Capítulo 51

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5:18 a.m.

La habitación estaba en completa oscuridad, la luz del amanecer no era suficiente para iluminar el lugar, por eso fue sencillo para Donovan esconderse entre las sombras. Estaba de pie junto a la cama sin saber como acercarse o despertar a un humano sin causar pánico. Se acercó lo más que pudo y tocó su hombro, unos cuantos toques, al no obtener respuesta, comenzó a sacudir el hombro con cuidado.

—¿Qué? —balbuceó —. ¿Eider?

—Donovan.

—Oh, Donovan —murmuró y volvió a acomodarse en su cama, hasta que comprendió quien estaba en su habitación —. ¡Donovan!

Se sentó en la cama, llevó la manta hasta su pecho para cubrirlo de la mirada de Donovan. Respiraba con dificultad ante tan horrible presencia, Donovan causaba miedo de día, pero de noche era un tipo de miedo diferente, un monstruo sacado de las peores películas de terror.

—Tranquilo.

—¡¿Qué mierda haces en mi habitación?! —gritó —. ¿Cómo entraste en mi hogar?

—Por la puerta, la seguridad de tu hogar no es buena, es terrible en realidad.

—Te quiero fuera de mi habitación.

—Tenemos que hablar.

—¿No pudiste esperar hasta que saliera el sol? La gente normal no entra en los hogares de las personas, mucho menos en sus habitaciones y los ven dormir.

—No pensé que sería un problema.

—Pareces un asesino oculto entre las sombras, creí que me daría un infarto.

—Es temprano, la noche terminó, la ciudad está recibiendo el día, creí que era el momento indicado para hacerte una visita.

—No vuelvas a hacer eso, si quieres hablar conmigo hazlo cuando este vestido, no cuando estoy dormido en mi hogar.

—¿Por qué te cubres con ese pedazo de tela?

—No estoy usando nada más que ropa interior, estaba dormido —respondió con molestia —, no estoy presentable para visitas.

—No creí que fueras el tipo de hombre que se avergüenza de su cuerpo, pensé que eras orgulloso de tu belleza.

—No me avergüenzo, solo que no me parece correcto que el novio de mi hija me vea en ropa interior.

—Es un cuerpo, no entiendo.

Con enojo, Joel se levantó de su cama, arrojó la manta lejos y camino hasta su armario con Donovan siguiéndolo. Llevaba solo un bóxer negro, tenía un cuerpo grande, sin sus usuales trajes, a Donovan le pareció musculoso, se le hizo tan distinto a la imagen elegante que siempre presentaba ante el mundo.

—No me veas mientras me visto —le pidió Joel mientras buscaba entre su ropa algo rápido para cubrirse —, no hagas esto incómodo, no más de lo que ya es.

—Tu piel es tan parecida a la de Eider —murmuró Donovan con asombro al ver su blanca piel —. Tiene su cuerpo increíblemente similar al tuyo, Katherine no se ve así.

—¡Donovan! —lo regañó —. Esa mierda no se dice, no compares mi cuerpo semidesnudo con el de mi hija, tampoco con el de mi ex esposa.

—Tienes un vocabulario desagradable, ahora entiendo de quién Eider aprendió a hablar de esa manera.

Se colocó unos shorts negros en un tiempo record, luego una suave camisa de algodón blanca. Se ocultó de la mirada de Donovan, no tenía vergüenza de obsérvalo. Cada parte del cuerpo de Joel llamaba su atención, era tan humano pero a la vez fuerte, algo que nunca notó en Joel, lo creyó como alguien frágil hasta que observo su cuerpo debajo de tanta ropa.

Príncipe del Desastre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora