Capítulo 65: Mañana todo termina.

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Dylan

Mack no se aparta así qué muevo mi mano de su cuello hacia su cintura para acercarla más. Una de sus piernas termina arriba de mi regazo, pero por la posición, puede ser incómodo para ella.

Así que yo, obviamente, como el caballero que soy y buscando su comodidad, la levanto un poco y la pongo a horcajadas sobre mí, sin dejar de besarla ni un solo segundo.

Si, definitivamente más cómodo para ella y más cómodo para mí.

Sus manos van a mi cuello y luego siento sus dedos entre mi cabello y... mierda, está correspondiendo el beso.

El único ruido del lugar es el de nuestras respiraciones que se vuelven más agitadas cada vez.

Junto mi frente con la de ella solo un segundo para poder tomar aire, y vuelvo a besarla.

Y ella no se aparta.

Y hasta este momento, este es el mejor día de mi vida.

Si ella me está correspondiendo el beso de esta forma, significa que le gusto, qué tal vez me quiere. Que podría quedarse conmigo.

Con mi mano, muevo su cabello para hacerlo a un lado. Su cuello queda libre y voy bajando de sus labios a su cuello. Mack inclina su cabeza a un lado, dándome mas espacio y suelta un gemido, y creo que es el sonido más sexy y hermoso que he escuchado de ella, pero luego sus manos se ponen en mis hombros y me empuja.

Me mira con los ojos muy abiertos y es como si hubiera visto un fantasma. Su pecho sube y baja cuando intenta normalizar su respiración.

—Mack... lo siento... yo creo que...

—Necesito que firmemos el divorcio... pronto. —dice y se levanta.

Me da la espalda y comienza a ordenar el "desorden". "Desorden" entre comillas porque no es como si hubiera un gran desorden. Solo cajas con cosas que compró y botes de pintura. Solo está fingiendo hacerlo para darme la espalda.

Me pongo de pie y me quedo pegado a la pared porque no sé si deba acercarme a ella.

—Mack... mírame.

Ella suspira y luego voltea a verme.

—Perdón por lo que... acaba de pasar... —dice.

—No tienes que disculparte... —doy un paso hacia ella y retrocede dos al mismo tiempo que niega con su cabeza.

Está diciéndome que no me acerque

—Mack es que... yo... necesito decirte... —carajo, no puedo decirlo. No si me mira de esa forma, como si confesar lo que siento por ella es un error, un pecado o un crimen. Ella no quiere que lo diga.

—No digas nada. Hagamos como que no pasó. —vuelve a darme la espalda y se aleja más, hacia donde tiene el rodillo de pintura y la pintura.

¿Que tiene de malo que los dos nos gustemos?

Me acerco y la tomo del brazo, ella se aparta y jala su brazo para que yo no la toque.

—¡Estabas besándome también! No te obligué a nada... ¿Por qué me ignoras ahora? —no contesta. —¡¿Y por qué quieres el divorcio con tanta urgencia?! —levanto la voz para ver si así me responde.

—Porque... —me mira. —¡Porque ya tienes lo que querías! Los dos... tenemos lo que queríamos. Ya no tiene caso...

Algo hace que deje de hablar. Mira por sobre mi hombro hacia la puerta y yo volteo para poder ver que es lo que la detuvo.

Dante está del otro lado de la acera, esperando a que dejen de pasar autos para cruzar.

Ahí está el por qué necesita urgentemente el divorcio. Aunque ni siquiera tiene que esperar, todos saben que nunca hubo nada entre nosotros. Y que nunca habrá.

Dame un año (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora