Los días pasaban, Betty sentía la mirada de Armando sobre ella, sintiendo su piel arder. Su madre también se dio cuenta, pero cada vez que preguntaba, su hija se escapaba del tema y no tenía con quién hablar del tema excepto su diario. Había presentado trámites ante la Cámara de Comercio y Terramoda pronto podría funcionar a toda velocidad. La oficina de Terramoda comenzaba a tomar forma con la pintura, solo faltaba comprar los muebles.
- Necesito que me ayudes a elegir.
-Doctor, usted sabe que no entiendo estas cosas.
-Confío en tu buen gusto
-¿Buen gusto, yo?
-Sabes que sí.
-Debes pensar que estás hablando con otra persona. Por mi forma de vestir, puedes imaginar que no tengo el buen gusto al que te refieres.
-Me dijo que yo era divino, hermoso y un príncipe.
Betty se puso roja.
-Si no eres mentirosa, entonces tienes buen gusto, dijó en tono de broma, Betty resistió la risa.
-Doctor, le dije que solo hablaríamos de cosas de trabajo.
-Y eso es exactamente de lo que estamos hablando. Del mobiliario a la sede de Terramoda. Conoce el estilo de Nicolás y de su padre y me puede ayudar. También quiero que me ayudes a elegir mi silla, manijas y todo.
Betty tuvo que estar de acuerdo.
Después de ir de compras, la invitó a tomar un café, que ella consideró rechazar.
-Pensándolo bien, mejor comamos algo, no tengamos hambre... ¡Solo para celebrar la próxima apertura de nuestra empresa!
-¡No es mi empresa sino la tuya!
-Si es. ¿Olvidaste que el 20% te pertenece?
-Yo estaba en contra.
-Pero si me ayudaste a armarlo y le doy el 10% a Nicolás y Don Hermes solo por colaborar, no podría darte menos.
-Pero ellos trabajarán en la empresa, no yo.
-¡Porque confío en que pronto estarás a mi lado!
-¿Armando Mendoza?
No lo podía creer, ahí estaba Ana Lucía.
-¿Cómo estás?
-H-hola, Ana Lucía.
-Veo que no pierdes el tiempo, ¿eh?
-H-esta es Beatriz, una gran amiga.
-¡Placer!
Betty no podía creerlo, dondequiera que alguien, digamos, una mujer se acercaba a Armando y recién ahora empezaba a sentirse un poco cómoda con él. Pero esta chica era diferente a las demás. Era como una versión muy mejorada de sí misma: intelectual, simpática, morena, con cabello largo y anteojos, pero pulcra y elegante.
-Betty, s-ella es Ana, una gran reportera de moda, ¡cubre algunos desfiles de Ecomoda!
-Y por cierto, Armando, las modelos de Hugo cada día son más bonitas.
-Gracias, pero no tengo los créditos. Debes saber que he estado fuera de la junta durante bastante tiempo.
-Saber. Así que no creo que tenga ningún sentido hablar contigo.
ESTÁS LEYENDO
Daniel Valencia, presidente de ECOMODA
Ficción GeneralE se Armando não tivesse ganho a eleição para presidente e sim Daniel Valencia? Betty seria contratada como secretária ou não? Armando a conheceria? A história é uma homenagem à obra Betty La Fea de Fernando Gaitán. Os personagens não são meus e sim...