Ésta es tu oportunidad de decirle lo que sientes Betty.
—¿Betty?— Me llamó al notar lo callada que estaba y sonrió, divertido. —¿Que piensas?—
—¿Yo? Bueno... pensaba en... en algo que tengo que decirte— Dije. Dios... mi corazón se saldrá de mi pecho.
—¿Y que es?— Preguntó Jughead, con toda su atención en mi, impaciente.
—Yo...— Tome aire y mire hacia la puerta del aula cuando escuché que se abría.
—Betty... ¿Que estás haciendo aquí? Falta poco para la clase. Ven— Me exigió Verónica desde la puerta.
Yo tomé aire y me puse de pie, mirando a Jughead con una sonrisa. —Jug... nos vemos luego. No sabes cómo disfruté por fin tener un pequeño tiempo de calidad contigo— Confesé.
Él me sonrió. —Tienes razón y lo mismo digo. Hasta luego Betty— Se despidió.
Lo abracé y él me abrazó y así nos despedimos, intercambiando miradas. Amo cuando nuestros ojos tienen ese contacto tan cercano y directo y por fin siento que nos volvemos a conectar.
Lo sé... en realidad no se lo dije. No le confesé que me gusta y así me regresé a mi aula, en donde Kevin ya me esperaba en su asiento al lado del mío y con una mirada acusadora que conozco perfectamente.
—Betty...— Murmuró Kevin mientras yo tomaba mi asiento. —¿Donde estabas? ¿Que hiciste?—
Yo solo suspiré, decepcionada. —Tuve la oportunidad perfecta y no lo hice—
Kevin negó con la cabeza y note la decepción en su rostro. —Ay Betty Cooper... tienes que decírselo ya, por favor— Empezó a regañarme. —No es bueno que lo sigas ocultando—
—Lo se... es que me da mucho miedo lo que pueda pasar. ¿Y si deja de hablarme? ¿Y si pierdo su amistad? No lo quiero perder— Admití. Realmente me da miedo perderlo.
—Que no lo vas a perder. Escucha... me imagino que es lo suficientemente maduro como para entenderlo. Además... es solo para que lo sepa, Betty. No es que le vas a pedir matrimonio ni nada de eso— Me aclaró Kevin, divertido. —Imagina nunca decirle. Te quedarías con ese nudo en la garganta y sufrirías en silencio. ¿Entiendes? Solo hablen como dos personas maduras lo harían—
Yo asentí a todo lo que Kevin dijo porque tiene razón, pero creo que él sabe demasiado. —Un momento... ¿Acaso tú sabes quien me gusta exactamente? Creo que sabes demasiado—
Kevin tomó aire, miró a su alrededor y se acercó a mi oído. —De acuerdo... está bien. Se que es Jughead Jones quien te gusta— Admitió.
Mi sangre llenó mis mejillas y lo mire, atónita. —¿Que? Pero... nunca te dije quien era. ¿Como lo sabes?—
—Se cosas Betty— Aseguró Kevin. —Pero tranquila. Esto no saldrá de aquí—
—Ustedes dos— Nos habló Verónica, acercándose a nosotros con los brazos cruzados. —Ustedes se traen algo. ¿Que ocultan?— Preguntó.
—Nada— Mentí rápidamente. —¿Qué íbamos a estar ocultando?—
Verónica nos miró a ambos con una ceja alzada, luego tomó aire y arrastró uno de los asientos para sentarse frente a mí y a Kevin. No habían muchos chicos en él aula y los que había estaban en otra cosa.
—Chicos... se que hemos estado un poquito separados estos días. Pero ustedes dos se pasan el día juntos y secreteando cosas y se supone que somos amigos. Me estoy sintiendo excluida y estoy empezando a creer que ustedes no confían en mi— Expresó Verónica, mirándonos a ambos. —Ustedes pueden confiar en mi—
Kevin y yo nos miramos, sin saber qué responder. Sinceramente notamos que Verónica de verdad se sentía mal.
—Bueno... no voy a decir que lo que estás diciendo no es verdad, Verónica— Habló Kevin. —Pero la que tiene el poder de decidir qué hacer es Betty— Me miró.
Yo mire a Kevin y luego a Verónica, quien me miraba como si esperara una respuesta de mi parte.
Después de todo ella es mi mejor amiga y estaría mal ocultarle ese tipo de cosas.
—Yo...— Empecé. —Verónica... eres mi mejor amiga y no seria justo que yo te oculte cosas. Verás... Que esto no salga de aquí—
—Betty... soy tu mejor amiga y nunca divulgaría lo que me cuentes. Vamos... a confianza— Me dijo mi amiga morocha, tomando mi mano.
Le sonreí y tomé aire. —Me gusta un chico V. Me gusta un chico desde hace un tiempo y Kevin me estuvo animando para decírselo y tuve la oportunidad perfecta y no lo hice—
Verónica me miró con los ojos abiertos como platos y se cubrió la boca con ambas manos para no chillar. —¿De verdad? O por Dios... ¿Esta aquí?—
—Yo...— Empecé hasta que Kevin me interrumpió.
—Betty... ya. Puedes decir la verdad y sabes de qué estoy hablando— Me dijo Kevin, mirándome.
Yo mire a Kevin y luego a Verónica nuevamente, quien me miraba fijamente.
—Puedes confiar— Aseguró Verónica, sonriéndome.
Otra vez tome aire, mirando a mis dos mejores amigos. —Me gusta un chico y ese chico es Jughead Jones— Confesé en voz baja.
Una vez más Verónica se cubrió la boca con ambas manos para no chillar y Kevin solo negó con la cabeza mientras nos miraba a ambas.
—Pero... ¿De verdad?— Me preguntó Verónica, aún atónita.
—Si...— Confirmé, sonrojada.
—Pero no se lo dijo cuando podía— Me regañó de nuevo Kevin, mirándome.
—Kevin...— Respondí, mirándolo mal.
En eso llegó la maestra para la última clase de hoy y nos acomodamos en nuestros asientos. El arrepentimiento no me dejaba en paz.
Tuve la oportunidad perfecta y la dejé pasar.
La clase no fue muy tediosa, por suerte, y cuando terminó, salí con mis amigos Verónica y Kevin y nos quedamos frente al edificio del campus, conversando.
—Eso no es nada malo. ¿Saben?— Habló Verónica, mirando a su alrededor para asegurarse de que nadie estaba viendo. —A mi me gusta Archie Andrews—
—¡Oooh!— Exclamamos Kevin y yo.
—Aunque yo ya lo sabia— Confesé, encogiéndome de hombros.
En eso vi a Jughead salir del edificio, solo, y entonces Verónica y Kevin solo me miraron y yo los mire a ellos.
—Tu oportunidad— Murmuró Verónica, tocando mi hombro.
—Hazlo, hazlo, hazlo— Me susurró Kevin, dándome leves empujones.
—Ya... está bien— Acepté, alejándome de ellos y dirigiéndome hacia Jughead.
Voy caminando firme y con la frente en alto hacia el que me gusta, dispuesta a decirle hoy.
Hoy mismo.
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¿Y ahora si lo hará? Espero que si porque yo ya lo hice ayer🙂
