Capítulo 52 - Más suciedad bajo la alfombra

125 12 0
                                    



Armando no podía creer lo que estaba escuchando. Esa hermosa mujer frente a ella era Gabriela Garza acompañada de Kenneth Johnson, dos ejecutivos del Fashion Group, los conocía muy bien de la revista.-Yo soy representante del Fashion en Latinoamérica y el señor Johnson es uno de los gerentes y no tenemos, ni hemos tenido nunca una sociedad con su empresa, Ecomoda.-Sé que no es el momento adecuado, pero es un placer conocerte, soy Armando Mendoza, uno de los accionistas de esta empresa!-¡Oh, entonces, eres uno de ellos! – dijo Kenneth en un español muy cargado de inglés norteamericano.-Sí, ¡pero no entiendo! ¡No, no es posible! Daniel Valencia nos enseñó todos los documentos, incluidas sus firmas, ¡vi sus firmas en el contrato!-¡Esto solo puede ser fraude! Están haciendo un mal uso de nuestros nombres y de la empresa y puedo decirle, Sr. Mendoza que así no se va a quedar! – dijo Gabriela, amenazándolo con el dedo.-¡Te vamos a meter en la cárcel! - Dijo Johnson nervioso, hablando aún más fuerte.Ana Lúcia empezó a hacer uso de toda su diplomacia para calmar los ánimos.-Te puedo asegurar que digo la verdad. A pesar de ser accionista, no estoy dentro de la empresa, no me llevo bien con Daniel, el presidente, pero él nos ha presentado el contrato, mostró los valores de la sociedad, por eso está promoviendo varios lanzamientos, modelos de contratación. No puedo creer que no és verdad que no son socios de su empresa y que les prestó toda la plata esa ¿De dónde sale todo eso, entonces?-¡Esto no me corresponde a mí responder, señor Mendoza! - dijo Gabriela secamente. -Dime, periodista, ¿podemos salir ahora al aire y exponer este caso?-Si hacemos esto, Sra. Garza será un escándalo que provocará la destrucción de Ecomoda.-¡Esto no mí problema! No quiero que el nombre de Fashion se involucre con este... esta... Ecomoda. -Kenneth dijo.Armando tiró del cabello de la frente con desesperación. No sabía qué hacer.-¡No es la primera vez que usan el nombre del Fashion en algo, lo que sin duda es una estafa, pero es la primera vez que ocurre bajo mi responsabilidad y les aseguro que no seguirá así! - Dijo Gabriela, todavía amenazando Armando.-Entiendo. ¡El punto es que si transmites esta historia, el nombre de su empresa tampoco estará limpio! – dijo Ana Lucía.-¿Qué dices? ¿Que no podemos hacer nada?-¡No, al revés! Te propongo que finjas que no sabes nada, necesitamos reunir pruebas.-¿Qué?Ana Lúcia le pidió a Armando que acompañara a Gabriela y Kenneth y tratara de calmarlos de que necesitaba hacer una llamada.-¿Sí?-Tengo un caso relacionado con Ecomoda, jefe. –dijo Ana Lúcia-¿De que se trata? -preguntó la voz al otro lado.-Prefiero hablar en persona, ¡pero al parecer la empresa tiene el historial más sucio que pensamos! Falsificación de firma, uso indebido de la marca. Eso si no tienes nada más grande.-¿Y cree que Ecomoda está involucrada?-¡Hasta los huesos de los acionistas, jefe! Estoy con dos ejecutivos de una importante empresa de Moda Internacional y parece que son fríos, no saben nada y están siendo utilizados!-Muy bien. A.L. Voy a la comisaría, llévalos allí.-Otra cosa, jefe, Mendoza está con nosotros.-¿Y está al corriente de todo?-No jefe, como dije, Mendoza es tan limpio e inocente como un niño. Está más nervioso y asustado que yo y los involucrados, pero quiere colaborar. Actualmente está hablando con ellos tratando de calmarlos. ¿Quieres que lo lleve también?-No, déjalo fuera por ahora. También creo que es inocente._____Inocente por cierto, pero no menos nervioso, Armando estaba rojo, tratando de controlarse. No podía entender lo que estaba pasando. ¿Estaba su padre tan deslumbrado por Daniel que se había dejado engañar por él? Bueno, él no lo estaba, pero estaba confundido. No podía entenderlo, Daniel no era un santo, lo sabía. Pero no podía entender que su ambición, su enfado con los Mendoza lo hicieran querer dañar tanto a la empresa que también era suya y de sus padres. ¿De dónde viene esto?-Te puedo asegurar, Gabriela, que no tengo nada que ver y me sorprende que no sean nuestros verdaderos socios, porque todo parecía real.-¡Lo sé, no es la primera vez que pasa eso!-Pero encontraremos una solución.Gabriela, a pesar de la situación, ya estaba más tranquila, estaba encantada con ese hombre gentil y elegante frente a ella. No estaba acostumbrada a dejarse encantar por un hombre así, pero ese hombre tan elegante ya la vez tan masculino y neurótico, que dejaba un rastro de su loción por donde pasaba, se aseguraba de que no pasara desapercibido. Y parecía estar siendo sincero, deberia serinocente.-¿Y entonces Ana Lúcia tiene una respuesta? -preguntó Armando.-Sí. ¡Vienen conmigo!-¿Para donde?-Hacer una queja.-¿Y yo?-Tienes el lanzamiento, la empresa de la que eres accionista.-No se lo que esta pasando. No me calmaré hasta que todo se resuelva.-¡Yo se! Pero si desaparece del desfile, levantará sospechas. Escucha, Mendoza, digo Armando, vuelve al desfile y finge que no sabes nada. –ordenó ana Lúcia.-Pero yo no sé nada, pero por lo poco que sé, no puedo hacer como si no pasara nada.-¡Por el momento es lo mejor que se puede hacer!-Pero...-Me puse en contacto contigo, ahora necesito saber de ellos los detalles y como supieron que estaban usando el nombre. ¿No tendrías este contrato que Valencia le pasó con el Fashion?-En mi correo electrónico, debo tener una copia que me enviaron.-¡Excelente! Si me lo puedes enviar. -Ana Lúcia escribe su e-mail. - Envíamelo, queremos revisar algunas cosas. Escucha, ¿alguna vez ha sido extraño que, a pesar de ser miembros, Fashion nunca se presentara en reuniones y eventos?-No, decían que los ejecutivos estaban en otros compromisos, hoy dijeron eso y siempre mandaban un representante a cuenta.- Representante, ¿qué representante?-Un hombre. No recuerdo ahora su nombrecito, pero puedo averiguarlo.-Por el momento, no hables de esto con nadie. –dijo Ana Lúcia, dejando Armando aún más perplejo____Mientras tanto, Ana Lúcia llevó a Garza y Johnson a reunirse con el Delegado Thompson, quien, en primer lugar, dijo que su padre también era estadounidense y había venido a Colombia después de casarse con su madre, que era colombiana. Luego de las presentaciones, Gabriela y Kenneth, más tranquilos, ya que estaban presentando una denuncia, comenzaron a explicar todo.Thompson no podía creerlo, el agente encubierto A.L. había recogido una buena historia con su olfato de reportera y su formación detectivesca. Contrariamente, el Fashion aparentemente no tenía nada que ver con los negocios sucios en los que participaba Ecomoda. Al contrario, ni siquiera era socio, aunque su nombre y logotipo estaban presentes en todos los contratos que la empresa tenía con sus proveedores. Gabriela y Kenneth podrían afirmar que habían falsificado sus firmas. El único contrato al que Thompson no tuvo acceso fue el firmado con Ecomoda, pero al parecer Armando Mendoza tenía una copia, la cual enviaría a A.L.Con todo escrito, lo más difícil fue convencer a los integrantes del fashion de que no le dijeran a nadie ni buscaran a ningún ejecutivo de Moda, la confidencialidad era necesaria para la investigación, tenían que fingir que todo estaba como antes. A regañadientes, los ejecutivos aceptaron, principalmente porque no querían que sus nombres se involucraran en las turbias investigaciones comerciales en las que el alguacil dijo que Ecomoda estaba involucrada._____Después de esquivar a Marcela y sus padres, que insistían que deberían cenar para celebrar el éxito del desfile, Armando se fue a su apartamento. Después de hablar y darle de comer a Montez, se sirvió un vaso de whisky y recordó lo que le había prometido a Ana Lúcia y luego abrió su laptop y buscó su correo electrónico. Finalmente, encontró la copia del contrato, que Daniel había enviado a todos los accionistas como una forma de fanfarronear, para hacerse mejor que él.-¡Tu orgullo será tu perdición, Danielzito! -dijo, citando una frase que su abuelo siempre decía sobre la gente arrogante. -¡ Dios, pero que no sea de Ecomoda! –imploró.Cerró todo, se desabrochó la corbata y se durmió en el sofá.Se despertó en la mañana con un dolor en la espalda por la posición en la que dormía y solo despertó después de sentir los dulces besos de Betty en sus labios, pero solo fue un sueño. Ella no estaba allí, pero Montez 'sí lo estaba lamiendo. Así que decidió levantarse, prepararse un café fuerte e ir a casa de Betty.-¡Tengo que ir a la casa de Betty y averiguar qué le pasa a esta mujer!Entonces Armando va a la casa de Betty.


§§§§§§§§§§§§§

Daniel Valencia,  presidente de ECOMODADonde viven las historias. Descúbrelo ahora