Capítulo 46: ¿Sabes quién es?

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Maratón 2/?

Mackenzie

Soy la primera en despertarme el día siguiente. Dylan está acostado de forma en que está dándome la espalda. Salgo despacio de la cama para no despertarlo y me meto al baño para darme un baño rápido. Cubro mis ojeras, me pongo máscara de pestañas y labial y me voy a la cocina.

No quiero despertar a nadie así que preparo crema para batir utilizando la batidora al nivel mínimo para no hacer mucho ruido.

Preparo todo lo que voy a usar para decorar los pasteles: boquillas de diferentes tamaños, colorantes, confetis de colores, etc.

Decoro el pastel que es para la cena de esta noche, y el que llevaré al orfanato. Quiero hacerlo rápido para poder irme antes de que despierten, pero Dylan aparece tallándose los ojos, con el cabello despeinado y arrastrando los pies.

Se ve muy tierno. Hoy es día festivo así que no tiene apuro para arreglarse e irse a trabajar.

-¿Qué haces tan temprano? -dice con voz adormilada. Va directo a la cafetera para encenderla y poner café.

-Pasteles. -sigo concentrada en hacer la cara de Santa Claus en el pastel que es para el orfanato.

-¿Dos? -saca de una de las puertitas una taza para él y luego va al refrigerador a sacar jugo de naranja para mí. ¿Cómo es que sabe que no he comido ni bebido nada?

-Uno es un pedido de última hora, voy a llevarlo antes de ir a comprar los regalos.

Él asiente. -¿Ya desayunaste?

-Nop. Quiero terminar esto e irme para que no se haga muy tarde.

-Bueno, voy a hacerte un pan con mermelada y vas a comértelo sin reprochar. -pasa por atrás de mí, moviéndose para buscar el pan, la leche y un vaso para mí. -¿Quieres jugo o leche?

-Jugo.

Empieza a oler a café. Lo escucho agarrando una cuchara y destapar el frasco de la mermelada. No es por nada, pero si parecemos una pareja de casados real. Es que somos amigables uno con el otro, no nos sentimos... obligados a estar juntos porque nos llevamos bien. Sería horrible odiarnos y tener que aparentar ser felices.

-Puedo acompañarte. -pone sobre la isla un plato con algunas rebanadas de pan con mermelada, mi jugo y su café, y se sienta enfrente de mí. Se queda viendo como estoy decorando el pastel. -nos podemos separar en el centro comercial y tu te encargas de buscar regalo para mí y mi madre y yo para Julia y mi padre. Así no sabré que vas a regalarme.

-Aprecio que quieras ayudarme, pero tengo que rechazar tu oferta. Recuerdo que estuviste de acuerdo conmigo cuando dije que ir de compras era estresante. Que tú compras tu ropa en internet por eso.

Él asiente. -Odio ir de compras. Es demasiado tiempo perdido.

-Concuerdo contigo. Pero tengo que hacerlo, así que... -me encojo de hombros.

-Bueno, come. -agarra un pan tostado y lo acerca a mi boca para que coma.

-¿Qué haces? -me río.

-Te alimento. -dice con obviedad. -Tu sigue decorando, solo dale una mordida al pan.

Le hago caso, pero sigo riéndome.

Termino la decoración del pastel de Santa y continúo con el nuestro. El nuestro es un poco más sencillo. Solo pongo la base del betún de color blanco, en los bordes hago unas ondas con color verde y lo decoro con cerezas y arándanos.

Dylan se quedó todo el rato a ver como los decoraba. Cuando pongo la última nuez, él levanta sus cejas y sonríe asintiendo. Levanta sus pulgares dando el visto bueno.

Dame un año (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora