Daniel Valencia, presidente de ECOMODA

Capítulo 43

    Como Armando sabía que Betty estaba muy involucrada con los compromisos de la oficina de Liñarez, decidió seguir su consejo, llamando a Nicolás para que lo ayudara con algunas gestiones en la Cámara de Comercio y bancos, ya que él sería el gerente financiero de la empresa que creado y 'necesitaba presentarlo y también tenía que escribir su firma en los bancos. Algunos pensaron que era su primo o su hermano menor.

-¡Esto significa que hiciste un buen trabajo y que me parezco un galán como tú! Hasta las chicas de la pandilla de Román me invitan a salir y las del barrio me miran. ¡Nicolás era horrible y ahora és el galán del barrio!

-Pero cuidado Nicolás, muchos no solo miran su apariencia, ¡sino la cuenta bancaria que creen tener!

-Pero nunca tuve novia y quería disfrutar un poco.

- Esto se puede, pero con cuidado.

-Prometiste enseñarme, pero solo salíamos a trabajar. ¿Cuándo vamos a ir de caza?

-¿A cazar, Nicolás?, no sé..

-Vamos, Mendoza, sé que estás dando vueltas. ¿Qué tal si comenzamos hoy?, y luego enséñame a ser inteligente, a entender si tienen intenciones románticas o si solo quieren mi billetera. ¿Quieres que sea víctima de una estafa?

-¡Está bien! Yo te enseño, ¿vale?- dijo irritado.'

Al poco tiempo, a partir de esa noche y en las siguientes, Armando trató de llevar a Nicolás al club y a algunos bares, enseñándole algunas cosas que le había enseñado su hermano Mário Caldeirón De verdad, él no sabia tanto así, pues no tenia que coquetear mucho ya que se morrian por él las mujeres desde su adolescencia, Pero había aprendido a evitar que lo atropellaran las estafadoras y por eso trató de aconsejarle a Nicolás que fuera despacio. Descubrió que lo que tenía el joven de inteligente y tranquilo para los negocios no lo tenía para su vida amorosa. Parecía que nunca antes había estado con una mujer.

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A Betty no le gustaban para nada estas salidas, sobre todo después de enterarse que Nicolás iba con Armando a aprender a cazar.

-¡Lógico! Ahora van los dos guapos, los hermanos para las noches de las mamacitas!

Al igual que don hermes;

-¡A ver si consigues casarte con una mujer decente! -dijo don Hermes, extendiendo el periódico.

-¡Quién sabe, don Hermes! Pero por ahora quiero disfrutar un poco, las mujeres nunca me quisieron. Ahora, estoy tan presentable.

-¡Solo por esa cirugía que le hizo el Doctor Mendoza! Deja pasar el efecto del milagro que te hizo el doctor y entonces todos verán que luce como el mismo tubo digestivo flaco de siempre.

-¡Entonces me pareceré a usted, don Hermes! - dijo, Nicolás, burlón.

-¡Ay, tonto!

-¿Esa cara, Betty?¡Incluso se parece a tu Hermes con esta cara de enfado!

-¡No es nada, Nicolás! ¿Vas a salir de nuevo? Pensé que íbamos a estudiar para hacer una prueba para un puesto de profesor.

-Ahora cuido a la empresa de Mendoza, Betty, no tendré tiempo y viene el jefe para que salgamos a hacer relaciones públicas! ¡Los contactos son importantes!

"Contactos, lo sé..." - dijó Betty.

-No volveremos tan tarde-. – dijo Armando, justificándose.

-¿Que diferencia hace? -dijó celosa.

Después de tomar un café con arepas, los dos salieron por la puerta, diciendo que iban a hacer conexiones, pero Betty sabía de qué se trataba.

-Ahora sí... -dijó Betty, arrojándose sobre la cama. -¡Lo odio! No realmente, lo amo.