Capítulo 32: Eres mi esposa.

699 41 0
                                    

Dylan

Le envío las mejores fotos a mi mamá y pongo el teléfono sobre la mesa. Tomo mi taza de té para beber y veo por el espejo del microondas que está detrás de Mack, que Johnny está entrando por la puerta del patio trasero y viene hacia acá.

—Mack... sígueme la corriente. —pongo la taza en la mesa y empujo mi silla hacia atrás. Me levanto rápido, agarro la mano de Mack y la jalo hacia mí, haciéndola que se ponga de pie.

—¿Qué? ¿De qué...? —no hay tiempo para decirle que pasa. Solo pongo ambas manos sobre su rostro y la beso.

Ella trata de quitarse, pero no dejo que se aleje de mí. Da apenas unos pasos hacia atrás cuando topa con el mostrador de la cocina y ya no puede moverse.

No quiero asustarla o que piense que la estoy forzando, me separo un poco de sus labios y susurro —sígueme el beso, te explico en un minuto —y vuelvo a besarla.

Esta vez no pone resistencia. Siento como sus manos dejan de estar tensas en mi pecho, las baja poco a poco hasta que me abraza por la cintura y deja de apretar sus labios. Los abre y los mueve junto con los míos y es como si besarnos fuera algo que hiciéramos siempre porque nuestros labios encajan perfectamente. Y besarla se siente mejor de lo que imaginé cuando quería besarla esta mañana cuando esquiábamos. También se siente mucho mejor que cuando nos besamos el día de la boda.

—Eh... perdón que interrumpa —habla Johnny.

Me aparto de Mack despacio, sin dejar de verla y ella me lanza una mirada como diciendo "ahora entiendo". Me doy media vuelta para encarar a Johnny y él está sonriendo como "pícaro".

—¿Qué pasa? —digo en un suspiro como si hubiera interrumpido algo muy importante y porque me quedé un poco sin aliento después de besar a Mack. Me mantengo delante de ella como si la estuviera protegiendo.

—Julia dijo que hay otra botella de whisky por aquí. No sé en donde exactamente la tenga —observa las cosas que están sobre la mesa y alrededor de la cocina.

Yo veo la botella que está cerca del lavaplatos y asiento hacia ella.

—Oh... —camina hacia el lavaplatos y la toma en sus manos. Después no sabe si irse o seguir hablando conmigo, solo mantiene esa sonrisa estúpida en su cara y me mira asintiendo como si dijera "buen gusto" o algo así. Algún comentario idiota que le gustaría decir en voz alta. —sigan en lo suyo. —guiña un ojo y vuelve a caminar hacia el pequeño pasillo para ir al patio.

Mack alarga un suspiro. La miro, está mirando a la nada, mordiéndose las uñas.

—Problema resuelto. —digo y vuelvo a mi silla.

Ella asiente y su movimiento es apenas visible —Que asco que un hombre respete más a otro hombre, que a una mujer —dice ella.

Y tiene razón. Muchos hombres respetan más cuando una mujer le dice que tiene pareja, que cuando le dice "no".

—Cierto. Pero al menos ya no estará tratando de acercarse a ti ahora que vio...lo que acaba de ver.

—¿Y si les dice a los demás? ¿Qué vamos a decirle a Julia? No podemos decirle que nos besamos para que él nos viera.

—Podríamos decir que... no lo sé. Que estábamos tomando una foto para facebook. —me encojo de hombros. —No creo que él le diga exactamente como nos estábamos besando.

—Supongo que no —dice, pero no está muy convencida.

Y no se ha movido de donde está, en dónde la besé, creo que la puse un poco incómoda.

Dame un año (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora