Me costó dormir. Tuve una mala noche que quise compensar tomando una taza llena de café por la mañana a primera hora.
Volver a ver al único chico que de verdad me gustó y que al mismo tiempo me hizo tanto daño me afectó enserio. Es que... ¡Es tan egoísta!
No lo entiendo. Nunca entendí por qué él es así. He llegado a pensar que quizá es gay porque ni a Cora le peló.
Dejé de pensar en todo eso y fui a tomar un baño para arreglarme e ir a la empresa. Esa empresa ahora es mi vida, ya que solo soy una solterona con dinero.
Mi gran casa vacía. ¿Para que compre una casa tan grande si vivo sola? No se... porque me gustan las cosas grandes. Y Jughead es alto...
Okey... trata de soltar un poco ese tema Betty querida. Amor propio... ¿Recuerdas?
Salí de mi casa y subí a mi auto para conducir directo a esa empresa. Amo mi trabajo y es lo que siempre quise, y eso que antes no sabía mucho de números. Llegue a ese gran edificio de la gran Empresa Cooper y baje de mi auto. Saludé a todos los empleados y subí al ascensor para llegar a mi oficina.
Llegué a mi oficina y tomé más café para aguantar el día. Ese vacío dentro de mi que me consumía.
El ver a Jughead otra vez hizo que esos recuerdos con él volvieran a mi memoria y otra vez me hicieran sufrir tanto como aquella vez. Pensé que lo había superado.
Lo odio tanto... pero lo amo también.
—¿Betty?— Me llamó Verónica desde la puerta de mi oficina y sonrió al verme. —¡Aquí estas!— Chilló, corriendo hacia mi. —Maldita sea Betty... desapareciste anoche. Te llamé y no respondiste. ¿Que diablos te pasa?—
—¿La encontraste?— Preguntó Kevin, también entrando a mi oficina y mostrando una expresión de alivio al verme. —No nos hagas eso, chica. ¿A donde carajo te metiste anoche?— Reprochó, acercándose a mi. —¿Para qué tienes teléfono si no respondes las llamadas?—
Yo solté una pequeña risa y los miré a los dos. Estaban frente a mi y parecían padres enojados. La verdad no se que haría sin ellos.
—No es que te rías. Enserio dinos qué pasó ayer. ¿Por que te fuiste sin decirnos?— Preguntó Verónica.
Mi sonrisa se borró al recordar lo de anoche y tomé aire. —Perdón. No quise irme así. Es que... me encontré con alguien mientras ustedes estaban bailando—
—¿Quien?— Preguntó Verónica, curiosa.
—¿Te hizo algo? Porque si hizo algo dinos y Fangs, Verónica, Archie y hasta Cheryl y Toni le damos una paliza entre todos— Amenazó Kevin.
—Oh no... eso no será necesario— Me negué. —Es que... me encontré con mi crush de la universidad—
—¿Jughead?— Preguntaron Verónica y Kevin al unísono.
Yo asentí, bajando la mirada. —No lo puedo creer... después de tanto tiempo aún se ve tan bien... hablamos un poco y estuvo bien—
—Más le vale— Dijo Kevin, apretando su puño.
—Pero... ¿Cual es el problema Betty?— Me preguntó Verónica.
—Es que...— Tomé aire. —Tocamos algunos temas del pasado y recordé cosas que pensé que ya había olvidado pero no es así. Él y yo tenemos cosas pendientes, al parecer—
—Ay B...— Respondió Verónica, acercándose más a mi escritorio y abrazándome.
—No sufras más por ese imbécil Betty— Sugirió Kevin, también abrazándome junto a Verónica. —Eres demasiado para un idiota como él—
—Te conseguiremos un novio que valga la pena Betty. Ya verás— Aseguró mi amiga pelinegra, separándose del abrazo junto a Kevin.
—No gracias— No acepté. El amor apesta y los hombres son unos estúpidos.
—Perdona pero... ¿El llegó a tener algo con Cora?— Se atrevió a preguntar Kevin.
—¡Kevin!— Lo regañó Verónica, pellizcándolo.
—¡Ay!— Se quejó Kev, mirando mal a mi mejor amiga.
—Oigan oigan...— Les llamé la atención. —No. Ellos no fueron nada más que amigos y ahora Cora está con Reggie— Les informé.
—No entiendo. ¿Acaso Jughead es gay?— Se preguntó Kevin.
—Basta Kevin. Soltemos ese tema de Jughead y vamos a hacer feliz a Betty— Sugirió Verónica, mirando a Kevin con una expresión de complicidad.
Kevin también me miró con una expresión que ya conozco y no quiero. —No... Kevin, no— Me negué.
El idiota de mi mejor amigo no me escuchó y junto a Verónica se abalanzaron sobre mi y me hicieron cosquillas hasta ponerme como un tomate.
Sinceramente si me hicieron olvidar un poco el dolor, pero se tuvieron que ir y yo tuve que trabajar. No es muy bueno ser la jefa a veces.
Terminé mis quehaceres en la empresa y cuando salí del edificio entré al auto y empecé a conducir hacia mi solitaria casa grande y vacía.
La parte más dura del día porque me recuerda lo sola que estoy en este mundo. Mis amigos tienen a sus parejas y mi mamá vive viajando.
Pero bueno... llegue a mi casa y cuando baje de mi auto y llegue a la puerta principal, encontré algo muy inusual y que me sorprendió demasiado.
Había un gran ramo de rosas blancas en la puerta y tenían una nota. La levanté y cuando leí la nota decía...
"Un ramo de rosas blancas significa que te pido perdón por todo lo que te hice pasar. Lo siento".
Solo eso decía. No tenía nombre, pero esa letra se me hacía familiar. ¿Será de Jughead?
Imposible. Ese estúpido nunca haría algo así y mucho menos por mi. Me llevé ese ramo de rosas blancas conmigo cuando entré a casa para tratar de averiguar quien me las mandó.
Me tiré a mi gran y cómodo sofá en medio de la sala de estar y me quede mirando aquellas rosas blancas atentamente. ¿Quien diablos me enviaría eso?
En eso tocaron la puerta de mi casa y me levanté rápidamente del sofá, asustada. No son mis amigos porque esos locos ya ni tocan la puerta y solo me gritan.
¿Quien? Averigüemos.
Dejé el ramo de rosas blancas sobre el sofá y fui a abrir la puerta. —¿Quien es?— Pregunté, claro. No valla a ser un secuestrador o narco.
—Betty... soy yo. Lo siento— Respondió la voz de un chico que conozco perfectamente y me dejó helada.
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La dejó helada👀 a partir de aquí empieza lo bueno 😨
Pd: Chicas... ustedes las que me siguen, votan y comentan... no saben lo especiales que son para mi y ustedes me motivan a seguir dando lo mejor 🥺 amo escribir y ustedes hacen de esta experiencia mas bonita ❤️ las amoo con todo mi ❤️
