Capítulo 54 Provocacciones

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-¿No me vas a dejarme en paz?-preguntó Daniel

-Sabes que serías arrestado por mí y tengo suficientes pruebas para eso. -dijo Thompson.

Daniel se rió.

-Si está libre es por una maniobra de su abogado.

-¡La justicia está de mi lado!

-Y ese señor Roberto Mendoza que no se merece perder la empresa por sus malos manejos.

-¡Tú eres ridículo! Trabajarás toda tu vida y te jubilarás con un sueldo mediocre.

-Puede ser, pero con la conciencia tranquila. –dijó Thompson mientras se sentaba en el sofá del presidente, donde esperaría a que Daniel lo llevara a la cárcel. Daniel le dio una sonrisa.

- Esperarás sentado. Los hombres como yo no se quedan en la cárcel.

-No intentes escapar, este edificio está rodeado por policías y tengo una orden judicial.

- No necesitaré apelar a eso. ¿No estás seguro de cómo funcionan las cosas aquí?

-Sé que hay mucha gente como yo, honesta y digna.

Daniel le sonrió y fue a encontrarse con Roberto, Margarita, Marcela, Mário y Olarte que ya estaban en la junta cuando llegó Armando con Beatriz y los abogados.

-Como siempre tarde, Armandito.

-No estás en condiciones de decir nada, Danielito, alégrate de que sigues en esa silla y no en la cárcel.

Daniel no sabía que Armando sabía de los días que pasó en la cárcel, ya que había hecho todo lo posible para sofocar el caso en la prensa. Comenzó una pequeña discusión entre ellos,, hasta que doña Margarita se calmó.

El ambiente era tan tenso que nadie se había percatado de que una hermosa muchacha acompañaba a Armando, pero ahora ella era el centro de atención.

-¡Bien bien! Tenemos un visitante. ¡Puedes decir lo que sea, pero Armandito siempre tuvo buen gusto, Señorita vainilla! – dijo Daniel comentando sobre Betty.

Marcela miró con cara de curiosidad a Betty, Margarita enfadada, mientras que Mário parecía interesado. ''¿Quién sería la mujer deliciosa y hermosa al lado del tígre?''

-Sabes Armando, me encanta que estés acompañado de tu señora vanilla, de verdad me gusta mucho, pero lamentablemente no puedes traer tus conquistas aquí?!

-Pues Danielito, ¡la señora no se llama Miss Vanilla, sino Beatriz Pinzón!

-¡Solano!

-¡Solano y no es una conquista a más! Beatriz no sólo tiene derecho a estar en esta reunión, sino que es la única que según el estatuto –lo pone sobre la mesa– tendría derecho a presidirla.

-¿Qué?

-Sí, Beatriz no es otra que la legítima dueña de la empresa, la presidenta de la sociedad de inversión que compró las acciones de Ecomoda.

-¿Qué? ¿Como asi? -dijo la madre

-Si mamá.

-Pero, ¿a qué te refieres con que una persona desconocida compró acciones de la empresa? –Preguntó la hermana mayor de los Valencia

-Sí. - dijo Daniel

-¿Pero por qué?

Los abogados comenzaron a explicar.

-¿Qué quieres decir con deudas? ¿Cómo está atascado? Margarita preguntó

-Daniel, ¿qué tienes que decir al respecto?

Daniel Valencia,  presidente de ECOMODADonde viven las historias. Descúbrelo ahora