Capítulo 61

100 9 0
                                    


    Con excepción de lo que Daniel le había hecho a Betty (para evitar más decepciones), Roberto estaba siendo informado de todo lo que se estaba haciendo en Ecomoda, incluido el nuevo plan de recuperación de la empresa, ideado por el presidente, que había sido aprobado por un amplio parte del tablero. El plan cumplió con la propuesta de Daniel, lo que significaba que habría seis estrenos por año, en este caso, Betty intuyó que serían dos en su mandato. La gran diferencia estaba en relación a la estrategia innovadora que había propuesto, la de vestir bien a cualquier mujer y no sólo a las que eran o tenían cuerpos de modelos. Lógicamente, lo que disgustó a Marcela, Margarita y Hugo, Daniel. Por orden judicial Daniel se alejó de Ecomoda, Gutiérrez, en prisión, y María Beatriz, viajando por el mundo, ajenos a los problemas que atravesaba Ecomoda y gastando en tonterías como cirugías plásticas, los tres habían dejado los votos para Marcela y Margarita para decidir. La señora, aunque estaba al tanto de la situación, no desistió de la idea de ver a su hijo unido a ''su hija'', pero sabía que a él le gustaba Beatriz y no quería crear aún más problemas. Beatriz pudo contar con los votos de Armando, Mário, representándose a sí mismo y los que, a pesar de no estar de acuerdo, no irían en contra de la voluntad de la novia de su amigo, Camila y Raphael, votaron a favor de la propuesta del presidente, Nicolás y Beatriz que votaran por las acciones que tenía Terramoda, así como de Roberto quien, por teléfono, decidió darle una oportunidad a la idea del presidente, ya que todavía estaba en el hospital, algo que a Armando le gustó mucho.Finalmente, la propuesta fue aceptada, aunque Betty sabía que como presidenta y propietaria de la empresa embargada, no necesitaba esperar la decisión del directorio para actuar, sino que prefería respetar el estatuto. No quería crear más problemas, ni que me acusaran de dictador. Así, tal como se propuso, se determinó que |Hugo diseñaría ropa en varios colores y tallas, que podría ser utilizada no solo por modelos, sino también por mujeres comunes y corrientes y para probar la teoría, vestiría a los cuarteles y a algunos otros empleados de la empresa. 

-¡Ustedes me pagán, Armani y Marito! Nunca he sido tan humillado. Imagínate apoyando a tu novia en esta loca propuesta y luciendo este espantoso coro.

-Como le dije don Hugo, usted no está obligado a dibujar, si no se siente capaz, puedo conseguir un nuevo diseñador, de hecho, como hablaré con Catalina...

- ¿Está Cata en esto? -Betty, Armando y Mario asintieron.

-Está bien. No te atrevas a convencer a Cata de traer otro dibujante aquí. ¡Nunca me había sentido tan humillado!

-¿No, Huguito? ¿Prefieres cómo te trata Danielzito?

-Espero que esta estrategia funcione, pequeña. – dijo levantándose. 

–Dígale a estas señoras que las espero hoy a las cinco para tomarse las medidas ¡Y SIN DEMORA!

  Betty sonrió. Armando no podía creer que Betty hubiera entrado en la jaula de las fieras y se hubiera salido con la victoria. Tal idea en un país latinoamericano como Colombia era absurda y atrevida, pero yo sabía, siguiendo la moda en Europa que habían invertido en este tipo de cosas durante mucho tiempo, incluso había agencias especializadas en modelos fuera de los estándares de la moda, especialmeinte en Inglaterra. Betty no sabía de estas cosas, solo fue una idea que se le pasó por la cabeza, vestir a todas las mujeres, mujeres como ella que no eran modelos, mujeres consideradas feas, por ser comunes, pero dotadas de un gran potencial que estaba escondido. Sabía que era innovador y que sería un éxito, porque apenas hablaron con Camila, la mujer dijo que cuando surgió la propuesta en Europa hace unos años, muchos la ridiculizaron, pero ahora había hasta desfiles especializados y uno de la Moda. Las sesiones de la semana se dedicaron a esto. A Armando le brillaron los ojos, sin duda también funcionaría con Ecomoda.

Daniel Valencia,  presidente de ECOMODADonde viven las historias. Descúbrelo ahora