Daniel Valencia, presidente de ECOMODA

Capítulo 15

     Armando estaba devastado, Daniel lo había logrado, había logrado que su balance fuera aprobado aún con gastos muy por encima del presupuesto y aún previendo mayores gastos con la contratación de modelos de renombre, el uso de telas de primera línea, publicidad en los principales revistas de modas del país y se aprobó su propuesta de promover seis desfiles al año, pero Daniel tenía el mayor activo: el contrato con Fashion Group. Una mezcla de sentimientos lo inundó. Al mismo tiempo estaba feliz, porque Ecomoda era su patrimonio y si todo iba bien para la empresa, también le iría bien a él y la empresa estaría a salvo. Daniel no iba a romper y vender una empresa tan exitosa, pero al mismo tiempo sabía que no tenía sentido soñar. Con el contrato de Fashion Group terminado, Daniel obtendría todo, apoyo y amor de sus padres, éxito y no podía hacer nada más. Y si era una victoria para la empresa que amaba, para Armando le dolia. No era solo su ego, se sentía incapaz, su padre tenía razón, había elegido dar su voto al hombre correcto, Daniel era mejor que él. Siempre fue. De repente, nada tenía sentido en su vida. Pues lo único que había soñado era ser presidente de Ecomoda.

Desde el final de la reunión, Armando había tomado unas copas en la oficina de Mário, no tenía valor para hacer nada, ni siquiera para salir de la casa. Quería beber y hablar, pero Mario solo sabía decir tonterías que lo ponían más nervioso.

-¡Vamos, tigre! ¡No te pongas así! Al menos no dividirá la empresa, ¡no nos quedaremos con nada como lo imaginamos!

- No lo entiendes, ¿verdad?

-Piensa en el lado positivo, ¡no tienes que preocuparte por cuidar y proteger a la empresa! Tienes tu jefe mensual, ni siquiera tienes que trabajar, ¡puedes vivir la vida que siempre has soñado de mujer a mujer! ¿Quieres algo mejor que eso?

-¡Quiero Ecomoda! ¡Siempre soñé con ser presidente!

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Armando recuerda jugar en la silla presidencial y decirle a su padre que sería presidente, para orgullo de los Mendoza.

- Así será, hijo mío. - dijo Roberto con orgullo.

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-Mi papá me quería presidente. ¡No sé cómo cambió! ¡No sé lo que hice, Caldeiron! ¡Porque me odias tanto!

-Tu padre no te odia, simplemente no se cree preparado y admitamos que es una responsabilidad tremenda. Sé que tienes formación, experiencia, pero requiere equilibrio, madurez. ¡De repente no es tuyo! Y si Daniel se encargará de eso, si está demostrando ser un buen presidente para una mejor empresa para nosotros.

-No no. Sé que podría

-¿Sabes que hacer? ¡Vamos por ahí a la caceria!

-¡Esto tampoco me quitará este dolor!

-¡Pero te costará mucho!

-¡Me siento vacío, Caldeiron! Estas mujeres con las que salimos... ¡Tan pronto como termino, no las soporto!

-Tigre, no te pongas así. ¡Estarás bien, harás lo que mejor sabes hacer!

- QUIERES DECIR QUE SOLO USO PARA EL SEXO Y NADA MAS? CREO QUE SOY UN DOT, UN ACTOR PORNO O QUE? ¿QUIERE SABER? ¡ESTOY CANSADO DE TANTA IDIOTA!

-¿Qué vas a hacer?

-¡Salir! ¡Pero solo! ¡Quiero pensar qué hacer con mi vida!

-¡Sabes, si me necesitas, estaré en el lugar de siempre!

Armando puso los ojos en blanco y miró su reloj.

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