Capítulo 49: Creo que eres muy fuerte.

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Dylan

—Es que... ¿y si está siguiéndote? ¿Cómo vas a sentirte tranquila sabiendo que él está tratando de averiguar sobre ti? Es un maldito acosador... ¡carajo!... perdón por meterte en esto...

Mack tiene sus manos en mis hombros para tratar de calmarme, pero no puedo. Ahora por mi culpa, Lance la va a tener vigilada. No quiero que ella se sienta observada. Tampoco quiero que Lance la haga quedar mal con mi familia.

Ella me está mirando preocupada y tengo que decir que incluso así se ve bonita.

La besé tantas veces esta noche y siento que no fue suficiente. Levanto mi mano porque quiero acariciar su mejilla, pero me doy cuenta a tiempo de que esto no es algo que debería hacer estando a solas con ella. Vuelvo a bajar mi mano y me volteo dándole la espalda.

—Por eso es por lo que quiero hablarte sobre mí antes de que él te diga lo que sabe. —dice en voz baja. —no he sido muy honesta contigo.

Esto hace que me voltee de nuevo para mirarla.

Es obvio que hay cosas que ella no me ha dicho, lo he sabido desde siempre.

Se sienta en el suelo, recargando su espalda en la base de la cama y yo me siento junto a ella también para escucharla.

—Te oculté esto porque... no es algo que me gusta andar contando a todo el mundo. —está jugando con el cordón de la cinturilla de su pijama. Lo hace nudo y lo deshace. —Yo... no soy de Filadelfia. Soy de aquí, de Nueva York.

Me mira y espera por si tengo algo que decir, pero por ahora no hay nada que quiera decir respecto a eso. Eso no es nada grave, claramente hay algo más, así que guardo silencio para que continue hablando.

—La parte de que no tengo padres es cierta... la verdad completa es que... —su mirada pasa de mis ojos a cualquier otra parte de la habitación, luego otra vez a mis ojos, y luego otra vez a cualquier otro lado. Está haciendo esto porque no quiere mirarme directamente. —yo no los conocí nunca. No murieron cuando era pequeña, como dije. Tampoco viví con unas tías pobres.

Asiento para que siga.

—Mis padres, o mi madre, o mi padre, no sé quién lo decidió, pero me abandonaron en la puerta de un orfanato cuando acababa de nacer. Ni siquiera dieron la cara para que las encargadas del orfanato tuvieran un registro de mi nacimiento... o mi nombre. La señora de limpieza fue quien me encontró en la puerta y fue quien me puso Mackenzie y Cooper es su apellido. —me encojo de hombros. —No sé de donde vengo. No sé ni siquiera el día exacto de mi cumpleaños. En mi acta de nacimiento pusieron la fecha del día que me encontraron. 

Vaya. Eso no me lo esperaba.

—Oh. —no sé que más decir, la verdad. Supongo que, si fuera ella, también hubiera ocultado esta parte de mi vida. —Y... ¿Dante? Dijiste que era tu vecino.

Mack suspira y echa su cabeza hacia atrás, recargándose en el colchón de la cama. ­—Él es huérfano también. Lo conocí en el orfanato. Nos llevamos bien desde bebés. —ríe bajo. —según la directora del orfanato, si no nos dormían en la misma habitación, nos la pasábamos llorando toda la noche. Obviamente ya no dejaron que durmiéramos uno a un lado del otro después de que cumplimos 3. Cuando alguien quería adoptarnos, siempre saboteábamos todo porque no queríamos que nos separaran, y bueno... crecimos, a los 16 nos dejaron salir del orfanato para trabajar y regresábamos antes de las 9pm. Nos hicimos novios. A los 18 nos dieron la opción de quedarnos para trabajar dentro del orfanato o irnos. Así que nos fuimos porque teníamos ahorros y pudimos hacernos cargo de nuestras vidas.

Mack levanta su mano y me doy cuenta de que está limpiando lágrimas de su rostro.

—Es por eso por lo que él tenía tu clave del banco. Confiabas en él más que en nadie. —digo mirándola.

—Fui estúpida. —se encoge de hombros y no deja de llorar. —y él fue un maldito idiota. —deja las dos manos en su cara cubriéndose.

Paso mi brazo por sus hombros y la atraigo hacia mí para abrazarla. Acaricio su espalda suavemente y ella pone sus manos en mi pecho. No deja de sollozar por un buen rato hasta que su respiración se calma y se normaliza.

Respira hondo y se aleja de mí como si estar así conmigo fuera lo peor del mundo. Se levanta del suelo y cruza sus brazos en su pecho.

También me pongo de pie y ahora no sé que decir.

—Y... bueno, eso es lo que tu primo sabe sobre mí. Quizás el hecho de que sea huérfana no es algo que le vaya a quitar el sueño, pero sí el por qué había invitados que fingieron ser mi familia cuando no lo son. Tal vez piensa que estoy... confabulando contra ti o que intento estafarte.

—Bueno, si decide hacer algo con esa información ya veremos que decir. No te preocupes por ahora. Al menos no ha sospechado nada de nuestra relación. —digo para calmarla, se nota que está nerviosa.

—Pero ¿y si les cuenta a tus padres? —pregunta susurrando y se muerde su labio inferior.

—¿Qué con ellos?

—Pues... no lo sé. Creo que podrían no aceptarme. Quizás piensen que no soy suficiente para ti... y sean los primeros en querer que nos divorciemos.

—Mis papás ya te quieren a pesar de no saber mucho de tu vida. Y si ese fuera el caso, que piensen eso que dices, ¿Qué importa? Yo estoy casado contigo, no ellos.

Los ojos de Mack vuelven a ponerse cristalinos. Ahora no sé en qué esta pensando. Puede ser que esto de fingir ser mi esposa ya la está comenzando a estresar.

—Vamos a dormir. —digo.

Juntos levantamos las cobijas de la cama, ella del lado izquierdo y yo del derecho y nos metemos debajo de ellas.

El apagador está junto a mi lado, lo apago y nos quedamos a oscuras.

...❤...

Al día siguiente me despierto cuando escucho la puerta del baño abrirse, y Mack está saliendo con el cabello mojado y vestida.

Miro la hora en mi teléfono y son las 11am. Me tallo los ojos y aparto las cobijas para levantarme.

—Buenos días —digo con mi voz aun somnolienta.

—Buenos días. —no me mira cuando responde. Se ve preocupada.

Maldito Lance. Estos últimos días han sido muy buenos y él viene y arruina todo, como siempre.

—¿Me esperas a que me bañe y salimos juntos? —tomo mi toalla y la ropa que me pondré hoy.

—Si, de todas formas, voy a secarme el cabello.

—Ok, no me tardo. —me meto al baño y me baño rápido. Solamente me pongo antitranspirante porque no me gusta mucho usar perfume o loción, solo cuando voy a ir a un evento o una cena.

Mack está arreglando su cabello cuando salgo del baño. Yo solo paso una vez más la toalla por mi cabello para secarlo y me siento en la cama para ponerme calcetines y tenis. Ninguno de los dos habla.

Estamos listos y Mack va a salir del cuarto, pero la tomo de su muñeca para hacer que se detenga. Me mira con el ceño fruncido.

—Oye... —digo —ahora que sé más sobre ti... te admiro más de lo que lo hacía.

Su rostro se relaja, yo sigo con mi mano en su muñeca.

—¿Me... admiras? —pregunta tímida y pone una sonrisa tímida.

—Si. Por todo lo que has logrado tu sola. Eres trabajadora, responsable, cocinas delicioso... ¡Mack, eres una experta en pastelería! Y nadie te ha ayudado a nada. No eres tan fácil de derrumbar... —sus ojos se llenan de lágrimas, pero mantiene la sonrisa en sus labios —creo que eres muy fuerte. No le tengas miedo a Lance, ni a nadie... además... estoy contigo. Estamos juntos en esto.

Después de decir eso, ella se acerca rápido a abrazarme y yo la abrazo fuerte también, y no quiero soltarla, y estoy sintiendo tantas cosas que no debería sentir.

Supongo que Mack no solo tiene unos labios "besables" como dijo Nick. Y no solo es hermosa físicamente, si no internamente también.

Me gusta. No debería, pero me gusta, más que eso.  

Dame un año (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora