Extra

1.5K 94 67
                                    

Anuncio del compromiso.

Kairlan

Ningún sirviente quiso ayudar vestir al príncipe Donovan, no después de estar por asesinar al comandante. Por esa razón, la realeza tuvo que ayudar a vestirlo, acomodando los broches dorados en su blanco traje, peinando su cabello negro entre regaños. Mientras tanto, el príncipe se mantuvo quieto, dejando que lo vistieran a su antojo, sosteniendo la corona dorada con ambas manos para no atacarlos con sus garras.

—Tenemos pendiente la plática del anillo —le regañó Dorian —, al igual que el traje negro que usaste en la presentación, también el tema de tener sexo en cualquier sala del reino, sin mencionar tus ataques de ira, como tu odio por el comandante del reino.

—También la masacre de seres en la frontera, una que hiciste estando ebrio —añadió Solaneus quien le colocaba la capa en sus hombros con cuidado —. Además me mandaste al maldito bosque cuando te encontré dentro de Eider en la sala de cuadros.

—De una vez reclámenme por nacer —murmuró Donovan con molestia.

Le pinchó con un broche que colocó mal, haciendo que los colmillos de Donovan brotaran de la irritación y el dolor. El rey de Drocor le pegó en la boca sorprendiendo a Donovan y haciéndole cerrar la boca.

—No me amenaces con esos colmillos, no eres un niño —continuó arreglándolo como si jamás le hubiera pegado en la boca —, ni una bestia.

El rostro de Donovan se ruborizó por el golpe, sus colmillos desaparecieron pero su molestia continuó, en especial por la sonrisa burlona de Solaneus al verlo ruborizado. Se le calentó el rostro y no dijo nada.

—Tu atuendo está listo, pareces todo un hombre de luz, un heredero —apreció Dorian, satisfecho con su trabajo —. Este es un traje del que puedes estar orgulloso, no como el de anoche.

—Aquel traje representaba a Eider, no a este reino —aclaró Donovan —. Usaría más el negro si se me diera la oportunidad.

—El color representa otro reino, no lo olvides.

—Solo estás molesto porque la reina usó rojo.

—Tu madre es un tema aparte.

Quiso reír, pero contuvo la risa, solo enfurecería al rey y no lo quería molestó durante el anuncio del compromiso. Había suficientes seres molestos con los que lidiaría después de hacer el anuncio, evitó añadir a su padre y al rey de Drocor.

—Está algo sentimental, últimamente recuerda bastante el reino del que provino —informó Solaneus —. Sé le pasará.

—En pocas palabras se dio cuenta de lo mierda que son ustedes con los seres de fuego —añadió Donovan a la conversación, fallando en su plan de no hacerlos enojar —. Tardó unos siglos pero lo hizo. Sabía que de alguien, Kailynn sacó lo ciega.

Los reyes se miraron, compartieron la molestia por la acusación de Donovan. Sus sentimientos por los seres de fuego cambiaban cada que obtenían información sobre sus planes con Eider. Desde que se hizo presente la conexión de la realeza hacia el mundo humano, los reyes tomaron como enemigos al reino de Vulkanyn.

—Lo que sintamos por los seres de fuego no es de tu incumbencia.

—No sé si lo han notado, pero soy un ser de fuego, la mejor de sus armas pues no quedaron muchos seres de fuego después de que Vulkanyn desapareciera —continuó Donovan —. Se expresan horrible de los seres de fuego a pesar de lo mucho que se beneficiaron de mi fuego durante la guerra y hasta el momento, lo mucho que los beneficia tenerme.

Príncipe del Desastre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora