Capítulo 27

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La Tierra.

Llegaron hasta la camioneta de Eider, un medio de transporte que se le hizo común en la vida de Donovan, pero no para los recién llegados. Le mostró a Kailynn cómo subirse a la camioneta y él mismo abrochó su cinturón para mantenerla a salvo.

Su actitud cambió por completo, no estaba molesta por la discusión que tuvieron minutos antes, solo lo observaba como si tuviera muchas preguntas. Algo que Donovan tomó como normal, estaban en un mundo desconocido, esperaba que lo invadiera de preguntas.

—Solo serán unos minutos de aquí a mi hogar —le avisó a Kailynn —, si te sientes mal puedes decirme.

—No te preocupes por mi, Eider. A mi no me asustan los vehículos.

Puso su camioneta en marcha cuando todos tenían sus cinturón y sin obtener alguna mala reacción de los Kair. Jamás pudo ser precavida de esa manera con Donovan, ya que al momento de conocerlo no creía en su magia y cientos de historias. Sintió tristeza al pensar que lo expuso a demasiadas actividades desconocidas, que pudieron dañarlo, lo presionó sin pensarlo a actuar como un humano.

—¿Cuanto tiempo piensas estar aquí? —No hubo una respuesta, nadie sabía cómo regresar a su mundo, ni cuanto tardarían en resolver ese problema —. ¿Tienen algún plan?

—Por el momento no hay un plan —habló Dominik —. Hay una gran posibilidad de que nuestro rey nos regrese a nuestro mundo, sin embargo eso puede tardar un tiempo.

—Usaron a nuestro rey como fuente de energía para venir a tu mundo —le explicó Donovan a Eider —, eso significa que no tiene fuerza en estos momentos, puede qué hasta este su cama sin alguna posibilidad de moverse o hablar.

—No podíamos venir con nuestra magia, moriríamos.

—Por ese acto de egoísmo, nuestro reino está en un estado débil, pídanle al universo que no llegue el ejército de Laark que sin rey o príncipes está acabado.

—Nuestra reina está bien —aclaró Kailynn —, solo está dormida, el té también lo tomó ella, su poder está intacto, ella protegerá el reino.

—No puedo creer que dejarán a nuestra madre para que luchara por nuestro reino.

—Yo no puedo creer que tenga a la realeza en mi camioneta —se metió Eider a la conversación —. Debo mantenerlos con vida, que gran responsabilidad.

—Con nuestra magia, es poco probable que algo humano pueda matarnos, no tienes que preocuparte por nuestras vidas en este mundo, estamos a salvo mientras tengamos nuestra energía.

No dejaban de ser una gran responsabilidad para Eider, tenía a hijos de reyes junto a ella, una princesa y dos príncipes, una futura reina y un futuro rey. Cuando creía haber aceptado a Donovan y su mundo, llegaban más cosas, en ese instante seres, que la abrumaban.

—¿Vienen a ayudar a Donovan? —Eider no sabía de que hablarles, no los conocía como a Donovan con quien podía quejarse de todo, ya que desde que lo conoció para ella fue un humano.

—No necesariamente —respondió Kailynn mientras admiraba las calles por las que pasaba —, yo vine a conocer este mundo, Dominik vino a conocerte y de paso llevarnos al príncipe.

—Que lindo, nadie jamás había viajado desde otro mundo para conocerme.

—Todas las conversaciones familiares son sobre ti, con nuestro rey viendo a Donovan y con Dominik conectado a su mente, daba de mucho que hablar. Todos teníamos curiosidad de conocer a la luz más linda y brillante que Donovan había conocido en su vida.

Príncipe del Desastre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora