La verdad no tengo ni puta idea de que pasó. Solo se que escapaba de Jughead y de repente todo oscureció y perdí la consciencia. No sentía ni recordaba nada y así fue por tanto tiempo que pareció una eternidad.
Así fue hasta que sentí mi cuerpo reactivarse y empecé a abrir lentamente los ojos. Solo veía luces blancas. ¿Acaso estoy muerta?
No... confirmé eso cuando sentí dolor en todo el cuerpo. Era como si algo me hubiese golpeado muy fuerte y se sentía horrible. También sentí que tenía algo clavado a mi mano.
Cuando pude abrir por completo mis ojos, noté que estaba en una cama, en una habitación. Pero no era mi habitación. Era una habitación de... ¿Hospital? Pero... ¿Como?
—Elizabeth— Me habló mi mamá, acariciando mi rostro. —Elizabeth...
La mire aunque sentía que agonizaba y le sonreí débilmente. —Mamá... aquí estas. ¿Puedes explicarme qué pasó? No recuerdo mucho...—
—Oh Elizabeth... descansa por favor. Lo que pasó es que tú ibas saliendo de la empresa, saliste corriendo y un auto te golpeó. Eso fue lo que me dijeron tus amigos— Me contó mi mamá. —¿Tu que recuerdas?—
—Bueno... yo recuerdo que estaba hablando con... ¿Sabes que? Olvídalo— Le pedí, quejándome. Enserio me duele cada parte de mi cuerpo.
—¿Quieres que llame a tus amigos? Están ahí afuera y están preocupados— Avisó mi mamá.
—Está bien— Acepté.
Mi mamá se retiró de esa habitación, sonriéndome con una cara que me destrozó. Se ve que había llorado mucho. Seguramente la asusté y ella quizá pensó que yo moriría.
En minutos mi mamá volvió y entraron también Verónica, Kevin, Toni y Cheryl. Vi sus rostros y parecía que también habían estado muy preocupados. Dios... odio preocupar a mi familia y amigos de esa manera.
—¿Como estas Betty?— Me preguntó Verónica, acercándose más a mi.
—Estoy bien— Aseguré aunque no fuera verdad, regalándoles una débil sonrisa.
—Nos diste un buen susto Betty— Me dijo Kevin, acercándose y tomando mi mano.
—Por favor ten más cuidado la próxima vez— Me advirtió Verónica.
—No nos vuelvas a hacer esto Betty— Me pidió Toni.
Yo les sonreí. —No se que haría sin ustedes— Confesé.
En eso entró el doctor con varios papeles en sus manos y eso me dio miedo. No me gustan los hospitales ni los doctores.
—Buenas tardes— Saludó el doctor y me miró. —Señorita Cooper... ¿Como se siente?—
—Me duele todo el cuerpo doctor— Le dije la verdad.
—¿Ya está bien?— Le preguntó mi mamá al doctor, preocupada.
—Solo fueron algunos golpes— Aseguró el doctor. —Pero hay algo de lo que tengo que hablar con Elizabeth. Solo con ella— Aclaró.
—Bueno... salgamos pero... no es nada malo. ¿Oh si?— Le preguntó Verónica al doctor.
—Depende— Dijo el doctor.
Eso los asustó a ellos y a mi. Me dejaron sola con el doctor que tenía algo importante que decirme y ahí tuve miedo de verdad.
¿Será que voy a morir y aún no lo se?
—Hola Elizabeth— Me saludó el doctor, sentándose frente a mi. —Escuche... ¿Usted sabe lo afortunada que es?—
—Eso creo— Contesté. Quisiera que fuera directo al grano.
—Por suerte el auto solo la golpeó y la dejó inconsciente. Pero pudieron pasar peores cosas— Aseguró el doctor, echándoles un ojo a esos papeles que tenía en mano y volviendo a mirarme.
—Lo se... pero... ¿Eso era? ¿Que son esos papeles?— Le pregunté, con mucho miedo a la respuesta.
El doctor tomó aire, mirándome. —Y no solo fueron esas cosas las que pudieron pasar. Elizabeth... tiene mucha suerte. Usted esta embarazada—
Eso me cayo como una piedra gigante sobre mi. Pensé que había escuchado mal. —¿Pe... perdón? Repítame lo que dijo por favor—
—Usted está embarazada. Tiene unas siete semanas, Elizabeth. Pudo correr el riesgo de perder a su bebé— Me dijo el doctor.
—Pero... eso es imposible...— Negué, con las lágrimas bajando por mis mejillas. —Yo... yo me cuidé—
—Algo tuvo que fallar. Aquí dice claramente que usted está embarazada y si quiere le hacemos los estudios otra vez. Se que es una noticia difícil de procesar. Tenemos que seguir evaluándola a usted y a su bebé para determinar si están en condiciones de regresar a casa. Y en caso de que no quiera al bebé le puedo recomendar a unos expertos en aborto—
—¡No!— Le grité. No se... esto es demasiado... pero mi instinto me obligó a negarme. Sentí que no podía dejar que hicieran eso. —No quiero hacer eso—
—Buena elección— Me felicitó el doctor, poniéndose de pie con una sonrisa. —Vendré más tarde con noticias— Se despidió y se retiró de la habitación.
Ahí me quedé, procesando lo que acababa de pasar. Es que... siento que quiero desmayarme. ¿Como es posible? ¿Enserio hay una vida dentro de mi? ¿De verdad estoy embarazada? ¿De verdad tendré un hijo?
Eso no puede ser posible por favor... no quiero hijos todavía. Y lo peor del caso es que seguramente quedé embarazada cuando lo hice con él... pero nos cuidamos y eso es imposible.
Tenía que hacerle caso a mi mamá cuando me decía que lo mejor era no hacer nada.
—Betty...— Me llamó mi mamá, entrando a la habitación con Verónica y Toni tras ella, solamente.
—¿Que te dijeron?— Preguntó Verónica, preocupada.
Yo no tenía ganas de hablarle a nadie. Mi mente solo podía concentrarse en que un doctor me dijo que estoy embarazada y yo no lo quiero creer. No lo voy a creer.
—¿Que tienes Betty? ¿Que pasó?— Me preguntó Toni.
Yo no les podía responder. Solo empecé a llorar al saber todo lo que iba a pasar de ahora en adelante por el asunto de ese bebé. No quiero bebés, pero tampoco quiero deshacerme de él.
Es mi hijo. Mi hijo y el del hombre que amo. Por favor... no estoy lista. Metí la pata otra vez y ahora hay consecuencias.
—Betty...háblanos. ¿Que te dijo el doctor? ¿Que tienes?— Insistió mi mamá.
—Betty... el vagabundo está ahí afuera— Avisó Cheryl, entrando a la habitación. —Parece que le va a dar algo. Kevin lo está reteniendo—
—¿Acaso está loco? ¿Después de todo el daño que te hizo? No lo dejen entrar— Exigió Verónica, enojada.
—No— Negué y tome aire. —Déjenlo entrar porque necesito hablar con él—
Bueno... díganme. ¿Se esperaban eso? 🤰🏻El profe no vino hoy 🥳
Samy ❤️
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•Crush• 'Bughead'
FanfictionBetty Cooper se siente terriblemente atraída hacia Jughead Jones, pero el chico apenas le habla. ¿Esto podría cambiar?