Capítulo 52 - Mercancías

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      Daniel estaba ansioso, ese día iría personalmente con Olarte a entregar "las mercancía" y recibir el restante de la platica adeudada. No solía hacerlo él mismo, pero últimamente no confiaba ni siquiera en Olarte y Francesca. Sintió que eran débiles y que podían entregarlo al comisario Thompson en cualquier momento. Necesitaba resolver esto. Se estaba preparando para irse cuando se enteró de la visita del comisario.

- Pero este ahora, este tonto! -¡Vaya! ¡Buenas tardes, comisario!-¡Buenas tardes, doctor Valencia! ¿Cómo te va?-No tan bien como tú, veo que estás muy feliz.-Sí, porque tengo muy buena intuición y ¡todo lo que he estado pensando ha pasado!-¡De ​​verdad! Estoy en necesidad de alguien como usted para el negocio.-¿Es verdad que aquí en su empresa no encuentra gente como yo? ¡Mira, Romualdo, qué interesante!-¡De ​​verdad, el comisario es muy certero en todo! - dijo Romualdo.-Sobre esto, podríamos hablar solos.-Esto no es costumbre. Siempre trabajamos en parejas.-Ahora, Romualdo, no podemos ser tan restrictivos, sería importante ver qué le gustaría proponer al Dr. Valencia.-Pero, comisario...-Déjelo a nosotros, inspector.Daniel sonrió, olió el dulce olor a corrupción en el aire.-Ya sabe, comisario. Investigué su carrera y es verdaderamente ejemplar.-Muchas gracias, creo que puedo decir lo mismo, al menos eso le parece al gobierno.-Soy un muy buen empleado, así como soy un hombre de negocios. - dijo Daniel-¡Grande para nuestro país! Escuché que estás vendiendo algunas acciones de Ecomoda.-¿Como sabes eso?-Tengo buenas fuentes.-¿Está interesado?-No, no creo que sean para mi bolsillo. Esta es una empresa muy valiosa en el mercado. Pero ¿por qué estás vendiendo?-¿Hablemos del mercado financiero?-Solo curiosidad.-¿Está prohibido vender acciones de la empresa que dirijo?-Mientras sea con permiso de la junta y no viole los estatutos, no creo que haya problema.Daniel sonrió.-¡Sabes, tu fuente es buena!-Gracias. ¡Y mi intuición me permite ir aún más lejos!-¡No sé qué significa eso!-Creo que usted sabe.-Dijiste que las acciones de Ecomoda no son para tu bolsillo, pero tenemos varias opciones. Con eso, puedo concluir que no tanto como debería ser un hombre de la Ley.-Eh, no tengo nada de que quejarme.-Podrías ganar mucho más trabajando conmigo.-¿Es esto una propuesta? ¿O qué?-Entiéndelo como quieras. Piensa en un valor, un hombre con tu habilidad e intuición siempre es valioso.Lógicamente, Thompson entendía muy bien de lo que hablaba Daniel, ya ha visto caer a varios de sus compañeros por mucho menos, pero no se dejaría llevar, como habló después con Romualdo,-Pero ¿cómo es que el doctorcito trató de sobornarte? ¿No sabe que somos incorruptibles, jefe?-Debes saberlo, pero este tipo siempre piensa que alguien se está vendiendo. Pero no sé, no confío en nadie más que tú y AL. Ya del otro lado...-¿Qué pasa con este envío?-Necesitamos montar una vigilia en el puerto y rescatar a las chicas. Lleva una tropa contigo.Mientras eso...-Olarte. Mira cuánto le pagamos al otro policía, creo que pronto tendré en mis manos al comisario. Sí, no hablé directamente, pero creo que me ha entendido bién. Debes estar pensando en un valor. Tendré que hacerlo cuando hable. Thompson, mordió el anzuelo.Pero ese no es el caso, el jefe de policía solo quería acabar con Daniel. El malvado presidente también es inteligente y decide enviar a Olarte a entregar a las niñas, acompañado de Gutiérrez y dos secuaces, ya que había recibido parte del dinero en su cuenta en Suiza. No era solo prostitución lo que investigaba el delegado, sino también las maniobras financieras del presidente de Ecomoda como funcionario del gobierno, gracias a contactos en el ministerio. Todavía no había pruebas concretas, solo testimonios de personas que aseguraban que Daniel recibía cerca del 25% del salario de cada empleado señalado, además del 40% de la ayuda. Fue suficiente para demostrar que su intuición no estaba equivocada, pero no podía obtenerla sin una prueba abrumadora.- Ya vienen, jefe. ¿Hago un pedido?-¿Dónde están las chicas?- Están en la furgoneta.-¿AL está contigo?-Sí.- Déjame hablar con ella.-Hola jefe.-Estoy en el camino. Espera a que las chicas se vayan, déjalas entrar al almacén del barco y recibir la plata. Te daré una pena de prisión y entrarás con la cámara.-¡Vale jefe!Olarte había vuelto al auto, mientras las niñas, acompañadas por Gutiérrez y uno más, eran escoltadas hasta el barco. El repugnante ejecutivo hizo un puchero.-¿Es usted el señor G?-Si, yo soy. ¿Dónde está la plata?-En este maletín, según lo acordado. ¿Estas son?-¡Sí, las elegidas!-Buen material.-¿Vamos a actuar en Europa? –pregunta una de las modelos.-Si claro.-¿No vamos en avión? -preguntó otra.-Harán, primero, hacer un desfile en el barco.-Pero ¡este no era el arreglo!-¡Chicas, chicas! ¿Quién no sueña con tomar un crucero desde Cartagena por la costa del Caribe? ¡Muy bueno!Se encogen de hombros, el intermediario entrega el maletín.-¡Están todos bajo arresto! - dijo el policía.Unos minutos después, Gutiérrez llamó a Daniel.-¿Qué?-Eso mismo.-¿Qué quieres decir, idiota? ¿Cómo te arrestaron? -explica Gutiérrez. Ya Olarte desesperado logró mantenerse escondido y huir a la empresa.-¡Doctor!-Ya lo sé, ese imbécil de Gutiérrez hasta tuvo el descaro de llamarme. ¡No sabe hacer nada! ¡Si me pones en esto, lo verás!- Apenas logré escapar, porque estaba en el auto. Esta cosa se está enredando demasiado. –dijó Olarte- Llame al Dr. Ríos.-¡Pero el especialista es Santa María!-Olvida. ¡Es demasiado honesto! Ríos decide. Tenemos que sacar a Gutiérrez de esto o se enterará. ¡Estoy seguro de que alguien derramó los frijoles!- Te garantizo que no lo hice.-¡Tú no! Pero ¿y Marito?- ¿Crees que sería capaz de hacerlo? ¿No estás enredado en el contrabando de telas?-Está, pero no sé.-Este comisario Thompson es inteligente.-Sí, estuvo allí, dio la voz de la prisión. Tenemos que darle suficiente plata para comprarlo. ¡Peor aún, perdí mucha plata con el negocio ese! No entregué la mercancía y no me van a pagar nada más. ¿Y cuánto invertí en estas zorras? ¡Tendré que pedir prestado!-Hugo sospecha de algo.-Tendré una charla con él. Ver cuánto podemos pedir prestado a los bancos.- Ya me comuniqué, pero solo nos liberarán a altas tasas de interés.-¡Que sea! ¡Necesito la plata ahora!-Podría comprometer a la empresa. ¿Por qué no le pides más plata al Fashion Group?-¿Por qué, por qué no te diste cuenta que no hay Fashion Group en esto? ¡Nunca tuve!Mário pudo escucharlo todo, gracias a los micrófonos instalados en la sala del presidente por el equipo del curador.- Tigre tendrá que perdonarme. Puede que me haya metido en el contrabando, pero no puedo seguir con eso, ¡Daniel Valencia va a quebrar la empresa!Como había sido amenazado por Daniel y recibió la visita del comisario Thompson, se había inclinado a ayudarlo, ya que el policía sabía de su participación en el contrabando.-Si nos ayuda con esto, Mário Caldeirón, no solo se reducirá la pena, sino que el Estado proporcionará un buen abogado, además de colaborar con la Justicia para desmantelar un brazo de la red internacional de prostitución. - él recordó.______________-¡Llama a Marito, Francesca!-¿Pues no? –dijó Mário asciendendo a la presidencia-¿Sabías que detuvieron a Gutiérrez y no pudimos entregar la mercadería?-¿Como asi?-Eso es lo que escuchaste. ¡El sheriff nos atrapó con las manos en la masa!-¡Qué horror! -dijó Mário -Las cosas se están poniendo peligrosas.-Por suerte yo tenía compromisos y no pude estar. Muy extraño que se hayan enterado. –dijó Daniel-¡Este comisario es inteligente!-Inteligente o debe tener buenas fuentes...-El doctor sospecha que alguien aquí lo informó.- dijo Olarte rascándose la nariz.-Ah, pero ¿quién haría algo así? Nadie sospecha nada.-Ahí está la loca de Hugo, pero los únicos que sabíamos de este envío de las mercadorías en el puerto hoy éramos nosotros tres y Cesca, pero ella no iba a hacer eso.-No sé.-Está loca por mí. Lo que me lleva a creer que fue alguien de esta oficina. - Dijo dirigiéndose a Mario. -No me traicionarías, ¿verdad, Marito?-Sabes que estoy hasta el cuello en esto.-¡Lo más seguro es que ''Guti boca blanda'' como es le ha hablado demasiado a alguien!-No descarto esta posibilidad... Encontraré la manera de sacar a Guti de esto, pero si descubro quién lo hizo, el castigo será bastante severo.Mário traga saliva, incluso Olarte, incluso sin haber hecho nada, traga saliva.Romualdo escucha la charla entre ellos, saben que está en riesgo, aunque están de guardia. Él teme que él no pueda manejar la presión y termine contándole a Daniel sobre la operación.Posteriormente, Olarte y Daniel hablan de las condiciones de la empresa, ya que sin entregar la mercadería como prometieron, tampoco liberaron dinero. Por lo tanto, debe buscar dinero en bancos como Montreal.-Como le dije, doctor, el banco de Montreal presta un poco, pero como le dije a un interés alto y si no pagamos...-Si no pagamos, ofrecerles parte del precio de Ecomoda.-Pero, doctor. ¿Esto es serio¿Lógicamente, Daniel, como tenía que devolver el dinero que le habían pagado a Rede, no pagó lo que le debía a Montreal en esa fecha.


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Daniel Valencia,  presidente de ECOMODADonde viven las historias. Descúbrelo ahora