Capítulo 53: ¿Él es Dylan?

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Mackenzie

¿Qué demonios? No puede estar hablando enserio.

-¿Qué? -parpadeo dos veces y vuelvo a ver hacia mi alrededor. La calle está llena de restaurantes geniales y heladerías. Estamos junto en el centro de Nueva York donde miles de personas caminan diariamente.

-Bueno, está a mi nombre porque quería que fuera sorpresa para ti y como solo estaba yo, pues solo firmé yo. Pero cualquier día podemos ir a cambiarlo a tu nombre.

-Espera... ¿compraste este lugar? -pregunto y luego me doy cuenta de que es una pregunta estúpida. ESTÁ DICIENDO QUE ESTÁ A SU NOMBRE. Por su puesto que lo compró.

-Si. Es que tan solo faltan tres meses para recibir la herencia y... necesitamos ir viendo todo para tu pastelería. Ayer pasé por aquí y vi el anuncio de que el lugar estaba en venta y llamé rápido para poder apartarlo. Es un buen lugar para tu pastelería porque esta calle es muy popular y...

-Dylan... -quiero decirle que está loco por haber comprado este lugar, quiero decir, obviamente es un lugar excelente para una pastelería o para cualquier cosa que quieras vender, pero nunca pensé en que compraría un lugar, pensaba en rentar más bien. -Pero... no puedes comprarlo y... solo... regalármelo.

-No estoy solo... regalándotelo. Tenemos un contrato. En el contrato te dije que te iba a ayudar a abrir la mejor pastelería de Nueva York. Este lugar... te lo ganaste. Es tuyo.

-Es que... no puedo aceptarlo. -ok, es cierto que el pago por ese contrato al final del año es mi pastelería, pero... diablos, no sé por qué me siento tan... rara.

-Mack. Vas a aceptarlo sí o sí. No te aceptaré un "no" y... no tienes que preocuparte por lo que costó, ni nada, y por si ayuda en algo, no lo pagué de contado. Saque un préstamo en el banco y lo liquidaré cuando la herencia sea mía. Además... el que hayas fingido todo este año ser mi esposa traerá beneficios no solo a mí, sino a miles de familias en Nueva York que no pueden ser bien atendidas si no tienen un seguro médico. -Dylan da un par de pasos hacia mí, quedando frente a frente. Toma mis manos y las entrelaza con las suyas. -Gracias a ti la dirección del hospital será mía y absolutamente nadie podrá hacer desaparecer la ayuda que brinda el gobierno al hospital. Créeme... debería de darte mucho más por esto que tú has estado haciendo por mí.

-Es que... -Dylan está mirándome fijamente. Sus manos están sosteniendo las mías. ESTÁ REGALÁNDOME el lugar perfecto para mi pastelería. ¿Es esto un sueño? ¿Es un tipo de broma? ¿O es algo bueno que está pasándome para que de repente el tiempo y la mala suerte me lo arrebate todo en un abrir y cerrar de ojos?

Dejo de mirar a Dylan y veo de nuevo el lugar en el que estamos. Puedo ver mi pastelería en este lugar, estoy teniendo muchas ideas de como decorar, de cómo distribuir cada espacio... puedo ver más cerca el momento en el que pueda tener a Amy conmigo, ¡Dios! ¡Esto de verdad está pasando!

-¿Si te gusta? -la voz de Dylan me saca de mis pensamientos.

Lo miro de nuevo y solo asiento con mi cabeza porque tengo un enorme nudo en la garganta. Quiero llorar de emoción, de agradecimiento.

Suelto sus manos y las paso por su cuello para abrazarlo fuerte.

-Es perfecto. -logro decir en un susurro y no puedo evitar las lágrimas un segundo más.

Las manos de Dylan acarician mi espalda suavemente cuando responde mi abrazo. -Sabía que iba a gustarte. -su voz suena muy cerca de mi oído.

Son pocas las veces en que nos abrazamos sinceramente, sin tener que fingir porque alguien está observándonos. Respiro hondo para poder aspirar su olor que tanto me gusta. Jabón, suavizante de ropa y el que desprende su piel, quiero poder recordarlo cuando ya no pueda estar con él todos los días.

Dame un año (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora