•Crush• 'Bughead'

•7•

—Te escuchamos Betty— Me insistió Cheryl.

Un nudo se formó en mi garganta y no me dejó hablar. En lo único que podía pensar era en la imagen de Jughead y sus ojos, cabello y cara perfecta.

—Betty...— Me insistió también Verónica.

—Buenas tardes chicas— Saludó Reggie, apareciendo entre nosotras junto a Jughead y Archie.

—Buenas tardes chicos. Estábamos hablando de ustedes, por cierto— Admitió Cheryl.

Verónica la fulminó con la mirada y luego miró a los chicos con una sonrisa. —Cosas buenas chicos. No se preocupen—

—Descuiden. Sabemos que ustedes no dirían cosas malas de nosotros— Aseguró Reggie, sentándose junto a nosotras en el círculo y mirando a Toni. —¿Verdad?—

Toni rodó los ojos y luego asintió con una sonrisa. —¿Que los trae por aquí?— Preguntó.

—¿Creyeron que dejaríamos que ustedes hicieran este tipo de actividad solas?— Nos preguntó Archie, sentándose al lado de Verónica y mirándola. —¿Verónica?—

—Está bien Archie, también son bienvenidos— Aseguró mi amiga la morocha, con una sonrisa.

Cuando levanté la mirada me encontré con la de Jughead, quien se había sentado a mi lado y cuando mi mirada se cruzó con la de él, me sonrió.

—Hola de nuevo, Betty— Me saludó, mirándome.

—Hola Jughead— Le respondí, sonriéndole.

—¿Que hacían?— Me preguntó en voz baja, mirándome.

Yo abrí mi boca para responder hasta que Verónica se me adelantó y habló ella.

—Solo teníamos conversaciones de chicas mientras comíamos. ¿Quieren?— Les ofreció Verónica, señalándoles a los chicos los nachos y el queso derretido y refrescos.

Ahí fue cuando esos chicos empezaron a comer como unos animales... por Dios...

Pero Jughead no. Mi Jughead comía como un hombre educado y se veía sexy haciéndolo.

Maldita mente perversa Betty.

—Ya que estamos todos aquí... juguemos algo interesante— Propuso Verónica, mirándonos a todos.

—Oh no...— Murmuró Toni. De hecho... yo también tengo miedo.

—¿Que propones Verónica?— Le preguntó Archie, con su mirada fija en ella. Juraría que tienen algo.

—Juguemos verdad o reto— Propuso mi amiga de pelo negro.

—Ay Verónica... eso es muy cliché y es para niños— Reprochó Cheryl, rodando los ojos.

—Cheryl tiene razón. Hagamos otra cosa— Sugirió Toni.

—No— Se negó Reggie. —Yo me apunto. ¿Acaso tienen miedo?—

—Oh no amigo. Yo también me apunto— Aseguró el pelirrojo y miró a Jughead. —Me imagino que tú también—

—Yo no quiero jugar a eso— Se negó Jughead, poniéndose de pie. —Nos vemos luego—

Lo vi irse y sinceramente me sentí tan mal... no se por que. Él tiene la libertad de irse cuando quiera. ¿Por que me siento tan vacía cuando él se va?

—No amigo— Habló Reggie, tomando el brazo de Jughead, deteniéndolo. —Vas a jugar si o si—

—De hecho... yo tampoco quiero jugar— Avisé, poniéndome de pie. Pensándolo bien... no me conviene jugar porque no se mentir.