Capítulo 51

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El rechazo de Betty y el desfile

Parte 1

Después de la reunión de la junta, Armando fue a la casa de Betty, donde finalmente encontró a la niña, quien esquivó lo mejor que pudo.

-Por favor Betty, por favor dime qué está pasando.

-No es nada. Es que... que... - La besa.

-No puedes hacer esto.

Él sostiene tu cuello con su mano derecha.

-Lo siento, no me puedo resistir. – y siguió besándola, Betty con una lágrima, se dejó llevar.

-Mi papá. -escuchar pasos

-Nos hizo bien no perder el norte. Aunque, quería perderme, pero hoy tengo que ir a cenar.

-¿Cenar?

-En casa de mis padres, con los Mendoza y los Valencia.

-Su-la novia estará allí?

-Si te refieres a Marcela, sí lo será, pero ya no es mi novia.

Betty baja la cabeza, recordando lo que le había dicho su madre.

-¿Que pasó?

-¡No es nada!

-No creas que voy por Marcela. Esta es la invitación de mi mamá, porque considera que las dos familias son una sola.

-Yo sé. Mejor vete y no llegues tarde.

-Betty. -Él tomó su barbilla. -Yo... (Quería decirte algo) Pero en ese momento apareció Hermes y Armando se alejó. Poco después, se fue.

Betty, que había estado tratando de ocultar sus lágrimas todo el tiempo, fue a su habitación y comenzó a llorar. Doña Júlia no pudo más, un dolor oprimía el corazón de su madre. Sabía que era asunto de su hija, pero si la Mama Mendoza estaba involucrada, ella también lo haría. Así que abrió la puerta del dormitorio.

-¿Vas a llorar tan impotente?

-Mamá...

-Nunca tuvimos secretos. Ahora, me vas a decir qué vino a hacer esa mujer aquí y por qué está llorando. No entiende como hizo enojar tanto a Don Armando por su rechazo.

- Mamá, no tiene nada que ver el uno con el otro. Pronto él se olvida de mí para vivir su vida, tan diferente a la mía.

-¿Crees que nací ayer?, aquí te criaron. -Se pasó la mano por el vientre -¡Vamos, dime!

Betty no podía más, necesitaba abrirse, su madre siempre la había apoyado. Entonces, comenzó a contarle sobre su romance con Armando.

-Siempre supe que él te gustaba y sé que él siente lo mismo por ti.

-¡Ay, no me digas! Entonces don Armando es un E.T. ¿o qué?

-¡Lo digo en serio! Se crió entre los ricos, la clase alta, gente hermosa, ¡mujeres como modelos!

-¿Alguna vez has pensado que por eso te rodea? ¿Quién no está cansado de tanta superficialidad?

-Ella dijo que yo soy solo una aventura, como otras porque soy novidad y que pronto se cansará para quedarse con la misma esta Marcela Valencia.

-¿Quien dijo esto?

Betty se da cuenta de que ha dicho demasiado y se calla, con la cabeza gacha.

-Nadie.

-La mujer esa, Sra. Mendoza, ¿no?

-Madre...

-Dime. ¿Por eso el cheque?¿Te quiere pagar para que te alejes de él?

Daniel Valencia,  presidente de ECOMODADonde viven las historias. Descúbrelo ahora