Kyojuro es un miembro importante de la família Rengoku, pues sería quién tomaría el cargó de jefe en la empresa familiar, después de todo era Hijo mayor de Shinjuro Rengoku, dueño de la empresa quién por años estuvo dirigiendola de una buena forma.
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Nezuko corría por todos los pasillos y secciones que pudo. Ya estaba cansada.
No sabía en qué otra sección ir a buscar.
Fue en las que creyó que el niño podía estar, lugares donde había juegos y cosas así.
Hasta que su mirada se encontró con su hermanito...¿Y Kanao?..
Esto la sorprendió. Vio que su hermanito iba agarrado de la mano con aquella chica, y tenía un libro de astronautas en la mano.
Kanao se lo había comprado, puesto que Rokuta no traía dinero, y se veía muy ilusionado con el libro. A si que Kanao se lo había comprado.
Cuando ella preguntó por la familia de Rokuta, este le dijo que vino con sus hermanos y que lo ayude a buscarlos, así que está no tuvo problemas con eso.
Nezuko no espero más, y corrió hacia dónde ellos estaban, lágrimas cayeron de sus ojos, había encontrado a su pequeño. ¿Qué haría ella si algo le pasaba a sus hermanos, los cuales amaba con todo su ser y eran su única familia?. Agradecía al cielo el haberlo encontrado.
Si algo le pasaba... nunca se lo perdonaría.
─¡Rokuta!,¡Hermano!.─exclamó Nezuko hasta que llegó a el.
─¿Hermana?,¡Hermana!.─grito el niño con alegría y la abrazo en cuanto está llegó hasta el.
Nezuko abrazo a Rokuta con todas las fuerzas del mundo. Y seguía llorando. Esto sorprendió a Kanao.
Sabía bien... esa era hermana de Tanjiro. La recordaba, entre ambas no hubo mucha conversación enrealidad. Pero sabia que era tan buena persona como Tanjiro.
¿Acaso esto... era coincidencia?, Claro, de seguro que si.
O... Tal vez no. ¿Era una forma de decirle que seguiria involucrada con los Kamado?, no, prefería olvidar a Tanjiro... Esto sólo hacia que lo recordará más.
─¿Dónde te metiste...?,¿Qué hacías con esta joven?.─Nezuko finalmente se separó de aquel abrazo, tomando las mejillas de su pequeño hermano.
─Ella... es Kanao,¡Es muy bueña conmigo!,¡Mila lo que me compo!.─le mostró aquél libro.
─Que bonito mi niño... pero...¿Qué hacías con ella?.
Kanao finalmente decidió hablar.
─Lo encontré en la biblioteca... no sabía que era tu Hermano, lo encontré por pura casualidad...
─Ya veo... Gracias por haberlo cuidado.─respondió con una sonrisa débil, seguia llorando.
─No lloles helmanita. ─Rokuta puso sus manos pequeñas en las mejillas de su hermana.
