Yo también estaba muy muy asustada. ¿Que se supone que pase entre nosotros ahora?
Jughead seguía muy nervioso, dando vueltas por toda la habitación. Juraría que parecía que le iba a dar un infarto o se iba a desmayar.
Lo que él no sabe es que yo también tengo mucho miedo, y aún más porque él no me estaba dando ninguna respuesta.
—Jug... ¿Estas bien?— Le pregunté mientras lo veía aún dando vueltas alrededor de la habitación.
Él me miró y se pasó una mano sobre el cabello, muy nervioso y frustrado. —Estoy bien... estoy bien. Pero... oh por Dios...— Suspiró. —¿Como? ¿Que haremos?—
Aclare mi garganta y lo miré. —No se lo que estas pensando... pero yo quiero tenerlo. Voy a tenerlo—
Él no me respondió y solo me miró con ese terror en sus ojos hasta que la puerta de la habitación se abrió, dejando ver a mi amiga morocha.
—Perdonen la interrupción— Se disculpó Verónica, mirando mal a Jughead y luego mirándome a mi. —Por Dios... ¿Que les pasa? ¿Vieron un fantasma? En fin... hay alguien que vino a verte y esta muy preocupado Betty—
—¿Chuck?— Pregunté. Estoy casi segura de que es el.
—Ese mismo. ¿Lo dejo pasar?— Me preguntó Verónica.
Yo asentí y vi como Jughead se puso tenso al instante. El pobre ya estaba demasiado estresado y yo también. Estaban pasando demasiadas cosas y me costaba procesar todo.
Verónica se esfumó, pero luego apareció Chuck y entró a la habitación. Ahí Jughead se puso mucho más tenso.
—¿Tu que haces aquí?— Le preguntó Jughead a Chuck, enojado y estresado.
—Jughead... basta— Le exigí, mirándolo. —Creo que necesitas salir a tomar algo de aire o te vas a desmayar. Yo quiero hablar a solas con él, por favor—
—Nosotros no hemos terminado— Me lo recordó, acercándose a mi y mirándome fijamente.
—Jughead... por favor. Yo te mandaré a buscar. Solo serán unos minutos. Ve a despejarte— Le pedí.
Él me miró a mi, luego a Chuck y salió de la habitación, cerrando la puerta delicadamente. Ahí Chuck se acercó a mi y me abrazó con cuidado.
—Perdón por tardar. Mi teléfono estaba apagado y cuando lo encendí vi llamadas perdidas de Verónica. Luego me entero de que tuviste un accidente y vine lo más rápido que pude. ¿Como estas?— Me preguntó el.
—No lo se— Confesé.
—¿Pasó algo con Jughead? ¿Te estaba molestando o te hizo o te dijo algo?— Preguntó Chuck.
—Solo hablábamos y le di una noticia que lo dejó... así— Le respondí y tome aire. —Quise hablar a solas contigo porque has sido una persona increíble y mereces saber algunas cosas—
—Tu eres maravillosa Betty. Dime— Me puso atención.
Suspiré, mirándolo. Odio hacerle esto a él, pero merece la verdad. —Lamento que yo no pueda corresponderte como lo mereces. Lamentablemente me tocó enamorarme del equivocado. Pero eso no es todo. Ahora hay algo mucho más grande—
—Tranquila. Entiendo que no se puede forzar al corazón, pero no te sientas mal por eso— Me animó. —Aquí estoy—
—Bueno... ahora resulta que tendré un bebé con... con él— Confesé, avergonzada.
Él abrió los ojos como platos y también noté la desilusión en su mirada. —Eso es hermoso, Betty. Un hijo es un regalo. Pero no me habías dicho que Jughead y tú tenían algo...
—Es que no teníamos nada. Solo estuvimos juntos esa noche y pasó esto. Soy una estúpida que quedó embarazada en su primera vez— Me quejé.
—Oye... no hables así sobre ti. Está bien. Si esto pasó, es por algo. Ahora ama a ese niño o niña y se que serás una madre increíble. Y si él no llega a tener las agallas para cuidar de ese niño, quiero que sepas que estaría dispuesto a ser su otro papá— Me dijo, sonriéndome para luego retirarse de la habitación.
Por favor... ¿Por que no puedo amar a un hombre que está dispuesto a bajarme hasta las estrellas y en cambio me enamoro de un hombre que me hizo sufrir?
No entiendo mucho las cosas del destino.
En eso Jughead volvió a entrar a la habitación y se veía mucho más calmado. Se acercó a mi y tomó mi mano.
—Escucha... ahora lo pensé mejor. No se que pueda pasar entre nosotros. Pero quiero que sepas que me gustas de verdad Betty, y mucho. Y ahora vas a tener un bebé que es mío. No de ese tipo que te consiguió Verónica. Y ahora que lo pensé mejor, lo menos que puedo hacer es aceptar al bebé— Me dijo, mirándome fijamente. —Prometo que de ahora en adelante no te haré sufrir más y te apoyaré en todo lo que tenga que ver con nuestro bebé. Voy a ser el mejor papá que pueda llegar a ser y por mi no les faltará nada a los dos— Besó mi frente.
Sonreí y otra vez empecé a llorar. Tengo unas incontrolables ganas de llorar todo el tiempo y no se por qué. Jughead me abrazó y en ese mismo momento volvieron a entrar mi mamá, Kevin, Verónica, Toni y Cheryl.
—Perdona hija. Tus amigos están preocupados— Dijo mi madre.
—¿Que pasó? ¿Que le haces a Betty?— Preguntó Kevin, enojado.
—Relájate por Dios...— Exigió Toni, rodando los ojos.
—Veo que están muy cariñosos. ¿De que nos perdimos?— Preguntó Cheryl, curiosa.
Suspiré y miré a Jughead. Él me miró como si pidiera autorización para hablar, pero yo lo quería hacer.
—Estoy embarazada y Jughead es el papá— Confesé.
Fue como una bomba hacia mi mamá y mis amigos. Quedaron en shock y no sabían como reaccionar.
—No tienes consideración...— Murmuró Kevin, mirando mal a Jughead y acercándose a él, amenazante.
—¡No, Kevin!— Exigió Verónica, reteniéndolo.
—¡No te cansas de hacerle daño!— Le gritó Kevin a Jug.
—¡Basta Kevin!— Le grité y luego me calmé. —El cometió errores, pero ahora él es el papá de mi bebé y por favor te pido que lo respetes. Al menos inténtalo. ¿Si?—
Kevin me miró a mi, a Jughead y luego se tranquilizó. —Está bien. Te salvas porque Betty te ama, lamentablemente—
—¿Tendré un nieto?— Preguntó mi mamá, con un brillo en sus ojos.
—Así es, mamá— Aseguré, sonriéndole a ella y luego a Jughead.
—Traviesa Betty— Dijo Toni, divertida.
—Hay cosas que no nos cuentas, pequeña traviesa— Habló también Cheryl.
Reí levemente y luego el doctor llegó, avisándome que me podría ir a mi casa el día de mañana.
Hoy fue un día lleno de emociones y no se que me espera en el futuro, pero descubrí que mi crush si me quiere y que ademas tendré un hijo con el que me gusta.
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