Daniel Valencia, presidente de ECOMODA

Capítulo 64

   Daniel miró a su alrededor, no podía entender nada de lo que estaba pasando, recordaba estar en el desfile y tratar de poner su mano en el hombro de Beatriz, pero él estaba sentado allí en ese sofá, teniendo al Comisionado Thompson y su fiel compañero Romualdo al frente.- Ah, ¿te despertaste? ¿Dormiste bien?-¿Qué estoy haciendo aquí? -preguntó Daniel-¿No te acuerdas?-¡Este durmió bien, jefe!-El padre de la presidente de Eco Moda, ¡el Señor Pinzón!-Contador jurado, ¡pero creo que también debió ser boxeador en sus días!-¡Seguramente!-¡Quiero poner una denuncia contra el viejo loco ese!-¡Tú, no eres capaz de presentar ninguna denuncia, eñor Valencia! Le advertí que no podía acercarme a la señorita Pinzón y el hecho de que pueda venir al evento de lanzamiento no es permiso para tocarla, pero lo arreglaré de inmediato, tenemos una definitiva orden de alejamento.-¡No me importa esta orden!. ¡Ya no pienso tener contacto con esta vieja.y su papá loco!-¡El viejo ese que lo endirechó!-¡O lo ha torcido!.-¡Tengo más cosas en que ocuparme y tú deberías hacer lo mismo!-¡Te tenemos a ti para ocuparnos! Díselo, Romualdo.-¡Pues bien!- Déjame hablar. Aquí hay una orden no solo de salir, sino de comparecer ante el juez.-¡Ay, el juez!-¡Sí, y no crea que será el juez Crocket, sino el doctor Jorge Roberto, que debes conocer bien!El juez Jorge Roberto se encargó de condenar a varios acusados de explotación sexual, como Rachel Waltz y Miguel Robles, lógicamente Daniel lo sabía.-Debo hablar con mis abogados.Por supuesto, Daniel ya no tenía abogado, por lo que tuvo que ponerse en contacto con el Dr. Ríos y el Dr. Santamaría y hacerlos readmitir, ya que necesitaría abogados para poder responder libremente, ya que Thompson había obtenido una prisión preventiva el relato de las acusaciones y pruebas contra Daniel Valencia.______Parte 2Algunas horas antésLa noche del lanzamiento, todo el mundo había visto cuando DonHermes le había pegado un puñetazo a Daniel Valencia, tras verlo sujetarla por el hombro. Y luego ser llevado al auto de Daniel Valencia.-¡Muy bien, Hermes! – el anciano mostró sus músculos.Al saludar a donHermes, Armando tuvo la oportunidad de alejarse de Alejandra y Gabriela, quienes no le soltaban.-Gracias, joven. ¡Me muero por darle una lección a este hombre desde que descubrí que está detrás de mi hija!-Pero, ¡papá, él es muy peligroso!-¡Peligroso soy yo!-¡No hay nada que temer! – dijo Romualdo, que había entrado por invitación de Aura María. -Bueno, vamos a tomarlo a la comisaría.-Beatríz!-Ay, hola Armando. Veo que estás muy bien acompañado.-Solo es Gabriela Garza del Fashion Group que ha venido a hacer negocios.-Ah sí, conozco muy bien los negocios esos....-Y Alejandra Zsing, ejecutiva venezolana interesada en adquirir franquicias.-¡Bueno... =dijó mirandóla, cmo no la conocía, no iba acusarla.-Ella hará negocios con nosotros.-Alejandra, esta es Beatriz, nuestra presidenta.-¡Hola mucho gusto!-¡Mucho gusto! ¡Sea bienvenida!-¡Creo que és la creadora de todo esto!-¡Una de los creadores, porque somos un equipo!-Fue el lanzamiento más emocionante y créanme que he visto muchos. ¡Firmaré el contrato con ustedes!Beatriz le tendió la mano y Alejandra se la estrechó, luego la abrazó.- ¡Vamos, tigre! ¡Tenemos mucho que celebrar! - dijo Mário poniéndole la mano en la cintura de Alejandra.Armando protestaría. En ese momento, Hermes puso su mano en de Betty.- Creo que ya es hora de que nos vayamos.-Pero papá.-Mejor no damos razón, Beatriz Aurora, tu viste lo que pasó.-Está bien, papá.- Beatríz!-Hablarás mañana, jovencito.-Puedo llevarla, don Hermes.-oferecióse Armando-Mejor nos la llevamos, al fin y al cabo, Nicolás está coqueteando y qué van a decir si ven que los dos se van solos. Ya sabe...Todos repiten la frase más famosa de Hermes. '!El diabo és puerco!''____-¡Vamos, tigre! Tenemos la noche, ya se fue con sus papás.-¡Déjame en paz, Caldeirón!Betty se fue en el auto con sus padres, sin despedirse de Michel, Catalina y algunos del cuartel. estaba angustiada.Habia pasado un tiempo, Beatriz no podía pegar ojo, no sabía si Mário Caldeirón había logrado arrastrar a Armando a una velada con Gabriela y Alejandra, las mujeres eran muy lindas y como le gustaba a Armando.-Pero él me paga. ¡No soy como tu ex, Armando Mendoza!En ese momento, Betty escuchó un ruido. Y luego una piedra.-¿Pero que?- Estoy aquí, Betty. ¡Armando!Armando tampoco había salido a celebrar con Mário y las dos mujeres, ni se había ido a su casa. Después de dejar a Alejandra y Gabriela con Mário en el hotel, se dirigió hacia la casa de los Pinzón.-¿Que haces aquí?-¿Difícil de imaginar? Necesitamos conversar.-¡Será mejor que hablemos mañana!- No podemos hablar mañana. ¡Tenemos que hablar hoy! Como puedes ver, yo no salí con esas mujeres, las dejé en el hotel con Mario, no me interesa salir con ninguna mujer, solo contigo.-Pero...-¿Tienes algo con el francés?-¡Claro que no!-¡Ay Beatriz! -Iba a besarla, pero ella se apartó.-¿Y cuáles son esos secretitos con Nicolás?-¿Sospechas que tu amigo te traicionaría o peor que yo la traicionaria? Como si fuera posible hacer algo con otro, ya que ni siquiera puedo tener otro en mis pensamientos.!Y ni siquiera quiero, porque la amo!-¿De qué hablan tanto?-Nicolás está enamorado de Sandra.-¿De Sandra?-Sí.-¡Lo sabía!-¿Como?- Lo conozco y es obvio.-Lo he estado aconsejando, ¡Ella no quería que supieras nada!y por eso hablamos tanto.-Bueno, si siempre somos amigos.-Sí, pero también es amiga de Sandra. Ven aquí, hermosa. Nunca la traicionaría. -Beso.-Lo amo,-También.Se fusionan en un beso, que se vuelve más profundo.-Beatriz, te extrañé mucho.-También.Escuchan un ruido.-Es mi papa.- Huyamos.-¡No estás loco! ¡No habrá tiempo!-¡Quería quedarme contigo esta noche!-¡Tambien queria! -beso -Pero ya sabes...-¡Lo arreglaré! No podemos quedarnos así.-¡Yo se! ¡Vete ahora!- besoArmando salió por la puerta, pero lo que realmente quería era que Betty les hubiera permitido subir las escaleras como antes.Pero no tuvieron ni 30 segundos y Armando agradeció a su Betty por no estar tan loca como él, porque apareció su Hermes.-Betty, ¿qué haces aquí?-Fui a beber un poco de agua.- Creo que es tarde, jovencita.-Sí papá.El anciano miró con recelo hacia afuera, mientras Beatriz subía las escaleras encantada.

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