Príncipe del Desastre

Capítulo 15

11:08 p.m.

El tiempo se había ido volando para Joel y Donovan quienes tenían una conversación muy abierta sobre la historia que Donovan le estaba contando desde que fueron por las hamburguesas. Donde Joel hacía de todo tipo de preguntas para entender lo que se le estaba contando, empezó creyendo que era todo una mala broma, pero mientras más le contaban, más se interesaba, el tono de Donovan lo tenía encantado.

— En esa época la magia estaba en su máximo poder, los reyes tenían un control impresionante y digno de admiración, estaban conectados a sus tierras, a todo su territorio y a sus reinos de manera que eran uno— estaban fuera de la camioneta sentados en la cajuela— fueron los mejores años para todos esos reinos, la guerra no era algo común para resolver los problemas, reinos ya desaparecidos estaban en la cima junto con los demás.

— ¿Neverek y Vulkanyn formaban parte del mundo?

— Así es, formaban parte de la unión, sus reyes mantenían contacto con los otros reinos, incluso los visitaban como su gente, la oscuridad no era un problema, su evolución no había llegado al punto de no soportar la luz o los cambios climáticos, no existía ese tipo de sensibilidad.

— Imagino que con tanta libertad, la paz gobernaba.

— No del todo, siempre existirían los problemas entre reinos aunque nada comparado a lo que sería mucho después. Sin tanta guerra o preocupaciones, la magia era más un placer que una necesidad, con calma podían llegar a tener control absoluto de los poderes.

— ¿Qué ocurre cuando tienes completo control?

— La imágenes del libro hablaban por sí solas, la fusion entre el reino, su gente, la magia y los reyes al igual que sus tierras y criaturas lograban crear seres poderosos— aún podía recordar esas imágenes de lo cientos de libros que había leído— los reyes de Kairlan tenían las alas de los Karius, sus bellas plumas doradas los hacían volar, poseían una increíble visión y les crecían garras donde antes tenían uñas. La sangre era tan pura y poderosa que eran creados por el mismo reino para ser así de perfectos.

No solo los reyes de Kairlan podían ser como sus criaturas, los antiguos reyes de Drocor eran como sus Wendroks, podían estar bajo el agua sin dificultad, nadar como si siempre hubieran vivido dentro del mar con dientes como púas llenos de veneno. Los reyes de Hikaun se hacían como sus Himpas, logrando ocultarse entre todos los terrenos por la habilidad de camuflarse al igual que trepar los árboles más altos de los reinos.

Los reinos como Laark tenían sus criaturas nocturnas, perfecta visibilidad en la oscuridad, colmillos repletos de veneno como sus Gothlaks, ojos hipnotizantes y aterradores. Lugares aterradores tenían criaturas aterradoras como en Vulkanyn que al igual que Kairlan sus criaturas podían volar lo que significa que sus reyes también.

— ¿Hablas de algún tipo de reptil?

— Puede ponerse de esa manera, mi... madre contaba que por tu espalda brotaban alas escamosas, nada como una ave y por la frente se formaban cuernos, tus manos se hacían garras y los dientes se volvían colmillos, los ojos si tenían la apariencia de un reptil, así facilitaba la visión entre tanta oscuridad.

— Convertirse en criaturas de tu propio reino— repitió tratando de imaginarse como se verían los reyes de los que Donovan hablaba— ese es un gran poder.

— No solo es un gran poder, es llegar a tu capacidad máxima de magia— era más que solo un poder para Donovan— eres tu reino, todo lo que viene en tu sangre brota de tu piel, lo que eres, la esencia de uno mismo, como el universo te quiso crear.

— ¿Y que ocurrió con tanto poder?

— Se fue junto con la paz, Vulkanyn y Laark tuvieron problemas, entraron en guerra donde los otros reinos tuvieron que meterse para evitar que acabaran con sus especies. La guerra duró por muchos años hasta que el volcán en Vulkanyn hizo erupción dañando su reino y extinguiendo todo tipo de vida llevándose parte de Laark junto a ese reino lo que llevó a más guerras.