Daniel Valencia, presidente de ECOMODA

Capítulo 35

Armando había recogido a Betty del trabajo.

-Sabes, picarona –beso –Ya te extrañaba. sabes como soy...

-¡No sé, don Armando! -Hacerse inocente.

-Oh si tu sabes y participas en el, ah?, puedo decir que le gusta. -Betty estaba roja y eso emocionó a Armando, como si fuera una fruta roja lista para ser devorada.

Pero había pensado en lo que Mario le había dicho sobre las mujeres. De repente, Betty no fue diferente y también le gustaría que salieran, no por negocios, como lo hacían cuando solo eran amigos. Sabiendo ahora que Marcela estaba en los Estados Unidos, pensó que tal vez podría llevar a Betty a dar un paseo. Debería probar si les vendría bien, ya que no podía exhibirlo en lugares donde estaban personas conocidas (llenas de ex amantes, periodistas y conocidos) para que no los molestaran toda la noche y porque les gusta o no, no pertenecía a la ''gente guapa'' y aunque, a él no le importaba, sabía que para esa gente importaría hasta el punto de molestar a Betty y arruinarla... (ella no sabía cómo definir lo que estaban tomando).

Betty podría cansarse de solo salir a reuniones de negocios y luego encerrarse en casa de sus abuelos o ante la urgencia en algún hotel. Quería llevarla a su apartamento, pero nunca había llevado mujeres a su apartamento, era su lugar sagrado, no un coto de caza. ¿Mario podría tener razón? Sabía más sobre el arte de la conquista que él, porque por lo general, las mujeres lo perseguían y se desmayaban a sus pies sin que él tuviera que hacer nada para conquistarlas. Decidió preguntarle a Betty al respecto.

-Betty, he estado pensando. Hemos visto todas las películas en los cines. Quería saber si te gustaría ir a un lugar diferente.

-¿Serio? ¿Qué lugar? -A ella no le importaba estar encerrada con él haciendo el amor, pero pensaba que él extrañaba salir y quería complacerlo. -¿Un restaurante? ¿O me llevarás a bailar?

-Si puede ser.

-¡Ay Armando! Le dio muchos besos.

-Si vuelves a hacer esto, no nos iremos de aquí.

-Ojojo. ''No sería mala idea, doctor.'' -pensó. Dejémoslo para más adelante.

-¿Es esto una promesa?

-Eso depende.

Entonces Armando la lleva en un de los bares que Mário eligió para él.

Estaban bailando y Betty, como de costumbre, le pisaba los pies.

-¡Oh!, que pena con usted. ¡Lo siento, doctor!

- No hay problema, Betty. Peor que estos pisos es insistir en llamarme doctor aquí si cuando nos amamos me llama muchas cosas mucho más interesantes. -Le guiña un ojo y la pilla junto a él, dejándola muy roja.

A Armando incluso le había gustado ese lugar, hacía tiempo que no salía a bailar y a pesar de las pisadas que Betty le había dado en toda la noche, había disfrutado de volver a salir con ella y no encontrar a nadie conocido y más recompensado aún más tarde en el dormitorio, haciéndonos el amor.

(Despues del amor)

-¿Te apetecía salir un rato, picarona?- dijo sentándose en la cama para llevarla a su lado. Betty estaba sentada en bata, con las gafas y el capul a un lado, sin cobrirle la cara.

-Ah si, don Armando.

-Betty.

-Está bien, doctor, quiero decir, Armando, fue muy divertido salir contigo de nuevo.

-¡Señor, doctor, no sé qué! Soy un hombre viejo, ¿es eso?

-¡No imagina! ¡Usted es muy joven y está en forma!

-¿Cuánto en forma? ¿Demasiado en forma? – Dijó mordisqueando la parte de atrás de su cuello, mientras metía sus manos dentro de su bata.

-¿Qué tal si pedimos algo de comer? – pregunta Betty

-Quizás porque todo este ejercicio me dio mucha hambre.

-¡Ojojo!

¿Puedo encender la televisión?

-Sí.

Mientras Armando ordena algo, Betty mira el periódico local.

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En la televisión:

-Y hoy fueron detenidos en el puerto de Cartagena dos sospechosos más de participar en la mafia de las esclavas blancas:

-¡No tenemos nada que ver con eso!

-Los sospechosos lo niegan y dicen que los contratos son legales y que las chicas fueron contratadas legalmente por una importante agencia de modelos europea para desfilar en pasarelas de Europa.

-Pero no quiso decir qué agencia europea sería, ni qué intermediario colombiano estaría suministrando los modelos.

-¡Hablamos con el detective Thompson sobre esto!

Armando tomó la comida, mientras Betty miraba, sorprendida.

-Ya tenemos... -decía Armando

-¡Shh!

-Está claro que esta es una red de prostitución que opera en Europa. No tiene nada que ver con el desfile. Contratan jovencitas con un perfil predeterminado por como llaman a su cliente y utilizan una empresa de moda de fachada, ya atrapamos a dos involucradas en el esquema y sus ejecutivos, gente del más alto escalón de la moda sudamericana en países como Argentina. , Ecuador y Brasil. En Colombia estamos investigando dos. Hay dos grandes agencias involucradas.

-¿Podría decir cuáles son las sospechas?

-No, porque esto entorpecería la investigación, pero puede estar seguro de que no son empresas pequeñas, pero estamos en la pista. Rindete mientras puedas, las investigaciones están avanzadas. El esquema que desmantelamos hoy es pequeño comparado con lo que encontramos. ¡Vamos a llegar a ti!

Betty estaba asustada. Como iban a conseguir que chicas con sus sueños de desfilar en grandes pasarelas se prostituyan. Armando se dio cuenta de cómo estaba Betty, dejó la bandeja a un lado y la abrazó.

-¡Esto es horrible, Armando!

-¡De verdad!

-¿Cómo pueden hacer algo así?

-He leído varios informes, ¡no es nuevo! Pero lo que me asusta es que hay una gran empresa de moda colombiana involucrada.

-Piensa eso...

-No, no lo creo, Daniel puede ser lo que sea, pero no creo que hiciera algo así.

-Trabaja para el gobierno.

-Sí, por eso no iba involucrarse en algo así. Júlio y Suzana los criaron bien y con altos valores e incluso mis padres. No creo que haría un lago así, mataría a mi padre de pena.

-No lo pienses – dijo él, acariciando su rostro – Claro que Ecomoda no está involucrada en algo así.

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¡HOLA! 

¿LO QUE PENSAN USTEDES?   ESTÁ O NO ECOMODA INVOLUCRADA EN ESTA VAINA?