Capítulo 68

136 16 3
                                    

     Al salir de allí, tratan de actuar con naturalidad.

- ¿Dónde estabas, jovencita? – preguntó Hermes cuando los encontró alrededor de la piscina.-Pero papá...-decía, mientras el señor la tomaba del brazo-¡Hermes!- Estábamos ahí afuera, tomando fotos.-Bueno, te estaban buscando. Las tías Pinzón, su padre, Armando y un montón de gente más. No entendí por qué tu madre no vino, Armando.Armando no quería decirle que su madre no lo había aceptado y por nada del mundo iría a esta boda que se llevó a cabo en un lugar alquilado en el campo en un antiguo cafetal. No quería estropear la fiesta. De todos modos, todo iba según lo planeado. No dejaría ir a esa mujer que aprendió a desear y amar cuando no fue visto con buenos ojos por los demás como era y que lo amaban como era. Bastaba que su padre estuviera allí y que por fin lo había reconocido.

____________

Recuerdos

-¡Armando!

-Buenas noticias papá, Betty saldrá mañana del hospital y podrá retomar Ecomoda. Les traigo los informes y debo informarles que todo va bien y que la empresa pronto saldrá de la situación en la que se encuentra.

-Así que me has estado manteniendo informado de todo.

-Sí. Las cosas fluyen.

-No me dijiste que Daniel había vuelto a la cárcel.

-¡Papá!

-Lo sé todo, Armando, ¡no entiendo por qué me ocultaste todo!¡Sé todo lo que hizo Daniel con la empresa, cómo nos metió en un escándalo de explotación sexual, que casi nos arruina la imagen, su participación en la corrupción, cómo casi acaba con nuestra empresa. No entiendo por qué me lo ocultaste.

-Entiende papá, te equivocaste y siempre le tuviste tanto amor a Daniel, lo tuviste como el hijo perfecto, al que amabas.

-¡Te equivocas, Armando! Yo amaba a Daniel, sí, ¡pero nunca como te amo a ti y tu hermana!-Lo siento, papá, pero no era lo que parecía.-Sé que cometí muchos errores, pero en cierto modo me sentí culpable y traté de cuidar a los pequeños Valencia como sé que Julio te cuidaría a ti.

-Y Daniel se veía tan perfecto, tan santo.-No realmente. Nunca me importó la compañía ni amé como tú.

-¿Entonces por qué lo apoyaste a él y no a mí?

-Como dije, cometí errores. Siempre me pareció tan sensato y maduro, tiene un alto cargo en el Gobierno.

-Y yo el maduro, intrascendente, mujeriego y borracho.

-Pero ha cambiado mucho, en estos meses he aprendido a conocerte ya madurar. No puedo dejar de agradecerte lo que has hecho por esta empresa, tú y esta muchachita Betty, una gran administradora.

-¿Sabes que Betty y yo estamos juntos?-Estoy muy contenta, es responsable, inteligente y educada.-¿No te importa que no seas de la alta Bogotá?

-¿Por qué me importaría? ¿Conoces la historia de tu abuelo?-Claro, él, Camila y todos me dijeron.-Su segunda abuela cuidó de nosotros como si fueran suyos hijos, antes de tener el suyo. Así que fue como una segunda mamá para nosotros. Era una mujer de pueblo como esta chica, era sencilla, dulce, pero lo hizo muy feliz. Creo que será muy feliz con Beatriz, al igual que su abuelo.

- Mamá no piensa lo mismo.

-No digas que te lo dije, pero tu madre es clasista. ¡La amo, pero es una clasista!Los dos hombres se abrazan.Fin de los recuerdos.

____

(Volviendo a la escena donde Don Hermes casi pilla a su hija y a Armando saliendo de la casa de la piscina

-¿Y dónde estaban?

-¡Hermes! ¡Ya están casados, por lo que pueden huir y tener su intimidad alrededor!

- ¿Qué quieres decir, Julia?

-Quiero decirte que también te gustaba mucho cuando nos besábamos a escondidas de mi papá.

-Pero pero...

-Ah, ¿quieres decir que a ti también te gustaba dar tus escapaditas, Hermes? - preguntó Armando con cara de picardía, mientras Betty se sonrojaba de timidez.

-Este, Armandito, lo tuve que aguantar. – dijo la valiente Julia.

-¡Julia! ¿Qué pensará nuestro yerno?

-Va a pensar que no siempre fue un viejo cascarrabias y machista y que solía ser romántico. ¡Hijita, nunca dejes que Armandito sea como su padre!

-No, mamá, él no se atrevería.

-Nunca me atrevería -beso -¡Esta mujer me tiene como quiere! -Beso.-

¡Mira estas libertades, joven!

-¡Hermes!

-Estoy bromeando, ya están casados, pero déjalo para después. Vamos a ver a las tías, ¡te van a encantar!En la fiesta, a Roberto le conmovió aquella ceremonia en la que su hijo se casó con la mujer que le hizo ver la vida de otra manera, rodeado de los amigos de Ecomoda, otros que no conocía, Camila fue la madrina junto a su marido, también. Así como Nicolás Mora (el vicepresidente financiero de Ecomoda y Terramoda, ahora que Olarte estaba en prisión) con Sandra, de quien se había convertido en novio formal. Lamentó que Margarita no pudiera entender eso.-Por muy poco casi no perdemos a nuestra hija Camila. Nuestro hijo es sereno, alegre y responsable como nunca lo he visto. Está enamorado de esta chica, ¿quién puede culparlo? -suspiró Roberto mirando la foto de Margarita– Espero que no sea demasiado tarde para que entienda.Antes de que terminara la fiesta, muchos comenzaron a salir e ir a sus casas, mientras que otros decidieron quedarse allí, en el sitio ya que había muchas habitaciones, para poder estar juntos. No es el caso de nuestra pareja, Armando había calmado temporalmente su hambre y quería llevarla a su lugar especial, la casa que fue de sus abuelos, donde se amaron por primera vez y muchas más después.


FIN


________

Si les gustó la historia, por favor, regaláme una estrellita.

Gracías por leerla!


Y perdón por mis errones, és que el español és mí primero idioma y si el portugués.


Daniel Valencia,  presidente de ECOMODADonde viven las historias. Descúbrelo ahora