Capítulo 59: Una vez más.

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Mackenzie

Termino de acomodar mis cremas y mi maquillaje en el mueble del cuarto de Dylan y voy a la sala donde él esta esperando a que llegue Julia.

—Todo listo. —me tiro en el sillón a un lado de él.

—Eso es lo último. —dice. —Ya no tendrás que fingir frente a mi familia. Serás libre. —dice riendo como si fuera una broma.

No quiero ser libre, quisiera decirle. Quiero quedarme con él. Y ahora me siento intranquila porque no le he dicho que ahora Dante es mi vecino. Y que me besó. No es que le importe, pero creo que debería saberlo.

—Antes de que lleguen todos... tengo que decirte algo. —aliso la falda de mi vestido, como si estuviera arrugada, pero es porque no quisiera verlo a la cara.

Pero quizás cuando le diga que Dante me besó, la reacción de Dylan me diga si le gusto o no y tal vez me de coraje para decirle que me gusta... o tal vez no.

—¿Qué pasa?

—El otro día fui a mi departamento a llevar cosas... para empezar a desocupar un poco tu cocina que tengo acaparada con todos mis materiales y... Dante estaba ahí.

—¿Y... hablaron o algo?

—Si... le dije que lo disculpaba.

—Pues... eso está bien. —asiente mirándome. Y sonríe. —Me alegro. ¿entonces entiendes que él lo hizo por ayudarte?

Dylan si que es buena persona. Sigue defendiendo a Dante. Siempre lo defendió aunque me dijera que no.

—Supongo que sí. —me encojo de hombros. —dijo que como yo no iba a aceptar el dinero que... tomó de mi cuenta, iba a donarlo al orfanato donde está Amy.

—Eso es genial, Mack. Pero creo que deberías decirle que no se los lleve en efectivo porque seamos sinceros, la gente es... sabes a lo que me refiero.

Sé a lo que se refiere. Es mucho dinero y si va al orfanato y se los da así como así, no va a ser todo para los niños, eso es seguro. Habrá alguien que querrá algo para sí mismo.

—Es cierto. —digo. —Y otra cosa...

La puerta de la entrada se abre y no termino de contarle el resto. Sobre el beso.

Es Julia que llega con Mía. Es extraño que haya traído a Mía. Cuando la familia de Dylan está presente, nunca está Mía. Solo estuvo en la boda pero iba como amiga de Julia y nunca bailaron juntas o estuvieron cercanas.

—Hola. ¿No ha llamado mamá? —pregunta Julia a Dylan. Se sienta con Mía en el sillón de enfrente.

—Nop. Seguro ya vienen. El avión llegó hace una hora, se supone.

Media hora más tarde, llaman a la puerta. Dylan se levanta a abrir... dice un "deben ser ellos", pero cuando regresa a la sala, no regresa con sus padres sino con su tía y su estúpido primo. Stella no vino con ellos.

—Hola, cariño. Hermosa como siempre. —me dice la tía de Dylan cuando me saluda y me da un beso en la mejilla. Ella radiante como siempre.

—Hola. ¿Cómo está? —pregunto educadamente.

—De maravilla. —responde.

Se nota.

—Prima. —Lance me da un abrazo, podría decirse que "normal". Incluso tiene una enorme sonrisa en la cara. Hasta parece que es una buena persona.

Tal vez ya está aceptando que Dylan es el heredero oficial de su abuelo. No logró que nos separáramos antes de el año.

—Hola. —digo.

Dame un año (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora