello. —A la habitación, ahora—

Genial... una noche apasionada con mi novio será mejor que comer hamburguesas.



Comerán otra cosa ahora 😏

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Comerán otra cosa ahora 😏

Pd: El profe no vino otra vez *grita*. Estaré editando los últimos capítulos de la novela...

Las ama...

Samy ❤️

•Crush• 'Bughead' Donde viven las historias. Descúbrelo ahora