Capítulo 49

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Para la hora en la que Eider despertó y salió de su habitación, los demás ya estaban abajo tratando de descifrar cómo usar la cocina de Eider. Tenían hambre desde hace horas y no podían hacer mucho con el poco conocimiento que tenían sobre la comida humana y su preparación.

—No debe ser tan diferente como las cocinas en nuestro mundo —le escuchó decir a Solaneus —. Solo necesita un poco de fuego.

—Preferiría que no tocarán para nada la estufa o la cocina en general, no es tanto por su seguridad, es por la mía en realidad —explicó —. Ustedes fácilmente pueden sobrevivir una explosión, yo no.

—Parece que los artefactos humanos son más peligroso de lo que imaginaba.

—Algunos solamente.

—Tenemos bastante hambre, podrías ayudarnos a cocinar.

—No soy una experta en la cocina, pero puedo hacerles unos huevos revueltos.

Agradecieron la ayuda de Eider, todos se apartaron de donde estaba la estufa para que Eider pudiera hacer el desayuno sin alguna interrupción. Le ayudaron muy poco, porque a Eider no le gusto como rompían los huevos. Terminó haciendo todo ella, tuvo que cocinar bastante de todo, incluso pensó que los huevos no eran suficientes por las grandes cantidades de comida que suelen devorar. Todos se sentaron en el comedor para desayunar, cada uno con una grande porción de huevos revueltos y un poco de tocino, acompañados de jugo de naranja o café.

—¿Saldremos el día de hoy? —preguntó Kailynn.

—¿Les gustaría salir? —Todos a excepción de Donovan, negaron con la cabeza, se les veía muy cansados —. No se ven del todo bien.

—Retener nuestra magia también llega a ser agotador —le explicó Dominik —, mantener la exacta apariencia de Donovan la mayor parte del tiempo hace que me canse con exagerada rapidez.

—El viaje con tu madre nos tiene agotados porque tuvimos que parecer normales todo ese tiempo, danos unos días para descansar.

—No hay problema para mi, no tengo planes de momento, me quedaré a descansar con ustedes hasta que algo se me ocurra. El viaje también me cansó, pero fue por razones muy distintas a la de ustedes.

Comieron el resto de su comida en silencio, el cansancio se les tomaba demasiado, no entendía Eider como era que se veían con tan poca vida si ayer estaban bien. Cada uno gastó su energía de cierta forma, Solaneus mantuvo una tormenta por mucha horas, eso le dio una idea a Eider de porque estaba tan desanimado. Aunque con todo y cansancio, Eider notó como Solaneus veía a Donovan durante la mayor parte del desayuno, no era tanto una mirada de enojo, se veía pensativo, como si estuviera tratando de descubrir algo en él.

—Estuvo delicioso el desayuno. —Solaneus desvió su mirada a Eider y le sonrió —. Muchas gracias, Eider.

Se puso de pie y su plato desapareció del lugar donde estaba sentado, se fue a la sala y se recostó en el sillón más largo que había. Los demás fueron haciendo lo mismo que Solaneus hasta que solo Donovan y Eider quedaron en el comedor.

—¿Ocurre algo malo? —susurró Eider.

—No, solo tienen que descansar, no recobran sus energías tan rápido como en nuestro mundo.

—Tu no pareces tan cansado como los demás.

—No estuve reteniendo mi magia de la misma forma que ellos, recuerda que la usé en varias ocasiones durante nuestro viaje. A pesar de eso, también me gustaría descansar, no estoy de humor para peleas el día de hoy.

—Eso es bueno. —Donovan tomó la mano de Eider y le dio un beso tras asegurarse de que no lo estuvieran viendo —. Un secreto, ¿verdad?

—De momento, si.

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