Yo lo miré y me puse tan nerviosa que no me salieron palabras. Asentí y me quite mi bata y él empezó a hacer lo mismo.
Lo vi quitársela y... por favor... que sexy.
Ya estoy perdida y mi mente no deja de producir este tipo de pensamientos. Me rindo.
Él me pasó la bata que tenía y yo tomé la de el. Me la puse y me quedaba perfecta, pero lo que más me fascinaba era ese olor que le quedó.
Olía a el, y olía maravilloso.
Okey... frenaré un poco Betty Cooper. Ahora la bata que Jughead tiene le queda mejor que la otra.
—Atención chicos— Avisó la maestra, mirándonos a todos. —Hoy vamos a realizar una serie de experimentos en este laboratorio y pongan mucha atención porque quiero un informe sobre esos experimentos. Después de salir del laboratorio cada grupo elaborará su informe. Sólo un informe por pareja. ¿Entendido?—
—Maestra— La llamó Reggie. —¿Usted está queriendo decir que después de estar en el laboratorio tenemos que hacer un informe? Pensé que sólo eran los experimentos—
—Si... y no son sólo los experimentos Regginald. ¿Algún problema?— Le preguntó la maestra, con una sonrisa.
Reggie negó y tomó asiento y entonces nos acomodamos mejor para hacer los experimentos con sustancias químicas.
La maestra nos pasó los utensilios y los químicos con los que vamos a experimentar y solo podía mirar lo mucho que Jughead se concentraba en mezclar bien las sustancias mientras yo sólo lo miraba como una estúpida.
—Betty— Me llamó, mirándome. —¿Lo quieres intentar?— Me preguntó, pasándome un tubo de ensayo y un matraz con diferentes sustancias químicas.
—Oh... está bien— Acepté, tomando ambos recipientes hasta que casi se me caen.
—Cuidado...— Me advirtió Jughead, ayudándome a agarrar ambos recipientes.
Mis manos rozaron con las suyas y sentí algo parecido a la electricidad en mi cuerpo. Mi respiración paró por un momento y me sentí extraña.
—Soy tan torpe...— Me lamenté en un susurro.
—No eres torpe Betty. Creo que es mi culpa por pasártelo tan rápido— Me contestó Jughead, tomando los recipientes y dejándolos sobre la mesa.
—No es tu culpa— Negué, avergonzada porque pensé que él no había escuchado eso.
—Tampoco tuya— Aseguró el, sonriéndome. —Vamos. Voy a ayudarte—
Yo lo pensé pero luego asentí y los dos hicimos los experimentos juntos. Fue fascinante ver el color y la textura que tomaban las sustancias que utilizamos.
Pero la mejor parte fue tenerlo tan cerca de mi... mis manos tocando las suyas y lo mucho que me cuidaba y me ayudaba a manejar esas sustancias.
Es el chico más tierno del mundo.
—Muy bien muchachos— Habló la maestra nuevamente. —Hemos terminado por hoy. Retírense sus batas y déjenlas organizadas. Quiero que me envíen ese reporte hoy mismo y que lo hagan en pareja. La que le tocó. ¿Entendido?—
—¡Entendido!— Respondimos todos al unísono.
Devolvimos las batas y salimos en orden del laboratorio. Mis amigos se fueron con las parejas que les tocaron. Verónica está con Archie, Toni con la pelirroja y Kevin está con Fangs.
Ellos me miraron, divertidos, y yo los fulminé con la mirada hasta que una mano tomó mi brazo.
—Betty. ¿Nos juntamos ahora para hacer el informe?— Me preguntó, mirándome.
Mis nervios casi no me dejan hablar, pero lo logré. —Si... claro. ¿En mi computadora?—
El asintió con esa maldita sonrisa que me enloquece. —Claro. Pero sabes que podemos hacerlo en la mía—
Mi piel se erizó cuando escuché eso. Maldita mente mal pensada. —Está bien, pero lo haremos en la mía ahora—
—De acuerdo. ¿Donde la tienes?— Me preguntó.
—Está en mi mochila. Vamos— Le avisé.
Los dos empezamos a caminar hacia nuestro salón de clases y yo no sabia como sentirme. El tenerlo tan cerca de mi, caminando a mi lado, me encantaba.
Llegamos al salón de clases y yo tomé mi computadora de mi mochila y lo miré. —¿A donde nos vamos para hacer el informe?—
—Vamos a la biblioteca— Me sugirió. —¿Que dices?—
Yo asentí con una sonrisa y ambos nos dirigimos a la biblioteca. Nos sentamos en una mesa apartada de las demás y yo abrí mi computadora para empezar a trabajar.
No habían muchos chicos. Normalmente a esta hora no se ven muchas personas en la biblioteca.
—Jughead... dame los nombres de los químicos que usamos— Le pedí, concentrada en mi computadora.
Él me pasó sus apuntes y yo empecé a digitar. Él me ayudó muchísimo. Es un chico muy listo y le gusta ayudar.
—¿Estamos terminando?— Me preguntó Jughead, mirando mi computadora, muy cerca de mi. —Valla... la buena noticia es que falta poco—
Yo asentí y lo miré a él. Estaba tan cerca de mi que yo podía sentir su respiración y nuestros cuerpos estaban casi unidos. El solo miraba la computadora atentamente, leyendo todo mientras yo sólo lo miraba a él.
—Está muy bien, Betty. Eres buena redactando— Me felicitó, mirándome con esa típica sonrisa y tomando mi mano.
Mi corazón se aceleró un poco más y mis nervios llegaron a las nubes. Pero ese contacto tan cercano no duró mucho.
—¿Me dejas terminar el informe? No es que lo estes haciendo mal... pero quiero ayudarte un poco más— Me dijo.
—Lo tengo bajo control. Lo puedo terminar— Le aseguré, sonriéndole.
—Déjame terminarlo Betty... por favor— Me suplicó.
—Bueno... está bien— Terminé aceptando.
Él tomó la computadora y lo vi terminar el informe. Es tan bueno en todo lo que hace...
—¿Que dices?— Me preguntó, pasándome la computadora.
Yo tomé mi computadora y leí la conclusión que él había desarrollado. Cielos... él es demasiado listo.
—Está perfecta— Aseguré y le di a una tecla. —Lo envíe con una hora de anticipación—
