Capítulo 22 -Como en las películas

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    Armando ha invitado Betty a salir para conversar y al cine. Betty piensa en no aceptar, pero es más fuerte que ella y termina aceptando, porque en el fondo lleva mucho tiempo loca por él y quiere saber qué es lo que realmente quiere con ella.-Aquí están las entradas que quería. ¿Desde cuándo es así, tan cursí?-¡Cállate, Caldeiron!-¿Comedia-romántica? ¡Solo faltaba ser musical!-Ya veremos, pero lo mejor son los clásicos.- Que a ella le deben encantar.-Lo que a nosotros os gusta.-¡Espero que esto acabe bien, o sea, QUE SEA EN LA CAMA y no en el altar!-¡No seas tonto, Caldeiron!-Usted que sabe.La comedia romántica no era su género favorito, pero sabía que a Betty le gustaba y que ella estaba deseando ver esta película que se estrenaba hoy en los cines.Betty no tuvo el valor de llamarlo para decirle que no, pero con solo unos minutos antes de que comenzara la sesión, Betty tenía la esperanza de que tal vez se había quedado atascado en una cita o tal vez se había olvidado. Pero no, él no solo no se le olvidó, sino que había perdido el permiso a su padre, algún días antés, quien aceptó muy a regañadientes, aunque yo quería que Nicolás acompañara.-¡Es que la sesión estará llena y solo tengo dos entradas!-¡Entonces la niña no puede irse con usted!-¡Ay no, Hermes! Va a estar lleno, va a estar mucha gente, en cuanto la niña tenga que ir al cine con un señor tan distinguido como don Armando,- Boquita cerrada, Julia.-¿Qué pasa?, siempre íbamos al cine, Hermes.-Y mira el resultado.-¿Dijiste que no querías casarte conmigo?-No es eso, los tiempos eran otros, estos jóvenes. Bien, ¿a qué hora es la sesión?- A las 8 (de la noche).- Entonces, los quiero aquí a más tardar a las 10:30 pm.- ¡Si, Don Hermes! – dijo sonriendo.Betty se sorprendió al verlo ahí aún más guapo con su traje azul marino.-¿Vamos, Betty?-¡No pensé que hablabas en serio!-Pero ¿por qué no?-Ni siquiera me vestí.-Vamos, mamita, yo te ayudo.Doña Júlia le presta un vestido a Betty._____En el cine, Armando compró un cubo enorme de palomitas de maíz, una coca cola enorme con dos popotes, para compartir mejilla con mejilla.-Don Armando, no creo que entienda.-¿Quiubo, Beatriz?- Un hombre como tú y una mujer como yo no pueden...-Una mujer como tú, ¿qué?Algunos los miraron.-¿Tal como tú¿ Dulce, amable-¡Fea!-¡No eres fea!-¿Van a dejar de hablar o no?-dijó un caballero.-Vinimos a ver la película. –dijó una mujer-Será mejor que lo hablemos más tarde o nos echarán.Beatriz cerró la boca y siguió viendo la película.Mientras veían la película, sus manos se cruzaron varias veces sobre el balde de palomitas de maíz, lo que hizo temblar a ambos y el rostro de Beatriz se sonrojó un poco, luego durante una escena estaban bebiendo coca y sus rostros se tocaban. Betty se puso aún más roja. Pero cuando los actores se besan en la película, entonces Armando no pudo fingir más, aprovechó el brazo que ya estaba apoyado en su espalda para acercarse y colocando una de sus manos en su barbilla la besó. Fue un beso dulce al que Betty, a pesar de haber intentado evitarlo, correspondió. Aprovecharon que estaba oscuro para besar más. Por lo tanto, vieron poco de la película después y cuando se dieron cuenta de que estaban comiendo las palomitas de maíz solo por la boca del otro. Armando la estaba besando, acercándola a él, casi la colocaba en su regazo, como solía hacer cuando era adolescente cuando veía películas con las mucachas.-Se acabó la película, don Armando. - Dijo Betty con los labios hinchados hablando en su boca.-No me llames don Armando, solo Armando. - Dijo con una voz ronca sin dejar de besála.Así, las luces se encendieron y los dos se recompusieron, antes de que los guardias de seguridad los advirtieran, como ya lo habían hecho los vecinos.- Sabes, me encantó esta película. ¿Te gustaría tomar otra sesión? dijo, todavía aferrado a ella y excitado. Pero tratando de parecer normal.-¡Ay, doctor, qué lástima por usted, pero ya sabe cómo es mi papá y le hemos prometido que...-Oh, Betty... -Puso cara de niño necesitado-Será mejor que lo dejemos para otro día.-¿Es esto una promesa?-Depende ojojo sabe como es mi papá.-Oh, no me defraudarás.-¿Como dice?Estaba como loco, quería arrastrarla al hotel más cercano y hacer el amor.''No puedo asustarla. Es una niña, pero me vuelve loco". –pensaba.-Está bien, te llevaré a casa.Ya estaban dentro del auto cuando Betty dijo:-No estás enojado conmigo, ¿verdad?-¡Estoy! Estoy muy enojado.-¡No es mi culpa, conoces a mi papá, él va a pelear con nosotros si llego tarde!-Estoy enojado porque me siguen llamando señor y don Armando. ¿Te parezco demasiado viejo?-No imagina. Estás muy... quiero decir que estás bien.-¡Esto no es suficiente! ¿Crees que soy guapo?Beatriz se sonrojó, no pensó que él preguntaría eso.-No hace falta que contestes. ¿Soy feo? – dijo, poniendo cara de niño necesitado.-De nada. Eres, como dicen mis vecinos, un triplepapito.-¿Ah, sí? Él la abrazó y la besó, lo cual ella le correspondeó con vergüenza. -Sobre lo que dije: no quiero que te llame más de fea.-Está bien.-Y creo que -beso -le gusta que la besen, ¿no?-Bueno... - dijo, roja. -Sí, le gusta a usted...-Entonces, no me pedirás que pare.-Si te gusta también.-No lo haría si no me gustara...- dijo él besándola, a lo que ella respondió.------Se despidieron en el portón de su casa, con ganas de más. Por dentro, Betty no podía creer lo que le estaba pasando a ese hombre.-¿Qué haces ahí parada?- preguntó su padre con una manta sobre la cabeza y tuvo que ocultar lo emocionada que estaba.-Hola papá, cerrando la puerta.-22':22h. ¡Al menos el tipo cumplió su promesa!-Sí.Betty subió corriendo las escaleras. Y comenzó a escribir en su diario."Hoy volví a salir con don Armando, o mejor dicho, Armando. Y qué puedo decir: es divino. Fuimos al cine, la película estuvo preciosa, el actor era tan torpe como yo y luego se pone muy guapo. Cosa que nunca me pasará. Ni siquiera sé cómo terminó la película, porque después del beso, Armando no me dejó ver nada. ¡Sí, besóme! ¡Y esta vez estaba seguro de que me estaba besando con todo su corazón!''¡Ojojo! -Se rió con su risa de ganso."En realidad los labios de don Armando quedaron mucho mejor que en la película. ¡Qué labios! ¡Que hombre! ¿Él siente algo por mí? ¡No puedo entender por qué quieres besar a una mujer fea como yo!"___________En el auto, antes de encender el motor, Armando la vio subir y se pasó la lengua por los labios. Sabía dulce como moras o fresas. Luego sacudió la cabeza y comenzó a conducir. Decidió irse a casa, donde acarició a su perro y se sirvió dos tragos de whisky, no sin volver a lamerse los labios.Al día siguiente, Armando la recogió en su casa para llevarla al trabajo. Al poco tiempo, cuando Betty ya estaba trabajando, le entregaron una tarjeta con un chocolate. No era la primera tarjeta que le enviaba desde que empezaron a salir, pero era la primera con chocolate.''Betty, si me preguntas qué recuerdo de la película que vimos, no te lo sabré decir, porque lo único que recuerdo es besar tus dulces labios. ¿Fuiste la actriz de película?, espero que te gusten los chocolates, son mis dulces favoritos. ¿Quieres compartir conmigo cuando nos encontremos?''-¡Ojojo! ¡Tan divino!

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Daniel Valencia,  presidente de ECOMODADonde viven las historias. Descúbrelo ahora