Pasaron dos semanas de las que no me quejo. Me va muy bien en las clases aunque no nos dejen respirar con tantas tareas y tengo unos amigos fantásticos.
Y ahora también tengo un crush. Si... lo admito. La verdad es que estoy loca por ese niño de mi salón.
Es inteligente, sencillo y además muy muy sexy. No habla mucho con nadie y de alguna manera eso lo hace más atractivo.
Y no... ya no me esfuerzo por controlar estos pensamientos porque es imposible.
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Terminó otra aburrida clase en la que casi me dormí hasta que llegó el recreo. Yo me puse de pie y seguí a mis amigos para llegar a la cafetería.
Vi como Jughead desaparecía entre la multitud de estudiantes. Parece que le gusta estar solo porque lo veo apartarse de los demás con frecuencia.
Ese chico es un misterio.
Dejé mis pensamientos de lado y caminé con mis amigos mientras estos discutían sobre no sé qué tema, porque yo andaba en las nubes.
Tomé mi desayuno y perdí de vista a mis amigos. No sabia a qué mesa se habían ido hasta que una sexy voz gruesa llamó mi atención.
—¡Betty!— Me llamó Jughead desde la mesa en la que estaba, solo el. —Aquí—
Yo no lo pensé dos veces antes de ir hacia él y sentarme frente a él. —Hola Jughead—
—Betty, qué gusto tener el honor de desayunar contigo— Me respondió, empezando a tomar de su jugo sin dejar de mirarme.
Yo sonreí mientras también empezaba a tomar jugo y hubo un breve silencio entre nosotros. Sinceramente no sé qué decir.
—Tu no me dijiste que edad tienes— Le recordé a Jughead, mirándolo. Lo siento pero tenía que buscar un tema de conversación.
Jughead soltó una pequeña risa. —¿De verdad lo quieres saber?— Me preguntó.
—Yo... solo si tú quieres— Le respondí. No se por que, pero siento que metí la pata.
—Oye... tranquila— Me dijo. Al parecer notó mis malditos nervios. —Tengo veinte años—
Yo abrí los ojos como platos e intente disimular mi asombro. Juré que era más chico. —Oh... tú también eres un niño. Incluso pensé que eras más joven—
—¿Niño yo? Betty... pocas personas están en la universidad con solo dieciocho años. Tú y Kevin son dos niños en esta universidad— Me aseguró el.
—¿Que puedo decir? Empecé temprano— Me justifiqué, encogiéndome de hombros. —Cuéntame un poco sobre ti— Le pedí.
—¿Que puedo contarte?— Me preguntó, aclarando su garganta. —Ya conoces mi nombre así que obviaré esa parte. Vivo cerca de la universidad, tengo padres, claro, y tengo una hermana menor. Su nombre es Jellybean y tiene quince años—
—Interesante Jughead— Le respondí, mirándolo. Mis nervios ya no eran tantos. —Yo vivo muy cerca de la universidad también. Vivo con mi mamá y mi papá vive al otro lado de la ciudad. No tengo hermanos pero no me quejo por ser hija única—
—Ser hija única suena interesante Betty. Quisiera serlo a veces. Ser el hermano mayor y tener el cargo a veces no es fácil— Me confesó, mirándome.
Yo lo miré y ese contacto visual fue muy interesante y sentí algo que no podía describir en el momento hasta que Cheryl y Verónica se acercaron.
—¡Aquí estas Betty!— Chilló Cheryl, mirándome a mi y luego a Jughead. —Hola vago—
—¿Vago?— Preguntó Jughead, mirándola, divertido.
Yo rodé los ojos y luego la miré con mi sonrisa mejor fingida. —¿Que sucede?—
—Te estábamos buscando. No interrumpimos nada. ¿Verdad?— Preguntó Verónica, mirándonos a los dos.
—Oh no. Yo me juntaré con los chicos ahora— Avisó Jughead, poniéndose de pie y mirándome a mi. —Nos vemos después, Betty—
—Nos vemos luego Jughead— Me despedí yo también, poniéndome de pie y encontrándome con las extrañas miradas de mis amigas. —¿Que?—
—¿Como que qué?— Preguntó Cheryl, divertida. —Como que estas hablando mucho con el chico Jones—
—Es verdad. Ustedes... ¿Que se traen?— Me preguntó mi amiga la morocha.
—Ay por favor... ustedes saben que todos aquí son mis amigos— Les dije. Lo que ellas no saben es lo loca que me trae ese niño.
—Como sea... vamos. Los demás nos esperan en el parque de la universidad— Me avisó Verónica, tomándome de la mano.
Yo la seguí mientras ella casi me arrastraba por los pasillos hasta que llegamos al pequeño parque de la universidad, aunque de pequeño no tenía nada.
Nos sentamos sobre el suave césped y empezamos a conversar mientras comíamos tostitos con su salsa y tomábamos refresco. Cosas normales de chicos que aun no superaban que ya no eran adolescentes. Estábamos Toni, Verónica, Cheryl y yo.
Cero chicos.
Yo no decía nada y solo me divertía escuchando las locuras que ellas decían. No tengo amigas normales, definitivamente.
—Oigan...— Habló Verónica, aclarando su garganta. —Ya me estoy aburriendo. Díganme a cual chico consideran lindo en esta universidad—
—Bueno... está bien. ¿Que dicen?— Preguntó Cheryl, mirándonos a mi y a Toni.
—Yo no quiero jugar eso— Me negué. Mi mente solo puede visualizar a Jughead.
—¿Por que no?— Me preguntó Toni, divertida y aclaró su garganta. —Empezaré yo. Chicos lindos en esta universidad están Fangs y Reggie tampoco se ve mal—
—Estoy totalmente de acuerdo contigo. Pero no dejes atrás a Archie— Exigió Verónica, divertida.
—Bueno... Archie tampoco se queda. Y su amigo Jughead... uff... ese niño es lindo— Aseguró Cheryl.
Yo miré a Cheryl y no pude evitar sentir algo extraño en mi pecho. ¿Acaso son celos? ¿Celos por alguien a quien apenas conoces?
—Y tu estas muy callada Betty— Me dijo Cheryl, mirándome. —¿No nos dirás tu punto de vista sobre los chicos de la universidad?—
—Ah y olvide mencionar a Kevin. Nuestro amigo Kevin también es lindo— Habló Verónica.
—Verónica... queremos escuchar a nuestra hermana Betty— La interrumpió Cheryl, con su mirada fija en mi.
—Ah si... Betty por favor...— Me suplicó Verónica, mirándome.
Me sentía acorralada y es porque lo estaba. Las atentas miradas de mis amigas sobre mi y la verdad es que yo no quería dar mi punto de vista porque solo podía pensar en él.
—Te escuchamos Betty— Me insistió Cheryl.
AcOrRaLaDa 😳Con mucho trabajo y clases para mañana... se despide...
Samy ❤️
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•Crush• 'Bughead'
FanfictionBetty Cooper se siente terriblemente atraída hacia Jughead Jones, pero el chico apenas le habla. ¿Esto podría cambiar?