Capítulo 25

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9:27 p.m.

La lluvia disminuyó su intensidad a los pocos minutos de que Donovan dejó a la chica en un vecindario seguro. Caminó desde ese momento sin un rumbo fijo, al menos eso pensó hasta que estuvo frente al hotel del padre de Eider. Vagamente tomó un camino conocido sin darse cuenta, llegando a un lugar familiar, incluyó llegó a creer que terminó ahí intentando rastrear a Eider.

Con su magia cambio de vestimenta, por un traje que no podía levantar sospechas para poder entrar al hotel. Lo reconocieron de inmediato en cuanto entró al hotel, avisaron a Joel Carter de su llegada para que Donovan lo esperara en la recepción.

—Parece que quieres verme más que mi propia hija —Llegó a los pocos minutos de que le avisaron de su llegada —. Es una sorpresa tenerte aquí tan tarde, ¿ocurre algo?

—Estaba caminando por la ciudad, por alguna razón terminé aquí —Joel no podía creer el cuento de que camino por la ciudad, su ropa no estaba mojada —. Eider me dejó hace unas horas, no dijo a que lugar iría, imaginé que usted sabría dónde está.

—Por la hora que es, imagino que está en la fiesta de su madre —dijo con la vista en su costoso reloj —. ¿Tuvieron una discusión?

—Creó que tomó mis palabras de mala manera, no la culpo han sido días duros para ella —Olvidó la fiesta de la que Eider habló por completo —, quiere tiempo lejos de todas las personas que le causan conflicto.

Un brillo se apoderó de Donovan en las pocas horas que Joel no lo vio, algo que lo hizo verse distinto. La piel, el cabello y sus ojos brillaban, sin importar su estado de ánimo, algo que a Joel le pareció curioso dadas las circunstancias.

—No pensaba ir a la fiesta, pero ahora que estás aquí imagino que podemos ir —Con Donovan ahí tenía una buena excusa para asistir a la fiesta donde no se le invitó —. No quería ir solo, ahora ya te tengo como acompañante.

—Sinceramente no creo que sea una gran idea que me lleve hasta esa fiesta, Eider no desea verme en este momento.

—En algún momento tendrás que verla, mejor que sea durante una fiesta que solos donde estén incómodos de encontrarse —lo animó —. Conociendo a Katherine, estoy seguro que Graham estará ahí, es su forma de resolver los problemas.

Así era Katherine, prefería resolver los asuntos en un lugar donde no hubiera privacidad para evitar disgustos, así todos se controlaban para no hacer una escena. La familia de Graham estaba invitada, ellos no solían perderse de fiestas por lo que Joel aseguró que los verían en ese lugar. Había un plan oculto en todo ese evento, uno que Joel planeó arruinar llevando a Donovan para que Graham jamás se acercará a Eider, evitando que se llevara acabo la reunión que Katherine planeaba para ellos.

Obligó a Donovan a subir a su camioneta, lo llevaría hasta la fiesta para arruinar cualquier plan. No tuvo que pensar demasiado una vez que le avisaron de su presencia en el hotel, vio a Donovan como una señal para asistir e impedir disgustos a su única hija, fue su perfecta excusa.

—Deben hablar Eider y Graham, es algo necesario —habló Donovan durante el camino a la fiesta —. No es de su agrado, ni del mío, hay demasiados problemas entre todos nosotros, pero entre ellos hay discusiones pendientes que deben cerrarse por siempre.

—Eider es un poco como su madre, evitará las discusiones hasta que no pueda con el remordimiento o hasta que sienta la presión de Graham para hablar de sus problemas.

—Hay temas que Eider debe tratar antes de iniciar una relación, tiene un miedo al abandono que es inmenso, algo preocupante para mi. No parece querer dejar ir tan fácil a Graham a pesar del daño que se han hecho todo este tiempo, no puede dejar ir.

Príncipe del Desastre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora