Para Cruzar la Línea | Traducción

Capítulo 48: Vale la pena intentarlo

Un estadillo provocó que  Midoriya despertara de su sueño sobresaltado, respirando rápidamente. Se sentó erguido e inspeccionó su celda oscura, buscando algo que le recordara que no estaba de vuelta en ese callejón maldito, apuntando con una pistola a la cabeza de una mujer. Excepto que en su sueño el gatillo se había movido por sí solo...

Se pasó las manos temblorosas por la cara y salieron cubiertas de sudor. Todo su cuerpo estaba tenso, como si acabara de pasar por una intensa batalla. Trató de calmar su respiración y se secó la cara con las mangas de su uniforme de prisión.

Al menos su brazo izquierdo ya no le dolía. Lo habían curado antes de enviarlo al Tártaro, pero la parte posterior de su hombro todavía punzaba cada vez que lo movía, y aveces las puntas de sus dedos hormigueaban.

Una vez que se había calmado lo suficiente, trató de encontrar el tiempo. Era de noche, ya que las luces estaban apagadas, aunque eso no dictaba su horario de sueño. Estaba terriblemente cansado todo el tiempo, pero tenía miedo de dormir debido a los sueños que lo perseguían. Solo podía quedarse dormido durante un par de horas, y normalmente se despertaba con un sudor frío.

Su celda no tenía reloj, ni ningún indicador de la hora. Eso había sido un poco enloquecedor al principio, pero había aprendido a que no le importara.

Por lo que podía decir, hacía al menos una semana que había estado en el Tartaro. Sabía que lo tenía mejor suerte  que los otros prisioneros, no tener una camisa de fuerza o armas apuntándolo las 24 horas del día, los 7 días de la semana, pero esto todavía se sentía como un infierno. Y sintió que se lo merecía.

De vez en cuando, sus pensamientos normalmente atormentados se desviaban hacia Uraraka o su madre, o Shinso. A veces a All Might.  Se miró la palma de la mano sudorosa en la oscuridad y pensó en el gran poder que se le había transmitido.

One for all.

Poco a poco se había dado cuenta de la gran cantidad de poder que ahora poseía. Podía derribar edificios con un movimiento de su brazo, matar con el movimiento de un dedo. Todo lo que había visto hacer a All Might en la televisión, ahora podía hacerlo él mismo.

Bueno, en realidad no lo sabía con certeza. En realidad, no había intentado usarlo y, sinceramente, no quería hacerlo. Era un villano, no un héroe. No debería estar usando un poder que no estaba destinado a una persona como él. Nunca había dejado de preguntarse por qué All Might le había dado su peculiaridad.

Sintió fatiga pesando en su mente, haciendo que sus pensamientos se arrastraran. No quería volver a dormir por miedo a revivir sus recuerdos, pero no podía evitarlo. Su cuerpo necesitaba desesperadamente descansar. Se dejó caer en su cama y se sumió en un sueño intranquilo.

Su próximo sueño fue incluso peor que el anterior, si eso era posible.

En lugar de que Sakura estuviera atada a la silla, con la mano de Shigaraki en su garganta, era Uraraka quien temía por su vida. En el fondo de su mente, sabía que Shigaraki no se detendría en su garganta esta vez, pero la desintegración se extendería hasta que ella desapareciera. Sabiendo esto probablemente debería haberle dicho que era una pesadilla, pero no fue así.

En su mente, esto era real.

Corrió hacia adelante cuando la mano de Shigaraki se cerró sobre su garganta, y aunque no era la realidad, pudo ver todo el terror y el temor en el rostro de Uraraka. Se sentía como si estuviera yendo en cámara lenta, como si estuviera corriendo a través de la melaza. No la alcanzaría a tiempo.

En su mente, ella iba a morir. Y tenía que hacer todo lo posible para evitarlo.

Mientras observaba cómo se le partía la garganta, su constante deseo de proteger a la gente se elevó en él. Tenía la vaga sensación de accionar un interruptor en su mente. Sintió que algo chisporroteaba en su interior, y con una extraña ráfaga de fuerza empujó hacia adelante para tratar de llegar a su tiempo.